Las prácticas agroecológicas de lxs campesinxs (ZBNF) significan avances en el reto de la Soberanía Alimentaria en los Estados del Sur de India

 Las prácticas agroecológicas de lxs campesinxs (ZBNF) están suponiendo avances en el reto de la Soberanía Alimentaria en los Estados del Sur de India

GT Sujatha y su marido, M Jagadish gestionan una explotación de cuatro acres cerca de la frontera de Tamil Nadu en el pueblo de Gottigehalli, en Karnataka, que tiene ya diez años. Hace una década, impulsada por el miedo a los problemas de salud relacionados con los pesticidas químicos y fertilizantes, Sujatha adoptó la agricultura natural, un enfoque que trabaja con la biodiversidad natural de una región, sin usar agentes externos.

A principios de 2020 el fotógrafo Soumya Sankar Bose visitó la explotación de Sujatha para documentar el papel de la agroecología o agricultura natural en la organización y empoderamiento de las agricultoras independientes para conseguir control sobre los derechos a la tierra en Andhra Pradesh y Karnataka. Bose se fijó sobre todo en tres organizaciones, la Amrita Bhoomi Agroecology School y Nisarga Nisargaka Savayava Krushikara Sangha, las dos en Karnataka, y la Rural Environment and Development Society (Sociedad para el Entorno y el Desarrollo Rural), en Andhra Pradesh.

«El nuestro es un mundo en minuatura» contó Jagadish a Soumya. «Puede que haya más de doscientas variedades [de cultivos] en nuestro huerto». Destaca inmediatamente la gran cantidad de plátanos, cocos, guayabas, yacas, boniatos, legumbres, limones y cultivos experimentales de café. Entre los matorrales vagan en libertad pollos y cabras. Como otras agricultoras, Sujatha realiza la mayor parte del trabajo de la explotación junto con el de la casa. Además, desde que asistió a un taller organizado por el gobierno del estado, también hace y vende finger millet malt (un preparado con mijo y malta), que comercializa en WhatsApp junto con otros productos agrarios o ganaderos como oveja y cabra.

El paso de vender por WhatsApp les ha ayudado, en especial durante la pandemia y la huelga de trabajadores del transporte en  Karnataka en abril de 2021. Los mercados físicos estaban cerrados y WhatsApp permitió a Jagadish y Sujatha llegar a clientes potenciales. Estos clientes eran en su mayoría amigos, parientes o gente que admiraba sus prácticas agrarias, que visitaban su explotación para comprar productos frescos.

«No te lo vas a creer, pero muchos venían por iniacitva propia desde Bangalore,» contó Jagadish a Soumya. «Vienen, compran cosas, las comparten. Algunos nos dan variedades de semillas que no habíamos visto; algunos nos dan plantas, otros, bibliografía, libros que nos interesan y nos ayudan a hacer nuestros cultivos más productivos y coloridos. La pandemia nos ha enseñado a ser más autosuficientes.»

Sujatha y Jagadish forman parte de una generación de agricultores de Karnataka y Andhra Pradesh que se han unido a un movimiento global de agricultura que rechaza los fertilizantes químicos y pesticidas en favor de la agricultura natural. Este rechazo fue motivado por, y para ayudar a superar, los retos que suponen para los pequeños agricultores la comercialización química de cultivos, liderada en India por  The Green Revolution y organizaciones similares en el extranjero. Las técnicas de cultivo de The Green Revolution dependían en gran medida de la entrada de agentes externos como semillas híbridas, fertilizantes químicos y pesticidas. Al apoyarse en lo que tienen a mano, estas agricultoras han visto crecer sus cosechas y beneficios.

Karnataka Rajya Raitha Sangha forma parde una ola de movimientos agrarios que surgió en India entre finales de los 70 y principios de los 80 como respuesta a The Green Revolution. Desde el principio, KRRS identificó las causas internacionales de los problemas locales. Un ensayo de la académica Niloshree Bhattacharya, profesora asociada en la Presidency University, en Kolkata, describe cómo el carísmatico líder de KRRS, M D Nanjundaswamy, dirigía a la organización en varias protestas antiglobalización a principios de los 90.

