Declaración Política del VII Congreso de la CLOC – La Vía Campesina
Revolución es sentido del momento histórico, es cambiar todo lo que debe ser cambiado, es igualdad y libertad plenas, es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos, es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos, es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional, es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio. Fidel Castro Ruz, 1 de mayo de 2000.
En la Habana, Cuba, en el 60 aniversario de la firma de la Ley de Reforma Agraria, a 27 años de la conformación de la CLOC y a 25 de su primer congreso Continental, nos reunimos 300 delegadas y delegados de organizaciones campesinas, indígenas, afrodescendientes, sin tierra, pescadores artesanales, pueblos originarios y trabajadores y trabajadoras agrícolas, jóvenes y mujeres provenientes de 30 países en representación de todas las regiones de América, representantes de La Vía Campesina Internacional de África, Asia, Europa y Norteamérica y más de 50 invitados internacionales para celebrar el VII Congreso Continental de la CLOC – Vía Campesina.
En el largo recorrido de unidad y articulación de las luchas continuamos reflexionando sobre el momento histórico y los desafíos del movimiento Campesino Internacional.
En un contexto caracterizado por la agudización de la disputa geopolítica y una ofensiva imperialista atacando a los gobiernos progresistas y criminalizando a los movimientos populares, promoviendo golpes de estado y desacreditando lideres de masas con mecanismos coordinados desde sectores militares, judiciales y grandes medios de comunicación violando los sistemas democráticos y los derechos humanos. Estados Unidos arremete peligrosamente para retomar la dominación sobre el territorio Latinoamericano y subordinar a los estados Nacionales a sus intereses geopolíticos y económicos causando hambre y pobreza, desatando una nueva etapa de la guerra cultural que pretende naturalizar el odio fascista y la discriminación. Millones de migrantes deben abandonar sus países por la falta de oportunidades, son privados de su derecho a migrar y sometidos a todo tipo de violaciones a sus derechos humanos en las fronteras del imperio.
La crisis climática se agudiza de la mano del desarrollo de la agricultura industrial y los altos niveles de consumo de los países que se autodenominan del primer mundo.
Este es el marco de las nuevas guerras de opresión y conspiración contra los gobiernos de los pueblos, particularmente contra Cuba, Nicaragua, Bolivia y Venezuela, el encarcelamiento de Lula, la persecución a Cristina Fernández de Kirchner entre otros. Declaramos nuestra solidaridad con el pueblo venezolano y con los pueblos en lucha.
Rechazamos la criminalización de los y las y los luchadores sociales y exigimos la libertad de los presos políticos de todo el continente.
Hacemos nuestras las reflexiones, análisis y contribuciones contenidas en la Declaración de la V Asamblea de Jóvenes y VI Asamblea de Mujeres.
Rechazamos el patriarcado, el racismo, el sexismo y la homofobia. Luchamos por sociedades democráticas y participativas, libres de explotación, discriminación, opresión y exclusión de las mujeres y los jóvenes. Condenamos toda forma de violencia doméstica, social, laboral, política, económica, psicológica e institucional hacia las mujeres.
El Feminismo Campesino y Popular es parte de nuestro horizonte estratégico, fortalece la lucha campesina y la construcción del socialismo. ¡Con Feminismo construimos Socialismo!
La participación y el protagonismo de la juventud en el Congreso y en nuestras organizaciones fortalecen las luchas y garantizan la continuidad.
Celebramos que después de 17 años de lucha, las Naciones Unidas haya aprobado y adoptado la Declaración de los Derechos Campesinos y las Campesinas, convirtiéndose en una herramienta Legal y estratégica para nuestras luchas, reconociendo el rol desempeñado por nuestro compañero Evo Morales en el trabajo y compromiso del Estado Plurinacional de Bolivia para garantizar un proceso amplio y participativo en el seno de la ONU que permitió que la declaración alcanzara consenso internacional.
Ratificamos nuestro compromiso de solidaridad permanente e incondicional con la Revolución Cubana. Condenamos el incremento de la guerra económica, el recrudecimiento del bloqueo genocida, inhumano, ilegal e inmoral impuesto por casi 60 años al pueblo cubano por el gobierno de los EEUU, así como la aplicación total de la Ley Helms – Burton por la actual administración norteamericana, exigiendo el fin de esta política.
Reafirmamos nuestro compromiso de luchar y exigir el cumplimiento de la proclama aprobada en la segunda cumbre de la CELAC en La Habana, de declarar a la América Latina y el Caribe como zona de PAZ. Así mismo exigimos al Estado colombiano el cumplimiento de los acuerdos y diálogos de paz.
Exigimos el respeto y la no injerencia en los asuntos internos y a la autodeterminación de los pueblos de nuestra América y en ese contexto, nuestro compromiso con el pueblo de Puerto Rico y su lucha contra la colonización.
Planteamos la tarea de profundizar de manera autocrítica las causas que han motivado la caída y retroceso de los gobiernos progresistas para fortalecernos y revertir la relación de fuerzas que hoy tenemos en el continente.
Continuamos recorriendo el camino retomado en La Habana en 2009, enriqueciendo un proceso de discusión, reflexión y síntesis desde nuestra memoria histórica de las luchas contra la colonización y la barbarie que desde hace más de 500 años libran los pueblos, los esfuerzos independentistas, las luchas de liberación, y las contribuciones teóricas clásicas y experiencias socialistas, los aportes de intelectuales latinoamericanos, con la certeza que nuestra propuesta no es ni calco ni copia sino la creación adecuada a la lucha de clases en nuestro momento histórico.
Ratificamos que nuestro plan de acción debe priorizar el trabajo de base y la organización popular, la formación política ideológica y el desarrollo de la comunicación popular para poder enfrentar al Agronegocio y la privatización de las semillas y avanzar hacia territorios libres de capital financiero, transgénicos y agrotoxicos, donde producción agroecológica forje la Soberanía Alimentaria respetando a la madre tierra.
Todas y todos coincidimos en la construcción del modelo Socialista que anhelamos, tenemos como reto principal el lograr la unidad de todas las fuerzas de izquierda y revolucionarias en cada país y en el continente y avanzar en la articulación de los movimientos sociales y los partidos políticos de izquierda, que garantice acumular fuerzas y quebrar la Hegemonía Neoliberal levantando la bandera de la integración de los pueblos y la construcción de la Patria grande, profundizando el internacionalismo y la solidaridad.
El VII Congreso de la CLOC que hoy concluimos constituye un punto de partida para desde nuestras organizaciones países y el continente hacer realidad la consigna que ha precedido este proceso:
¡Desde nuestros territorios, unidad, lucha y resistencia por el Socialismo y la Soberanía de los Pueblos!
¡Venceremos!
¡Viva la Unidad de los Pueblos!
¡Viva la solidaridad y la hermandad entre los pueblos!
¡Hasta la Victoria Siempre!
Esta entrada está disponible también en Français.