Nosotros, más de 2 mil participantes de la XIII Jornada de Agroecología, venidos de diferentes regiones de Brasil, y de otros 10 países, reunidos en las ciudades de Maringá y Paiçandu, Paraná – Brasil, entre los días 04 al 07 de junio de 2014, reafirmamos nuestro compromiso con la Agroecología y así damos continuidad a nuestra lucha por una Tierra Libre de Latifundios, Sin Transgénicos y Sin Agrotóxicos, por la construcción de un Proyecto Popular y Soberano para la Agricultura.
A partir del año 2000 emerge en Brasil un diverso movimiento social por la agroecología que se expresará en la realización del I Congreso Brasileño de Agroecología – CBA con la creación de la Asociación Brasileña de Agroecología – ABA que congrega cientistas, académicos, estudiantes, técnicos y agricultores ecologistas; los Movimientos Sociales del Campo articulados en La Vía Campesina dan inicio a la creación de escuelas y cursos técnicos de agroecología. En Paraná se articulan en una amplia coalición de Organizaciones en las Jornadas de Agroecología; en cuanto otras fuerzas sociales del campo y de la sociedad civil van a realizar Encuentros Nacionales de Agroecología – ENA y se organizan en la Articulación Nacional de Agroecología – ANA.
Estas fuerzas sociales se levantan y se contraponen a la monocultura de las ciencias agrarias subordinadas al agronegocio, al latifundio del conocimiento y de la tierra, y la paralización de la reforma agraria, a la dominación de las corporaciones que imponen los agrotóxicos, los transgénicos, y el patentamiento de las semillas, controlan la oferta de producción agrícola y manipulan sus precios en las bolsas de valores, determinan las decisiones de los gobiernos, y atentan contra la democracia – esto representa un tipo de dictadura.
El Movimiento Social Agroecológico en Brasil reclama por más de diez años una política pública efectiva estructurante para la agroecología. La respuesta del Estado brasileño fue el anuncio en 2013 de la política que orienta el Plan Nacional de Agroecología y Producción Orgánica –PLANAPO. Sin embargo, sigue la lógica de convocatorias públicas con disponibilidad de recursos limitados y absolutamente insuficientes frente a las demandas de la agricultura campesina agroecológica. Un ejemplo fue el anuncio del Programa ECOFORTE con un valor de apenas R$ 25 millones de reales para unos pocos proyectos agroindustriales.
Al contrario, de la agricultura campesina agroecológica, el Estado reabasteció al agronegocio con R$ 132 billones de reales y la agricultura familiar con R$ 24 billones de reales. Todo este recurso público abastece los lucros de las corporaciones de agrotóxicos y transgénicos, maquinarías agrícolas y el sistema financiero.
Esencialmente colocado al servicio de las clases dominantes, el Estado atiende aun más sus intereses cuando: mantiene intacta la estructura de concentración de la tierra; no realiza la reforma agraria; paraliza la regularización de los territorios quilombolas y la demarcación de las tierras indígenas;
- Desmonta las normas permitiendo la liberación de más agrotóxicos prohibidos en varios países por sus efectos nefastos a la salud humana y de la naturaleza;
- Viabiliza el dominio de las empresas transnacionales sobre la agricultura, los agricultores y las semillas, a través de los transgénicos y de los agrotóxicos asociados;
- De un lado, no fiscaliza la contaminación genética de las semillas agroecológicas; ni etiquetan los productos que contienen transgénicos; no monitorea el cumplimiento de las normas de bioseguridad en el cultivo de los transgénicos; la contaminación del agua y de los alimentos por agrotóxicos; y la intoxicación de los trabajadores del campo y de toda la población que consume alimentos contaminados y/o está sometida a la fumigación aérea; y por otro lado, este mismo Estado además de crear leyes y normas restrictivas a la agricultura campesina y agroecológica, fiscaliza con rigor ejemplar y desproporcional las iniciativas de comercialización, agroindustrialización y circulación de su producción
- En lo legislativo, a través del PL 268/2007 “TERMINATOR”, propone la liberación de las semillas esteriles; del PL 2325/2007 que altera la Ley de Cultivares, limitando los derechos de los agricultores a producir sus propias semillas; del PL 4148/2008 exime a las empresas de etiquetar los productos transgénicos; de PEC 215 que retira derechos de los pueblos indígenas constitucionalmente asegurados;
- A través del sistema de justicia criminaliza a las y los líderes de las Organizaciones y Movimientos Sociales y desestabiliza programas sociales como ejemplo el PAA – Programa de Aquisición de Alimentos.
En esta XIII Jornada de Agroecología reafirmamos la exigencia de garantía de derecho a la tierra y al territorio a los pueblos indígenas, quilombolas, campesinos y pueblos y comunidades tradicionales como primera condición para avanzar en el proyecto popular agroecológico y soberano para la agricultura.
En sintonía con las protestas populares que siguen en el país desde 2013, reafirmamos la urgencia de convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente Exclusiva para reformar el sistema político que no representa a la sociedad por estar dominado y al servicio del poder económico de la burguesía.
La juventud participante en esta Jornada también vino a afirmar su compromiso de fortalecer la lucha contra el capital y el carácter estratégico de la lucha por la Reforma Agraria Popular.
Estamos convencidos en la necesidad de la inversión de las prioridades que tienden al agronegocio para, de un lado, enfrentar los obstáculos impuestos por el Estado autoritario e excluyente y, de otro lado, fortalecer la agricultura campesina agroecológica y viabilizar el Plano Nacional de Agroecología y Producción Orgánica.
Homenajeamos al Compañero Valdair Roque – “Sopa” – militante dedicado a la agroecología, asesinado en la defensa de la Reforma Agraria, el 04 de mayo de 2014, y reafirmamos
Por cada compañero asesinado, ni un minuto de silencio, toda una vida de lucha!
Maringá/Paiçandu, Paraná, Brasil, 07 de Junio de 2014.
Plenaria Final de la XIII Jornada de Agroecología!
