Mujeres rurales aumentan los niveles de educación, pero continúan sin trabajo remunerado
El proyecto denominado “Conociendo a las Mujeres Rurales Jóvenes de América Latina” realizó evaluaciones en Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Perú y Nicaragua con el propósito de conocer las expectativas de las mujeres rurales jóvenes.
Las mujeres rurales entre 14 y 35 años que viven en América Latina tienen ahora más educación que sus antecesoras, pero siguen desempeñando trabajos familiares sin recibir remuneración, de acuerdo con un informe del programa regional Nuevas Trenzas.
El proyecto denominado “Conociendo a las Mujeres Rurales Jóvenes de América Latina” realizó evaluaciones en Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Perú y Nicaragua con el propósito de conocer las expectativas de las mujeres rurales jóvenes.
Ese segmento poblacional en los países donde trabaja Nuevas Trenzas representan 5.6 millones, de esas el 19.1% vive en Nicaragua.
“Estudian tanto o más que los hombres, pero a pesar de que son mujeres muy preparadas con tantos años estudiados como los hombres, este capital que se ha generado no es aprovechado”, manifestó el investigador del Instituto de Estudios Peruanos, IEP, Raúl Hernández Asencio.
Más del 80% de las mujeres rurales en los seis países analizados tuvieron un mayor acceso a los servicios de salud, algo diferente a lo que ocurría hace veinte años.
En Nicaragua el número de años de educación promedio aumentó a 3.6 años en mujeres rurales jóvenes de 26 a 35 años. Aquellas mujeres que tienen entre 18 y 25 años están cursando un promedio de 4.7 años de estudio.
“La tasa de analfabetismo es menor conforme disminuye la edad entre los grupos”, señaló la investigadora del Instituto de Investigación y Desarrollo, Nitlapán, Ligia Gómez.
El análisis en Nicaragua se centró en las comunidades de San Lucas y Rama Kay, en Madriz y el Caribe Sur, respectivamente, precisó Gómez.
Según el informe, uno de los retos que enfrentan las mujeres rurales es el acceso a las nuevas tecnologías de la información y comunicación.
Fuente: El Nuevo Diario