En 1992, por ejemplo, KRRS lideró el movimiento a escala nacional Beej Satyagraha o Libertad de Semillas (Seed Freedom), y atacó la sede de Bengaluru de Cargill Seeds India Ltd., una empresa agrícola multinacional. Durante esa lucha también se vincularon con grupos campesinos tanto en Occidente como en Asia, África y América Latina. En 1998, por ejemplo, KRRS presentó una campaña global llamada Operation Cremate Monsanto y movimientos campesinos de Francia e Indonesia se unieron a la quema de semillas en terrenos de prueba de Monsanto GM. La lucha de KRRS atrajo enseguida la atención de la gente. En 1999 KRRS organizó un evento llamado Intercontinental Caravan, en el que se involucraron 400 campesinos de India, junto con representantes de otros movimientos, que viajaron por Europa y realizaron protestas en diferentes lugares con lemas como «nuestra resistencia es tan transnacional como el capital».

En década de los 90 surgieron fervientes agitaciones de campesinos en todo el mundo, las más emblemáticas representadas por el movimiento de La Via Campesina. En un ensayo sobre el movimiento, la académica Annette Aurélie Desmarais y Paul Nicholson, miembro fundador de La Via Campesina, narran cómo el movimiento se constituyó de manera oficial en abril de 1993, tan solo meses antes del fin del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (General Agreement on Tariffs and Trade), que redujo los araceles a los alimentos y productos agrarios. Las organizaciones que representaban a los campesinos, pequeños agricultores, pueblos indígenas y trabajadores agrarios de toda América, Asia, Europa y África entendieron que el GATT, junto con la Organización Mundial del Comercio, representaba un claro cambio de economías nacionales más controladas hacia una economía orientada exclusivamente al mercado global.

Las organizaciones de agricultores que formaron La Via Campesina argumentaron que una mayor consolidación del neoliberalismo provocaría que los gobiernos nacionales siguieran desmantelando estructuras agrarias y programas que los campesinos habían conquistado después de años de lucha, programas que ayudaban a garantizar la visibilidad de la agricultura a pequeña escala, promover la producción para consumo propio y contribuir a la seguridad alimentaria nacional. En 1996 KRRS se unió a La Via Campesina.

A mediados de los 90, un grupo de agricultores de KRRS comenzó a distanciarse de la agricultura con químicos y usar un sistema de agricultura denominado Zero Budget Natural Farming (Agricultura Natural de Presupuesto Cero). ZBNF propone un modelo agroecológico que vuelve a las raíces de la agricultura, mediante la propuesta de métodos de agricultura sin químicos. Dichos métodos se basan en las prácticas agrarias tradicionales que no requeren crédito, esenciales debido a la relación entre el endedudamiento y los sucidios en zonas rurales. El agricultor de Maharashtra Subhash Palekar, que a principios de los 2000 organizaba talleres en KRRS, promovió en un principio el ZBNF. Los colectivos de Karnataka que visitó Bose han adoptado modelos más amplios de agricultura natural inspirados en el ZBNF.

En 2013, Chukki Nanjundaswamy, una líder de KRRS, fundó en el distrito de Chamarajanagar, en Karnataka, una escuela llamada Amrita Bhoomi, para enseñar agroecología a los agricultores de la región. Amrita Bhoomi ofrece formación basado en un enfoque de agricultor a agricultor y centrado en la agroecología, derechos de los campesinos, soberanía alimentaria y justicia social. En la plataforma de noticias online The Citizen, Chukki argumentó que  «La agroecología es más que un conjunto de prácticas de cultivo. Para que se adopte a gran escala los pueblos indígenas, las mujeres y los jóvenes son esenciales.»

Ashlesha Khadse, una activista por los derechos de los agricultores, contó a The Caravan que la epidemia de suicidios de agricultores debidos a la deuda en Karnataka al principio afectaba a agricultores asalariados que, a menudo, formaban parte de comunidades de castas dominantes que constituían una mayoría de los miembros de KRRS. Amrita Bhoomi también ha intentado ofrecer tierra a grupos de mujeres de Dalit y Adivasi a precios reducidos y está experimentando con la agricultura colectiva. Khadse dijo que las mujeres están pasando a ser la columna vertebral del movimiento de agricultura ecológica en India.

La Via Campesina también destaca esto. El movimiento remarca cómo la lucha por la soberanía alimentaria es esencialmente una cuestión feminista usando el término «Feminismo Campesino Popular» para definir  su respuesta colectiva al patriarcado y el capitalismo. Ve la agrecología como un instrumento no sólo para lograr la soberanía alimentaria, sino para también para la justicia social e igualdad de género. Elizabeth Mpofu, agricultora de Zimbabue, escritora y activista, que además es coordinadora general de LaVia Campesina, describe en un ensayo cómo la agroecología asegura «acceso igual y justo al control sobre la tierra, agua, semillas y otros medios de producción,» y al mismo tiempo permite que las mujeres se involucren plenamente en la vida política y social de la comunidad. «Al compartir ideas y conocimiento, las mujeres ganan la capacidad de organizarse y presionar en favor de políticas agrarias favorables, y de entender cómo operan las estructuras de gobierno,» escribe Mpofu.

