En el marco de la 8va conferencia de La Vía Campesina, el movimiento campesino internacional discutió cómo luchar contra el patriarcado para cambiar las relaciones de desigualdad en el campo que existen entre hombres, mujeres y diversidades, como una forma de lucha contra el capitalismo que promueve estas injusticias.
En vísperas de la VIII Conferencia Internacional de LVC, a realizarse en diciembre en Bogotá, el Foro de Comunicación para la Integración de Nuestra América conversó con dos integrantes de la Coordinación Internacional de la Articulación, Nury Martínez Silva y Micherline Islanda Aduel.
La Vía Campesina (LVC) es un movimiento campesino global que reúne a 182 organizaciones de productores de alimentos en 81 países de África, Asia, Europa, Medio Oriente y las Américas. La soberanía alimentaria, los derechos campesinos, el acceso a la tierra y el agua; la agroecológica y los sistemas de semillas campesinas, la lucha contra el cambio climático, el feminismo y las diversidades son algunas de las banderas levantadas en sus 30 años de historia.
Aproximadamente 150 jóvenes delegadxs de varias regiones donde La Vía Campesina tiene organizaciones miembros se reunieron en Bogotá, Colombia, el 1 de diciembre, para su 5ta Asamblea, marcando un hito importante en un proceso que comenzó en 2004, en São Paulo, Brasil. La Asamblea de Jóvenes sirve como un foro político, una iniciativa auto-organizada y liderada por jóvenes delegadxs de la conferencia principal de La Vía Campesina.
La Via Campesina, actualmente el movimiento campesino más representativo a nivel mundial, reúne a 182 organizaciones nacionales presentes en 82 países. Este movimiento abarca la diversidad de las poblaciones rurales, incluyendo pescadorxs, campesinxs, migrantes, trabajadorxs agrícolas, pueblos indígenas y pastorxs. Constituye el principal bastión de resistencia frente al extractivismo y al agronegocio en África, América, Europa y Asia.
