«Trabajamos para que sea la mujer quien tome sus decisiones, sin esperar a que el hombre lo haga por ella»
Entrevista con Ana Paula Tauacale · Presidenta de la Unión Nacional de Campesinos de Mozambique. Articulo publicado en el numero 24 de la revista Etxalde
Ana Paula Tauacale, es agricultora y líder de la Unión Nacional de Campesinos (UNAC) de Mozambique. El mes pasado visitó Euskal Herria de la mano de Mundukide Fundazioa, organización no gubernamental dedicada a proyectos de desarrollo en países del sur.
– ¿Qué actividades has desarrollado durante tu visita a Euskal Herria mediante Mundukide?
He participado en encuentros con mujeres de este país, mujeres campesinas. He participado en dos charlas y he visitado experiencias de campesinas. La experiencia de una campesina joven me pareció muy interesante, porque es una mujer joven que ha estudiado en la universidad y ella ha preferido instalarse en la agricultura. También visité el mercado de Arrasate y me pareció muy interesante que los campesinos cuenten con este tipo de espacios para la venta. También he mantenido un encuentro con la organización Mundubat.
¿Cuál ha sido el principal objetivo de tu visita?
El objetivo central de mi visita ha sido transmitir la experiencia de las actividades que desarrollamos en Mozambique en relación a las mujeres. Y también ha sido interesante ver las experiencas de las mujeres aquí.
¿Cómo es la situación de las mujeres mozambiqueñas?
Las mujeres mozambiqueñas, las mujeres rurales, tenemos una vida muy complicada. Los hombres nos usan como mano de obra. Un hombre se puede casar con 5, 6 ó 7 mujeres. Puede controlar la producción de estas mujeres y además comercializa esa producción. Todo tiene que ser del hombre. La mujer ni siquiera es consultada. Así, los hombres se casan con más mujeres para tener más trabajadoras. Esta situación, la verdad, ha marcado mucho a las mujeres de aquí cuando lo he contado en las charlas.
También he explicado en las charlas que en Mozambique hay un gran índice de analfabetismo, que es mayor entre las mujeres campesinas.
La UNAC como organización está luchando para cambiar esa situación.
En este momento, algunas mujeres que estamos dentro de la UNAC y que participamos en varias formaciones estamos emponderadas, estamos asumiendo liderazgos en la organización. Algunas mujeres son presidentas de las uniones provinciales, otras lo son de la unión de la zona.
La UNAC está tratando de emponderar a la mujer para que pueda tomar sus decisiones, para conseguir que la mujer defienda sus intereses, sus recursos naturales, defender su soberanía alimentaria. La mujer tiene que escoger, no esperar que el hombre lo haga por ella.
Por otro lado, el problema del acaparamiento de tierras es importanten en Mozambique, al igual que en otros muchos países de Africa.
El Gobierno nos decía que debíamos construir escuelas, maternidades, hospitales, mercados… todo esto es para convencer a la comunidad para que entregue la tierra. Tras entregar la tierra en un primer momento cortan los árboles, preparan el terreno, pero después no hay empleo. Las empresas dicen que si quieres empleo te tienes que ir a otro sitio. Las personas salen sin empleo, sin salario, sin nada y tienen que acudir a otras comunidades para buscarse su sustento.
También está el problema de la fumigación aérea, porque utilizan pequeños aviones para fumigar y esto produce intoxicaciones.
Es un grave problema, sobre todo para las mujeres, porque son quienes se ocupan de la crianza y se encuentran que han perdido la tierra, la casa… lo han perdido todo.
También trabajáis las alianzas con otras organizaciones sociales en defensa del campesinado local y la producción local.
La UNAC tiene relación con otras muchas organizaciones de Mozambique, porque esas otras organizaciones también precisan de la soberanía alimentaria. Se ha trabajado mucho con las organizaciones sociales en contra del proyecto Prosavana, un proyecto de las multinacionales que busca el acaparamiento de tierras.
La mayoría de la sociedad de Mozambique es campesina o desciende directamente de campesinos. Estas personas quieren que la tierra de sus padres y abuelos se conserve.
La experiencia nos demuestra que las multinacionales ocupan grandes extensiones de tierra para enviar toda la producción fuera del país, no se consume en Mozambique.
No es que no queramos ayuda, queremos mucha ayuda, pero queremos ayuda sostenible, que beneficie al propio campesino. Los proyectos que se presenten por parte del Gobierno o las empresas deben basarse en que la producción sea campesina, con semillas y trabajo local para poder comercializarla a nivel local.
Lo que no tiene sentido es que los campesinos se pongan a producir soja para la exportación y dejen de cultivar mijo, mandioca…
En julio de 2017 Euskal Herria acogerá la VII Conferencia Internacional de la Vía Campesina. En 2008 organizasteis la V Conferencia en Maputo, Mozambique. ¿Qué recuerdo tienes?
La Conferencia de la Vía Campesina supone mucho trabajo. Por ejemplo la cuestión de la comida es muy importante, porque llegan gentes de los cinco continentes con sus costumbres. Hay veganos, hay quien no come cerdo, hay infinidad de particularidades que se deben tener en cuenta.
Es una responsabilidad muy grande, pero también una gran oportunidad. En nuestro caso supuso un ejemplo frente al Gobierno porque llegaron a Maputo más de 500 personas de todo el mundo. Nos ganamos un reconocimiento a nivel local por ser capaces de organizar aquel evento y ser partícipes de la Vía Campesina.