El énfasis en la colectivización de las agricultoras pasa a ser necesario cuando la mayor parte de las prácticas agrarias en India se basan mayoritariamente en marcos de referencia familiares organizados en terrenos que pertenecen a una familia, como una unidad, y niegan la propiedad individual a las mujeres. La comprensión, extendida, de la propiedad y herencia de la tierra de acuerdo al género se agrava aún más por factores sociales como la casta y la clase, con las mujeres solteras, divorciadas y viudas como las más vulnerables entre todos los grupos sociales.

En un país en el que más del 70% de las mujeres de entornos rurales está involucrado en la agricultura, las mujeres controlan solo un 13.96% del total de tierras útiles, de las que solo el 1,5 por ciento es propiedad de mujeres pertenecientes a Castas Registradas y un 1,1 por ciento, propiedad de mujeres de Tribus Registradas, según el Censo Agrario de 2015-2016. Aunque ha habido un incremento del control de las mujeres sobre las tierras desde el 12,79% estimado en el censo de 2010-201, Khadse argumenta que se debe a una crisis agraria actual, en la que la «emigración de hombres hacia oportunidades que ofrezcan medios de vida más viables resulta en una mayor contribución de las mujeres en la agricultura.»

IMAGEN: Cultivos de calabaza en la Amrita Bhoomi Agroecology School en el distrito de Chamarajanagar, Karnataka. El aparato que aparece en la imagen es una trampa de feromonas usada habitualmente en eagroecología. Las feromonas son químicos que usan los insectos para ayudar a atraer parejas para reproducirse, advertir de depredadores o encontrar comida. La trampa usa feromonas para alejar a las plagas de los cultivos y atraerlos hacia la trampa.

Otras organizaciones, también en Karnataka, han mostrado la importancia de colectivos marginalizados de mujeres para el crecimiento de la agricultura natural. Nisarga Nisargaka Savayava Krushikara Sangha es un grupo cooperativa autosuficiente en Honnur, en el distrito de Chamarajanagar, en Karnataka. NNSKS está formado por agricultores sin tierra, tribales, mujeres y agricultores de comunidades de castas más bajas. Soumya argumenta que la adopción de la agricultura natural por parte de esos grupos y la creación de nuevas relaciones económicas resultante ha dado la vuelta a los antiguos órdenes de las clases sociales, como la casta y el patriarcado.

La Amrita Bhoomi Agroecology School ofrece formación basada en el enfoque de agricultor a agricultor, centrado en la agroecología, derechos de los campesinos, soberanía alimentaria y justicia social.

No obstante, el cambio a la agroecología no es sencillo. El mismo proceso de adaptación y transición hacia la agroecología es un proceso complicado que requiere tiempo, a veces hasta dos o tres años, y va a compañado de un descenso inicial de la producción. Khadse afirma que esto hace necesario que el apoyo del estado a colectivos de agricultores que estén atravesando dicha transición, como en Andhra Pradesh. Khadse dice, además, que el modelo requiere colectivización, contacto con otros grupos de agricultores y programas de formación como los de Amrita Bhoomi. «La agricultura ecológica requiere un entendimiento más profundo de los procesos agrarios, y también del ecosistemata, y práctica.» dijo «Esas habilidades se desarrollan con el tiempo y dependen del contacto con otros agricultores para compartir conocimientos y resolver problemas, es algo que ha conseguido el movimiento de agricultura natural, mediante sus procesos de formación de agricultores.»

A pesar de las dificultades, las mujeres agricultoras de Karnataka y Andhra Pradesh, han conseguido, a menudo con poco acceso a crédito, tierra o semillas comerciales, convertirse en las defensoras más firmes de la agricultura natural. Las redes de ayuda de grupos de mujeres han sido fundamentales para difundir los principios de la agricultura natural de un pueblo a otro en Andhra Pradesh. Hoy muchas de ellas han formado colectivos y arrendado tierras que antes eran improductivas.

(El texto es un extracto de la  historia original que apareció por primera vez en The Caravan Magazine el 5 de agosto de 2021. Todas las fotografías son de Soumya Shankar Bose. Texto de Utkarsh/Caravan)