#FreeWaldenBello: ¡Decir la verdad al poder no es un delito!
(Bagnolet, 12 de agosto de 2022) La Vía Campesina condena la reciente detención de Walden Bello por las declaraciones que hizo durante la campaña electoral sobre la supuesta implicación de un antiguo colaborador de la vice-presidenta filipina, en una redada antidroga realizada en noviembre de 2021 por la Agencia Antidroga de Filipinas (PDEA) en la provincia de Davao de Oro. El movimiento campesino internacional se suma a Focus on the Global South para pedir su inmediata liberación de la custodia policial y el retiro de todos los cargos en su contra. También pedimos la despenalización de la difamación y la ciberdifamación, que en ocasiones se han utilizado, como en este caso, para socavar la libertad de expresión. Hay que recordar a las autoridades que estas libertades, al estar consagradas en la Constitución filipina, son fundamentales y, por tanto, deben tener primacía: sin ellas, los demás derechos no pueden realizarse. Decir la verdad al poder no es un delito.
A continuación, la declaración emitida por Focus on the Global South.
Nosotros, en Focus on the Global South, condenamos de la manera contudente la detención de nuestro director fundador y copresidente de la junta directiva, el Dr. Walden Bello, por los cargos de difamación y ciberdifamación presentados por Jefry Tupas -ex ayudante de la actual vicepresidenta Sara Duterte- a raíz de las declaraciones realizadas por el Dr. Bello durante la campaña electoral en relación con la supuesta implicación de Tupas en una redada antidroga realizada en noviembre de 2021 por la Agencia Antidroga de Filipinas (PDEA) en la provincia de Davao de Oro.
Ayer, 8 de agosto, la orden se emitió alrededor de la hora del almuerzo en Davao y se transfirió electrónicamente por correo electrónico al distrito policial de Quezon City (QCPD). La orden se notificó unos minutos después de las 16.00 horas de ayer y el Dr. Bello fue detenido en su residencia de la ciudad de Quezon. Como la detención se produjo a última hora de la tarde, el equipo jurídico del Dr. Bello no tuvo tiempo de pagar la fianza, ya que las oficinas del gobierno habían cerrado por el día. Como resultado, el Dr. Bello pasó la noche detenido en la sede de la policía en Karingal.
Hoy, 9 de agosto, aunque Walden ha sido puesto en libertad provisional bajo fianza, se ha informado de retrasos en la firma de la orden de puesta en libertad (más información y actualizaciones sobre el arresto y la detención del Dr. Bello aquí).
Hay que tener en cuenta que todavía estamos en medio de la pandemia, los casos diarios aumentan y la gente sigue siendo vulnerable a la transmisión. El propio Dr. Bello estaba empezando a recuperarse de la COVID-19 cuando se emitió la orden de detención en su domicilio. En general, el momento de su detención y los retrasos en la firma de la orden de liberación no tienen en cuenta las vulnerabilidades creadas por la pandemia y el estado del Dr. Bello.
Las acusaciones y la detención del Dr. Bello son claramente actos de persecución política destinados a intimidar, humillar y reprimir la disidencia. La difamación y la ciberdifamación han sido utilizadas repetidamente como armas por los gobernantes para silenciar a quienes exigen verdad, justicia, libertad y derechos humanos.
El propio Dr. Bello ha sido un intrépido defensor de la democracia, la justicia social y los derechos humanos durante varias décadas. Como académico activista, ha estado en la vanguardia de la denuncia de las injusticias generadas por los sistemas políticos y económicos dominados por las élites, tanto en Filipinas como a nivel internacional. Su llamamiento a la transparencia en la redada antidroga de la PDEA de noviembre de 2021, en la que presuntamente estuvo implicado Tupas, es coherente con su postura de impulsar la justicia y la rendición de cuentas en la llamada “guerra contra las drogas” iniciada por la administración Duterte. Desde 2016, el Dr. Bello ha argumentado que el enfoque violento del gobierno que busca estrechamente eliminar a los presuntos consumidores y traficantes de drogas no abordará la causa principal del problema de las drogas. Por exigir simplemente la verdad, el Dr. Bello fue detenido injustamente.
A la luz de estos hechos, pedimos que se retiren los cargos contra el Dr. Bello. También pedimos la despenalización de la difamación y la ciberdifamación, ya que el delito de difamación se ha utilizado a menudo para socavar la libertad de expresión y de prensa y se ha utilizado como arma contra los opositores políticos. Hay que recordar a las autoridades que estas libertades, consagradas en la Constitución filipina, son fundamentales y, por tanto, deben tener prioridad: sin ellas, los demás derechos no pueden hacerse realidad.
Por último, hacemos un llamado a la sociedad civil y a los movimientos sociales para que continúen vigilantes, ya que esperamos que las élites gobernantes adopten el mismo enfoque, e incluso uno más intenso y sistemático, para reprimir los derechos y libertades básicas de los ciudadanos de a pie. Las acusaciones de difamación y ciberdifamación contra el Dr. Bello no son sólo una batalla legal, sino sobre todo política, y es uno de los muchos casos de represión que tendrían graves consecuencias para el estado de nuestra ya frágil democracia. Por ello, debemos seguir forjando solidaridades más fuertes para hacer valer los derechos de los filipinos de a pie en medio de estas amenazas y represalias. También expresamos nuestra gratitud a la comunidad internacional que ha expresado su apoyo al Dr. Bello y ha condenado su detención.
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