Mujeres paraguayas entregan carta abierta al Ministro de Agricultura
En este día emblemático en que se recuerda la lucha de las mujeres de la clase trabajadora, las organizaciones convocantes nos dirigimos al Ministro de Agricultura y Ganadería, Jorge Gattini, a través de esta carta abierta, en los siguientes términos:
Desde los movimientos campesinos e indígenas y organizaciones de la sociedad civil, tenemos la firme convicción de que nuestra lucha no tiene fronteras. Los mismos problemas que enfrentamos en el campo y la ciudad se pueden sentir también en la región y en otras zonas muy pobres del planeta, donde no queda más que organizarse en torno a un objetivo, tomar las calles y salir en busca del buen vivir para nuestros pueblos.
Las mujeres hemos acompañado desde hace más de un siglo estas luchas. Hemos dejado la chacra para unirnos a la movilización y levantar banderas de protesta; hemos dejado la comodidad del hogar para solidarizarnos e indignarnos; tomamos en brazos a nuestros bebés para amamantarlos mientras realizamos cortes de ruta, en procura de conquistar derechos que nos han sido, y nos siguen siendo, negados por ser mujeres, por ser pobres, por ser campesinas o indígenas.
Pero no se confunda usted, señor Ministro Jorge Gattini: las mujeres del campo decidimos marchar por las reivindicaciones del sector no por una cuestión ideológica, no por estar radicalizadas, como a usted le gusta decir. Marchamos porque estamos convencidas de que este modelo de producción que usted tanto celebra está destruyendo nuestro tekoha, nuestro planeta. Y déjenos citarle algunas de las consecuencias, las más directas, porque al parecer usted, siendo técnico y teniendo tan altos estudios, no está enterado: este modelo que beneficia a las transnacionales del agronegocio nos está dejando sin tierras, nos está dejando sin salud, sin cultura ni identidad propia, nos está arrebatando las semillas nativas y criollas que plantamos para sobrevivir y consumir; está dañando a nuestros hijos e hijas ya desde su crecimiento en el vientre, los deforma, los mata.
Así es, señor Ministro: este modelo que usted aplaude está matando a la población en el campo. Ahora anímese una vez más, pero frente a las mujeres que han perdido a sus hijos, a sus hermanos, a sus compañeros de vida; anímese a repetir delante de ellas, desconsoladas, impotentes, que sus familiares han muerto por voluntad propia al inhalar agrotóxicos, ¡que se han suicidado!
¿No conoce a un niño llamado Silvino Talavera? Tenía 11 años, señor Ministro, cuando salió de su humilde ranchito ocupado por su madre para ir a la despensa. Fue en Pirapey en el año 2003. En el camino, un tractor fumigador lo bañó con agrotóxicos, porque toda su comunidad estaba rodeada de sojales. Murió poco después en medio de una agonía indescriptible.
Usted, señor Ministro, pareciera que no tuviera madre, no tuviera hijas o hijos, al afirmar que los casos de intoxicación y muerte que se producen a causa de la exposición a los agrotóxicos se deben a un afán suicida de los campesinos. Esos campesinos, esas campesinas o indígenas que han sido víctimas de agrotóxicos, sepa usted, no conocen la tranquilidad de la tumba porque este sistema les quita incluso el descanso eterno, se burla de ellos a través de personas que, como usted, defienden los intereses de los grandes saqueadores de nuestros bienes comunes y nuestras esperanzas.
Por eso, hoy, en el día internacional de las mujeres trabajadoras, gritamos con fuerza nuestro repudio absoluto a sus palabras y su gestión pro-sojera. Rechazamos las políticas neoliberales del gobierno de Horacio Cartes y anunciamos nuestra adhesión innegociable a la huelga general del 26 de marzo, para recuperar nuestra patria y por la justicia social.
Le exhortamos, desde el sentido común y nuestro arandu ka’aty, a reflexionar de dónde procede el alimento que se sirve en su mesa y esperamos que se retracte de sus palabras porque son hirientes y ofensivas contra los que han alimentado y cuidado el mundo durante siglos: los campesinos, las campesinas y los pueblos indígenas.
¡Silvino vive, la lucha sigue!
Por la tierra y por la vida ¡Ñamosêke Monsanto!
En este Día Internacional de las Mujeres, recordando a las mujeres trabajadoras que fueron asesinadas por no someterse a la explotación, decimos que estamos y continuaremos.
¡En la lucha, con derechos, sin violencia!
Firman:
Aireana- Grupo por los derechos de las lesbianas
Asociación de Empleadas del Servicio Doméstico del Paraguay – ADESP
Asociación de Mujeres Artesanas Nivachei
Asociación Panambí
Asociación Tatarendy
Asociación de Vendedores Ambulantes del Microcentro – AVICAM
Base Educativa y Comunitaria de Apoyo – BECA
Campaña por la Convención Interamericana de los Derechos Sexuales y los Derechos Reproductivos – Alianza Paraguay
Católicas por el Derecho a Decidir – CDD Paraguay
Centro de Documentación y Estudios – CDE
Centro Paraguayo de Teatro – CEPATE
Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay – Codehupy
Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer – CLADEM Paraguay
Coordinadora Nacional de Organizaciones de Mujeres Trabajadoras Rurales e Indígenas – CONAMURI
Coordinación de Mujeres del Paraguay – CMP
Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Populares – CNOCIP
Departamento Mujer de Paraguay Pyahurã
Equipo Feminista de Comunicación – EFC
Estudiantes por el Derecho a la Educación
Federación de Mujeres del Paraguay – FMP
Foro por el Derecho a la Educación
Fundación Vencer
Kuña Pyrenda
Las Ramonas
Marcha Mundial de Mujeres, Capítulo Paraguay
Movimiento por el Derecho a la Salud – MDS
Organización de Mujeres Trabajadoras Sexuales del Paraguay “Unidas en la Esperanza” – UNES
Organización de Lucha por la Tierra – OLT
Panambi – Asociación de travestis, transexuales y transgéneros del Paraguay
Semillas para la Democracia
Secretaría de Género del Partido de la Participación Ciudadana – PPC
Sindicato Nacional de Trabajadores de Telecomunicaciones – Sinattel / CUT-A
Unidas por un mismo ideal – OPUMI
ALAMES Paraguay