REPORTE: La Policía Abre Fuego sobre Campesinos en Lombok, Indonesia
Reporte de la delegación a Indonesia de la Red de Investigación Acción sobre la Tierra (LRAN)
En la mañana del 18 de septiembre, 2005, aproximadamente a las 9:00AM, las fuerzas policíacas indonesas dispersaron violentamente una reunión pacífica de alrededor de 1000 campesinos en la aldea Tanah Awuk en Lombok central, Indonesia. Los campesinos se habían reunido para iniciar una semana de actividades para conmemorar el Día Nacional del Campesino el 24 de septiembre. Más de 300 invitados, incluyendo estudiantes, miembros de Serikat Tani NTB (el sindicato campesino local) y campesinos de 12 otras provincias se esperaban en la reunión. También se había invitado a una delegación internacional compuesta de líderes campesinos de La Vía Campesina, especialistas en derechos humanos e investigadores de la Red de Investigación Acción sobre la Tierra (LRAN), que estaba en Lombok para asistir al Simposio Nacional sobre la Reforma Agraria organizado por la Federación Indonesa de Sindicatos Campesinos (FSPI). Después de haber otorgado inicialmente un permiso para la reunión y luego haberlo retirado misteriosamente a última hora, la policía regular y las fuerzas especiales (Brigada Móvil) de la policía arribaron con un vehículo con cañón de agua, sellaron el acceso al área y ordenaron que la reunión se dispersara. Los campesinos, que eran del área local, no estaban armados y se encontraban reunidos pacíficamente frente a un escenario sencillo que habían levantado para la reunión.
Según testigos y periodistas, la policía atacó sin previa provocación a la multitud que incluía mujeres y niños, rociándolos con gas lacrimógeno y disparos, principalmente con balas de hule y de plástico, pero también con algunas de metal que estaban intercaladas entre las otras (esto fue evidente al examinar más de 60 cartuchos quemados y no quemados que se colectaron en el sitio del ataque). Treinta y tres campesinos fueron heridos, 27 de ellos con heridas de bala y los demás por golpizas policíacas. Los heridos por balas incluían por lo menos un niño y dos mujeres. Más de 10 campesinos fueron arrestados, incluyendo los que fueron detenidos en el sitio así como otros que estaban entre los heridos y que luego fueron arrastrados de sus camas en el hospital local más tarde en el día. La policía luego emitió órdenes de captura para otros líderes campesinos, y la situación sigue siendo muy tensa.
La delegación de más de 300 personas principalmente de Indonesia, mas los internacionales, fue detenida en Praya en el sub-distrito de Lombok central (aproximadamente a 15 kilómetros de Tanah Awuk) por la policía y no se le permitió proceder hacia Tanah Awuk. Para ese entonces, la reunión ya había sido dispersada violentamente. La policía local negó a quienes fueron arrestados el acceso a abogados, periodistas y defensores por razones de seguridad.
Las imágenes de video que fueron transmitidas repetidamente durante toda la semana en la televisión nacional indonesa incluían tomas aterradoras de una mujer indefensa siendo arrastrada violentamente una distancia de 30 metros a través de un terreno escabroso por dos policías que corrían, y de un hombre que sangraba profusamente de la cabeza siendo arrojado con fuerza contra una camioneta por un policía que lo sujetaba del pelo.
Los campesinos locales de Tanah Awuk habían planeado utilizar la reunión con la delegación indonesa e internacional para discutir sus luchas constantes desde 1995 contra la construcción de un aeropuerto internacional y para prevenir la confiscación de sus tierras para dicho proyecto.
El mes pasado, los campesinos locales realizaron manifestaciones para protestar la llegada del presidente indonés Susilo Bambang Yudhoyono al área Tanah Awuk para asistir a la ceremonia de inicio de excavación que marcaría el comienzo de la construcción del aeropuerto, suspendida por tanto tiempo. La FSPI también organizó protestas en Yakarta frente al Palacio Presidencial y la Comisión Nacional de Derechos Humanos así como reuniones con el Parlamento Nacional en contra de la ceremonia de inicio de la obra. El gobierno de Yudhoyono recientemente emitió una regulación gubernamental permitiendo que el estado expropie tierras destinadas a la construcción de instalaciones públicas, aun cuando no se haya llegado a un acuerdo con los agricultores que viven en esas tierras. La regulación estipula 21 tipos de proyectos de desarrollo—incluyendo aeropuertos—que permiten la confiscación de tierra. Este nuevo decreto ha provocado preocupaciones públicas y protestas en toda Indonesia debido al temor que sólo intensifique la práctica ya común de desalojo arbitrario para la realización de proyectos que típicamente tienen más que ver con la especulación de tierras y con esquemas de desarrollo turístico, que con las necesidades de las poblaciones locales. Lombok ya posee un aeropuerto atractivo y moderno, que sólo requeriría una modesta ampliación de las pistas de aterrizaje para acomodar vuelos internacionales. Disputas de tierra de este tipo son muy comunes en Indonesia, con muchos casos de desalojo arbitrario y expropiaciones de tierra por parte del gobierno o inversionistas privados. En este caso, la construcción del aeropuerto aparentemente involucra una gran inversión privada de Europa y está ligada a planes de construir instalaciones lujosas para jubilados extranjeros adinerados. En otras palabras, el gobierno indonés está aplicando el principio de interés público para beneficiar intereses privados.
