“La Década de la Agricultura Familiar debe hacer que se escuche la voz de lxs agricultorxs”

Intervención de Paula Gioia de La Vía Campesina en el Evento especial de alto nivel del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) “Aplicación del Decenio de las Naciones Unidas para la Agricultura Familiar (UNDFF) para hacer frente a COVID 19 y lograr sistemas alimentarios resistentes y sostenibles” realizado el pasadov10 de febrero de 2021.

Gracias, Presidente.

Nuestro mundo se enfrenta a una gran crisis, una crisis de civilización que se ha desarrollado durante cientos de años y ahora se está agravado con la pandemia del COVID-19.

En el centro de la misma se encuentran unas pocas “corporaciones”, que hoy poseen y controlan más de la mitad de la riqueza mundial. Explotan tanto a la naturaleza como a la humanidad para obtener beneficios, con impunidad.

Mientras tanto, en muchas partes del mundo, las fábricas despiden a lxs trabajadorxs, los gobiernos cierran los mercados campesinos.

Lxs trabajadorxs urbanos y rurales, lxs migrantes, lxs campesinos y lxs pueblos indígenas -la mayoría de los cuales no tienen acceso a una sanidad pública de calidad- se encuentran entre los más vulnerables, al igual que los ancianos, mujeres, niños y niñas.

Con la entrada en vigor de estrictas medidas de confinamiento, lxs pequeñxs productorxs de alimentos no pueden comercializar sus productos; lxs pescadores no pueden aventurarse en el mar, lxs pastores no pueden criar su ganado y los indígenas tienen restringido el acceso a los bosques. Como resultado, el mundo ya se enfrenta a un aumento del hambre y la pobreza, quizás más grave que lo que ya hemos presenciado en las últimas dos décadas.

Permítanme preguntar ahora. ¿Para qué se aprobó el Decenio de la Agricultura Familiar de la ONU si no se permite a lxs agricultores vender su producción en el mercado? ¿Para qué?

¿Por qué se aprobó en la Asamblea General de la ONU la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales?

Se aprobó para ser aplicada ahora mismo en tiempos de crisis, como una herramienta para ayudar a los Estados a cumplir con su obligación de respetar los derechos no sólo de lxs campesinxs y de las personas que trabajan en las zonas rurales, sino también el derecho a la alimentación de lxs trabajadores urbanos y rurales.

Entendemos que el Decenio es capaz de cubrir la mayoría de los derechos anclados en La Declaración de Derechos Campesinos. La Década y la Declaración son ambas herramientas importantes en tiempos de crisis, que guían a los Estados para cumplir con sus obligaciones de respetar los derechos no sólo de lxs campesinxs y de las personas que trabajan en las zonas rurales, sino también el derecho a la alimentación de lxs habitantes de las ciudades, de lxs pobres urbanos y de los millones de desempleadxs que incrementan cada día debido al impacto del COVID.


Mientras celebramos aquí nuestro evento paralelo, se producen muchas violaciones en todo el mundo. La situación de los derechos humanos ha empeorado en muchos países durante la pandemia.

Sólo para dar algunos ejemplos:

1– Miles de casos de desalojos; criminalización y asesinatos de líderes están ocurriendo todos los días.

Nos enfrentamos a conflictos por la tierra con empresas que roban la tierra al campesinado, que nos matan por defender nuestra tierra, agua y territorios.

Según la Declaración, estos son casos de violación de nuestro derecho a la tierra y a los recursos naturales (artículos 5 y 17), así como de nuestro derecho a la vida, la libertad y la seguridad de la persona (artículo 6).

También está vinculado al Pilar 1 y 5 que queremos lograr a través de la Década de la Agricultura Familiar, mejorando el acceso y el control de los agricultores familiares sobre los recursos naturales y los bienes de producción. 

Por eso en Vía Campesina hablamos del acaparamiento de tierras y de la necesidad de una Reforma Agraria Integral. Esto es exactamente lo que se recomienda en las VGGT (Directrices Voluntarias sobre la Tenencia de la Tierra), lo de asegurar el pleno derecho a la tierra para los campesinos y entre otros derechos más.

