Boletín Nyeleni: Enfermedades emergentes y granjas industriales
Dentro del sistema alimentario industrial, la “seguridad” tiene que ver con la gestión de los altos riesgos creados por este modelo de producción de alimentos. Los alimentos se producen en campos de monocultivo o granjas industriales, con razas uniformes de plantas y animales que son altamente vulnerables a plagas y enfermedades. En este contexto, las enfermedades pueden crecer o mutar a formas más letales y, en el caso de los animales, transferirse a los humanos y propagarse a través de las cadenas de suministro corporativas. Para hacer frente a sus vulnerabilidades, los cultivos se modifican genéticamente o se rocían con pesticidas tóxicos, y los animales reciben antibióticos y medicamentos, lo que genera más peligros para la salud. Luego, gran parte de los alimentos son altamente procesados y vendidos en los supermercados, lo que provoca daños como diabetes y cáncer.
Los gobiernos y las corporaciones imponen cada vez más regulaciones y estándares para hacer frente a estos riesgos. Pero normalmente sólo reducen los excesos más graves, sin amenazar las ganancias corporativas, y son ajenos a los sistemas alimentarios basados en la ganadería tradicional, los mercados y la agroecología, donde los riesgos son bajos debido a la diversidad, el conocimiento local, la confianza y los circuitos de pequeña escala. Esas regulaciones se han convertido en una herramienta para ampliar el control corporativo y socavar los sistemas alimentarios saludables que continúan alimentando a la mayoría de la población del mundo y que son la única solución real a los daños del sistema alimentario industrial.
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