Violaciones de los derechos humanos en Hong Kong
Durante las protestas de Hong-Kong arrestaron a muchos manifestantes en contra de la OMC que pertenecían a la Vía Campesina. La mayoría de ellos ahora se encuentran de nuevo en sus países. Aquí están algunas de sus historias. Desde Tailandia
Para darles más información del grupo tailandés, de los 93 delegados tailandeses, arrestaron a 25 mujeres y a 51 hombres. Nos pusieron en cinco cárceles diferentes. En Mong Kok detenían 26 hombres, en Wong Jai 15 hombres, en Sao Mao Ping 24 mujeres y un hombre, en Krung Tong 5 hombres y en Tuen Kwan O una mujer y 4 hombres.
En la cárcel, los policías nos trataron como presos de un motín. Estaba frío y por lo menos tres mujeres se enfermaron. No se nos permitió tomar medicamento ya que la policía temía que tomaríamos veneno para suicidarnos. Intentamos de explicarles que la cárcel era demasiado fría. Puesto que nos quitaron nuestros calcetines, bufandas y otras prendas para mantenernos calientes, no pudimos soportarlo. Sin embargo, no se nos devolvió nuestras prendas. La taza de servicio estaba en un espacio abierto sin privacidad donde se podía ver todo hasta cuando pasaba el guardia. No podíamos tirar la cadena nosotros mismos ya que estaba localizada afuera de la celda y solamente el policía podía hacerlo.
En nuestro grupo no nos permitieron hacer llamadas telefónicas para contactar a nuestros parientes y abogados después de habernos mencionado esto como un derecho de nosotros como detenidos. Varias veces tuvimos fuertes discusiones con los policías sobre esto. Finalmente permitieron que solamente una persona hiciera una llamada telefónica pero todavía nos negaron poder reunirnos con los abogados.
En nuestro grupo había con nosotros 2 pacientes con SIDA. Habían traído su propia medicina puesto que tienen que tomarla cada 12 horas, a las 9 de la mañana y a las 9 de la noche. Intentaron explicarle a los policías que habían estado tomando éstos medicamentos por 4 años. Sin embargo, la policía no permitió que tomaran la medicina. Mejor los encadenaron por las manos, piernas y cuerpos para después jalonearlos al hospital. En el hospital, el doctor les permitió que tomaran sus medicamentos, pero esto fue muchas horas después de su tiempo debido. Esto afectará seriamente a los pacientes con SIDA.
Sin embargo, después de que nos pusieron en libertad, todos nosotros todavía estamos en buen espíritu y apreciamos mucho la gran solidaridad de los amigos coreanos y de la Vía Campesina. Algunos dijeron que no faltarán a la siguiente protesta en contra de la OMC. Regresamos a casa con una recepción calida y fraternal de 70-80 personas, organizaciones y aliados. Varias estaciones de televisión, estaciones de radio y periódicos habían divulgado nuestras noticias continuamente por muchos días. Cuando arribó el primer grupo de mujeres a Bangkok, organizamos una rueda de prensa para condenar a la policía de Hong-Kong.
Mañana nuestra red irá a la embajada china para protestar los cargos pendientes en contra de 14 de nuestros amigos en Hong-Kong.
Con un saludo fraternal,
Pongtip
De Bangladesh
Entre los que estaban detenidos se encontraba la mujer bengalí Salina Alter quien es mi esposa. Tal vez ha escuchado usted de Chukki. Ella fue puesta en libertad el 19 por la mañana. Ella dio acontecer la historia horrible que enfrento dentro de la cárcel cual es una violación completa de los derechos humanos. Primeramente ella fue detenida en un lugar que era demasiado caliente para que ella lo pudiera tolerar. Al intentar de escapar la arrastraron a la celda que era demasiado fría y forzosamente le quitaron su Sharee y se le pido que permaneciera desnuda en el piso con solamente una manta que se le proporciono. Cuando ella empezó a tratar de negociar la amenazaron con traer a un policía varón para que le quitara sus últimas prendas. Salina no utilizó la manta como protesta del maltrato y la humillación. Durante toda la noche no le proporcionaron alimento. Ella estaba congelándose. Si el consulado no la hubiera rescatado por la mañana ella habría muerto debido al frío. Así pues, la brutalidad de la policía femenina aquí en HK es otro más de los abusos a nombrar.