2- En segundo lugar, durante la pandemia, como mujeres también hemos tenido que redoblar nuestros esfuerzos, pero estamos sufriendo aún más  la discriminación, las desigualdades, la violencia doméstica y las prácticas patriarcales.

En la Declaración, decimos “No a la discriminación de las mujeres” (artículo 4).

Eso es lo que pretende también la Década de la Agricultura Familiar de la ONU en el Pilar 3,  promoviendo la equidad de género en la agricultura familiar y el papel de liderazgo de las mujeres rurales.

De nuevo, estamos hablando aquí de la aplicación de otro producto del CSA que ha sido aprobado en 2017: las recomendaciones del CSA sobre el empoderamiento de la mujer.   

3- El otro punto es el empeoramiento de la situación de los trabajadores rurales temporeros y migrantes. Nos enfrentamos a una creciente migración de las zonas rurales debido al cambio climático y a la crisis del agua, que afecta especialmente a nuestros jóvenes. Se ha producido un deterioro escandaloso de las condiciones de los trabajadores rurales migrantes: sin contratos, con viviendas indignas, sin seguridad social y con muchas represiones.

En la Declaración, los Estados tienen obligaciones generales como respetar, proteger y cumplir el derecho de los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales y también de garantizar el Derecho a un entorno de trabajo seguro y saludable, y el Derecho a la vivienda y a sistemas de agua limpia, entre otros.

Esto está igualmente vinculado con el Pilar 5 del Plan de Acción Global; con el Pilar 2 que pretende apoyar a lxs jóvenes y el relevo generacional de las explotaciones familiares; también con el Pilar 6 que trata de promover sistemas alimentarios resistentes al clima.

4- Por último, en muchos países del mundo, como he mencionado antes, los mercados de lox campesinxs están cerrados. Lxs campesinxs y lxs pequeñxs productorxs de alimentos se enfrentan a crecientes dificultades para vender sus productos en tiempos de pandemia, mientras las grandes cadenas de supermercados siguen aumentando sus ingresos.

Actualmente, miles de agricultores en la India llevan más de 75 días en las calles exigiendo un precio de base justo para su cosecha. Están preocupados por la entrada de las grandes empresas agrícolas y los modelos de agricultura contractual, que reducirán aún más sus ingresos y, como consecuencia, no tendrán posibilidad de negociar. En muchos países se están produciendo protestas similares, lideradas por campesinos y pequeños productores de alimentos.

En el marco de la Declaración, los Estados  tienen que garantizar a los campesinos unos ingresos y unos medios de vida dignos, reforzando los mercados locales, nacionales y regionales de manera que los campesinos tengan un acceso y una participación plena y equitativa en estos mercados.

Mejorar el acceso de los pequeños productores de alimentos al mercado es una de las máximas prioridades de la Década de la Agricultura Familiar de la ONU a través de su Pilar 5.

En la misma línea, uno de los principales resultados de las recomendaciones del CSA sobre la conexión de lxs pequeños productores con los mercados es promover los mercados locales y territoriales

5- Permítanme concluir con una última palabra sobre cómo el covid-19 tiene un impacto en nuestra Libertad de Pensamiento, Opinión y Expresión. El conjunto de los procesos de convergencia política, incluido el plenario del CSA, se están llevando a cabo de forma virtual, creando grandes desigualdades para nosotros los campesinos y campesinas. Ello socava claramente nuestro derecho a la participación y nuestro derecho a la información.

Creo que uno de los principales objetivos que queremos alcanzar en esta Década de la Agricultura Familiar es hacer que se escuche la voz de lxs agricultorxs. ¡Así que déjennos hacer lo que mejor sabemos hacer!. 

¡Alimentemos a nuestros pueblos y  globalicemos la esperanza!

Foto: Amritabhoomi Photos by Ivan from 2020