La Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) contra el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) concluyó este miércoles (27) con una derrota política a la bancada agromilitar. Al final, la extrema derecha ni siquiera pudo someter a votación el informe elaborado por Ricardo Salles. La CPI no vislumbró los problemas reales del campo, al contrario, fue una plataforma política más de la extrema derecha seguidora del ex presidente Jair Bolsonaro para avanzar en el proceso histórico de criminalización de la lucha en defensa de la Reforma Agraria, buscando investigar las ocupaciones legítimas realizadas por el MST a lo largo de este año.