La confiscación y expropiación de tierras, los desalojos forzosos y la reubicación de comunidades locales para dar paso a grandes proyectos de infraestructura (como represas, autopistas, fábricas, aeropuertos, etc.), turismo y viviendas de lujo, es lugar común en toda Asia. Conforme la influencia y el poder del capital privado en las políticas y economía nacionales aumenta, los gobiernos en la región asiática usan cada vez más el principio de interés público para expropiar tierras para realizar proyectos privados o públicos-privados. Las comunidades arraigadas en el área en cuestión son o reubicadas con mínima o nula compensación económica y/o pierden tierras cruciales para su supervivencia y subsistencia, prácticamente sin posibilidades o apoyo para un resarcimiento legal. Cuando las comunidades afectadas resisten, los inversionistas—frecuentemente con la confabulación de la policía—no sienten mayor remordimiento de consciencia en contratar matones para intimidar a la gente local y para generar divisiones y conflictos dentro de las comunidades afectadas. Muchas de las tierras que se pierden para proyectos de infraestructura son tierras agrícolas fértiles de alta calidad, así como tierras de gran valor ecológico y de biodiversidad terrestre y marítima. Las pérdidas de tierra de ese tipo tienen implicaciones de largo plazo para la seguridad alimentaria, económica y social de las comunidades locales que, una vez despojados de su única fuente de subsistencia, son abandonados a las veleidades del mercado en ambientes inhospitables donde deben satisfacer sus necesidades más básicas.
El Secretario General de la FSPI, Henry Saragih, expresó indignación sobre el plan de construcción del aeropuerto en Lombok porque será construido en tierras campesinas productivas: “Está fuera de lugar que el gobierno local de Nusa Tenggara Occidental y las otras partes interesadas en la construcción del aeropuerto impulsen su plan en tierras fértiles, el único medio de vida de los campesinos de Lombok Central.”
A pesar de la abundancia de tierra fértil en la isla y el hecho de que toda la tierra disponible se use para la agricultura, la provincia de Nusa Tenggara Occidental—de la cual Lombok forma parte—tiene un problema serio de desnutrición infantil, con una enorme cantidad de víctimas de marasmo-kwarshiorkor. Escribiendo para el periódico Post de Yakarta el 20 de junio de 2005, Tejo Pramono pregunta, “¿Cómo es posible que la desnutrición ocurra en un lugar como Indonesia donde, como país agricultor, vastas tierras fértiles están disponibles para la producción de una gran diversidad de alimentos… Debe de haber un fracaso fundamental en las políticas del sistema alimentario ya que la mayoría de casos de desnutrición ha ocurrido entre familias agricultoras; aquéllas que producen alimentos.” Pramono tiene razón de que hay un fracaso político fundamental, pero el fracaso va mucho más allá del sistema alimentario. En el caso de Lombok, parece ser un fracaso en la políticas económicas y de desarrollo que favorece los intereses y las ganancias de las élites en lugar de la protección de la capacidad de las comunidades locales para alimentarse.
Los especialistas en derechos humanos que fueron consultados acerca de este incidente aseveraron que es una grave violación de varios derechos humanos reconocidos internacionalmente, incluyendo el derecho a la integridad física y el derecho a la asamblea pacífica. También señalaron que la remoción violenta de individuos heridos de un hospital está estrictamente prohibida bajo ley internacional. La Vía Campesina y la FIAN (una red internacional de derechos humanos que se especializa en asuntos rurales) han dicho que registrarán una protesta oficial del incidente ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra. Es interesante notar que Indonesia actualmente ocupa la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos, a pesar de no haber ratificado tratados internacionales importantes de derechos humanos.
Juana Ferrer, una líder campesina de la República Dominicana, dijo: “Es una vergüenza que el gobierno desaloje campesinos de sus tierras, destruyendo la producción de alimentos en Lombok, mientras que esta es una región donde el hambre está aumentando entre los campesinos sin tierra que carecen de acceso a alimentos.” Según Henry Saragih, Secretario General de la FSPI y Coordinador Internacional de la Vía Campesina, “No podemos aceptar el comportamiento criminal del gobierno local y la policía, que le dispara a campesinos sin razón y no nos permite reunirnos para recibir a la delegación internacional de la Vía Campesina.”
Los autores de este reporte son todos investigadores que estudian asuntos de la tierra alrededor del mundo. Aunque no solemos hacer denuncias políticas como Red de Investigación Acción sobre la Tierra (LRAN), nuestra cercanía a los sucesos (íbamos camino a la reunión cuando la policía le disparó a la gente) no permite que permanezcamos en silencio. De la manera más enfática posible unimos nuestra voz a la protesta en contra de esta supresión brutal e injustificada de una asamblea pacífica. También estamos muy preocupados por el problema constante de confiscaciones de tierra inexcusadas para la realización de proyectos de infraestructura innecesarios.
Los palos y las piedras son mala justificación para el uso de municiones, de intimidación continua y falta del debido proceso legal. No puede haber justificación alguna para un ataque armado por parte de las fuerzas policíacas en contra de civiles desarmados que defienden sus derechos. En Asia, los campesinos aún producen gran parte de los alimentos y cuidan de la riqueza ecológica colectiva. Atacar a los campesinos es atacar a la sociedad, y esto debe ser condenado por todos de la manera más dura posible.
Miembros de la Delegación de LRAN en Lombok, Indonesia
Shalmali Guttal, Enfoque en el Sur Global, Tailandia
Peter Rosset, CECCAM-México, CENSA-EUA y la Universidad de California en Berkeley, EUA.
Kingkorn Narintarakul Na Ayuthaya, Fundación de Desarrollo del Norte, Tailandia
Mary Ann Manahan, Enfoque en el Sur Global, Filipinas