Las Mujeres Alimentan al mundo

Lensame, La Casa Azul, AAVV los Arcos, Asociación Paraos y Precarias, campaña asturiana pola Soberanía Alimentaria.. en alianza construyeron intensas jornadas por todo el territorio asturiano en búsqueda de equidad, soberanía, buena comida sana.

Se cerraba hoy en Avilés el ciclo de actividades en torno al día internacional de las luchas campesinas, que en Asturias tuvieron al menos réplica en Navia, en Brieves-Valdés, con mercau, en Xixón, en Noreña, en Oviedo y esta final en donde Isabel Vilalba, secretaria general del Sindicato Labrego Galego, integrante de la Vía Campesina, hizo un recorrido por la situación de las mujeres que, aunque alimentan al mundo, son invisibilizadas históricamente en sus trabajos y en sus luchas.

En el caso de Galiza, explicó algunos de los aspectos negativos que  (como la extensa minería a cielo abierto planificada para el 80% del territorio, como la nueva ley local que extermina los servicios sociales en casi toda Galiza ya que la mayoría de concejos no pasan de los 20mil habitantes que la caprichosa ley deja sin determinados derechos, o como el modelo europeo de agricultura, que intenta eliminar al campesinado y específicamente a las mujeres, para sustituirlas por empresarios..) perjudican al campo y la gente que vive y quiere vivir en el medio rural.

Isabel defendió las acciones colectivas, desde la localidad hasta el ámbito internacional para tratar de darle la vuelta al modelo perverso, e implantar un proceso que lleve a conseguir la Soberanía Alimentaría.

Ante la pregunta de la presencia de mujeres en el sindicato, contó la experiencia del SLG, que a su entender es coherente con que si en la base hay más de la mitad mujeres, en la dirección tiene que ser así también, y por ello lo han puesto, la paridad, en los estatutos. De manera que si un puesto de responsabilidad corresponde a una mujer ..no es cubierto por un hombre, prefiriendo dejarlo vacío en tanto se resuelve.

Susana de Libélula-Huerta, desde su experiencia como campesina, compartió que muchas personas están volviendo al campo como modo de vida, y que hay medidas alternativas que acompañan la construcción de la soberanía alimentaria, como la Renta Básica, el poner topes a los sueldos excesivos, el cambio cultural y consciencia.. así como los numerosos grupos de consumo responsable (tres en el caso de Avilés, La Caracola, L´Ensame, LibelulaHuerta) que aseguran una relación cercana entre productoras campesinas y consumidoras.

Samuel Ortiz participó en el debate con aportes sobre los avances de las mujeres campesinas aquí (Lola en Somonte tierra ocupada, el SLG, la secretaria de COAG en Alicante, etc ) y de las mujeres campesinas en otras latitudes, como en el caso del MST de Brasil liderando muchas de las luchas, o dirigiendo cooperativas muy exitosas. Puso el ejemplo de una familia brasilera en donde el padre se empeñó en cultivar en monocultivo soja, la hija que había estudiado agroecología en las escuelas del MST  “se sublevó” contra esa decisión unilateral, la madre se posicionó con la hija, produciéndose una fractura familiar que incluyó la división de la parcela: una cultivada por el modo agroindustrial, otra en agroecología..  y con el tiempo, como prosperó mejor la segunda, tuvo más apoyos locales, más cobertura en el propio movimiento, y más rentabilidad, el padre se avino a cambiar de modelo y asumir el que es respetuoso con la Tierra, al tiempo que se recomponía la democracia en esa unidad familiar.

La inquietud sobre el “año de la agricultura familiar” declarado por la ONU fue explicada en términos como que lo de familiar y campesina no es lo mismo: en la visión de los gobernantes “familiar” puede ser la del propio ministro Cañete, millonario, y cuya esposa cobra cientos de miles por subvenciones de la PAC,  de modo similar a que la “familia” de la duquesa de Alba recibe sumas millonarias de subvenciones públicas.

Alimentos accesibles sanos para toda la población, no para unos pocos, es una demanda compartida por los movimientos, y en esa tesitura se encuentran aliados nuevos en jóvenes con interés creciente en dedicarse a nuevos modelos agrarios, buscando alternativas de vida, con una visión de respeto a la tierra y a sus gentes.

Globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza, es la consigna unitaria de la Vía Campesina Internacional

Campaña asturiana por la soberanía alimentaria!

Fuente: http://www.kaosenlared.net/component/k2/item/86209-las-mujeres-alimentan-al-mundo.html