El Seminario Internacional de La Vía Campesina debate sobre la diversidad sexual y de género
Los debates pusieron de manifiesto la importancia de la diversidad sexual y de género en las diferentes culturas y contextos sociales de las organizaciones de los cinco continentes
Los participantes en el seminario proceden de varios movimientos de base que forman parte de La Vía Campesina en los cinco continentes.
Foto: Vía Campesina Brasil
Con más de un centenar de participantes, representantes de organizaciones populares campesinas de los cinco continentes, La Vía Campesina celebró este martes (14/12) el Seminario Internacional de Formación sobre Diversidad Sexual y de Género, a través de una plataforma virtual.
“Mi hombría es aceptarme diferente, porque ser cobarde es ser mucho más duro… Hay tantos niñes que nacerán con las alitas rotas y quiero que vuelen… Somos mujeres, somos fronteras… somos lesbianas… somos fuerzas, no caminamos solas… somos LGBTI+, somos fuerzas, no caminamos solas…. Somos LGBTI+, somos fuerzas, no caminamos solas”, anunció la mística, liderada por miembres del Colectivo LGBT del MST, denunciando la discriminación de las personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales (LGBTI+) en el campo y destacando la importancia de la lucha por la inclusión y la visibilidad de la diversidad sexual y de género en las organizaciones de la Vía Campesina y en la sociedad.
Con la intención de ampliar los debates, el aprendizaje y el intercambio de experiencias en torno a los derechos de las personas LGBTI+ y la diversidad sexual, el seminario contó con la participación de activistas y líderes de diversos movimientos campesinos, que pusieron de manifiesto sus diferencias culturales, sexuales y de género en cada contexto social e histórico.
La actividad se desarrolló en dos bloques: inicialmente, algunos líderes de organizaciones de la Vía presentaron debates generales en torno al tema y a cómo se ha abordado la cuestión en estos movimientos populares. En el segundo bloque, se dieron debates entre las regiones para reflexionar sobre las líneas de actuación en torno al tema a desarrollar.
En la apertura de la actividad, Jaime Amorim, representante de La Vía Campesina y dirigente del MST en Pernambuco, dijo que los movimientos populares están pasando por momentos difíciles en varios continentes, como Brasil, con gobiernos que difunden una política de odio y discriminación contra las personas LGBTI+, las mujeres y la diversidad de género. Por eso es esencial la lucha por los derechos y la visibilidad de estas personas.
Jaime Amorim, representante de La Vía Campesina y dirigente del MST. Foto: Archivo personal
“Vivimos un momento de retroceso político, en el que los gobiernos fomentan los prejuicios contra les jóvenes, les negres, les indies, las mujeres y les LGBTI+. Pero también es el momento de rehacer y repensar las luchas desde la búsqueda de la inclusión y el respeto a todas las individualidades presentes en la sociedad”, dijo.
Según él, en algunas organizaciones y continentes, las organizaciones de La Vía Campesina todavía se enfrentan a varios desafíos en torno al debate y los derechos del público LGBTI+, incluso a la vida de estas personas, como ocurre en algunos países africanos. En este contexto, señala que el principal reto de La Vía Campesina es contribuir a impulsar la organización de colectivos que den visibilidad a la diversidad sexual y a las distintas individualidades.
“Es en las diferencias donde construiremos el nosotres y nuestras individualidades, reafirmando la fuerza política de nuestras organizaciones. Es hora de organizarse y dar visibilidad a las individualidades dentro de nuestras organizaciones y en la sociedad. Queremos aumentar la visibilidad sobre la diversidad de género y sexual, con la inclusión en el estatuto de La Vía Campesina. La principal tarea es demostrar que tenemos la fuerza para construir el Colectivo LGBTI+ en todas las organizaciones y continentes de La Vía Campesina”.
Alessandro Mariano, de la Dirección Nacional del MST y miembro del Colectivo LGBTI+ de La Vía Campesina Brasil, que ya tiene dos años de existencia, explica que este año se está construyendo la articulación LGBTI+ en la CVL de América del Sur y la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones Campesinas (CLOC), con la participación de Paraguay, Argentina, Uruguay, Ecuador, Colombia, Nicaragua.
“Estamos en un proceso de reafirmación de nuestra existencia como LGBTI+ en el campo, entrelazada con las luchas y resistencias campesinas, afirmando el ser LGBTI+ como identidad política, rompiendo con la invisibilidad, pero también reafirmando que el campo es nuestro lugar para estar, existir y amar sin miedo”, dijo.
Diversidad sexual e identidad de género
Mariano también explicó que el concepto de diversidad sexual e identidad de género señala que los seres humanos, además de ser diversos por su cultura, lengua y religiones. Son diversos en relación con la sexualidad y la identidad social. “Somos diversos también en nuestro género humano, porque se puede ser hombre, mujer…, pero también transgénero y no binario… somos naturaleza…, pero somos ser social, tenemos nuestro intelecto. Y lo que entendemos como hombre, mujer es una construcción social e histórica, no está determinado”.
Alessandro Mariano, de la Dirección Nacional del MST y del Colectivo LGBTI+ de Vía Campesina Brasil. Foto: Archivo personal
En cuanto a la identidad de género, el dirigente subraya que se trata de un proceso de autodefinición, en el que cada individuo se reconoce a sí mismo y desea ser reconocido socialmente, independientemente de su sexo biológico, y puede identificarse como mujer, hombre o una combinación de ambos, o no verse en estas dos posibilidades. “Una de las identidades de género es la del transexual, hombres o mujeres que tienen una identidad de género diferente a la definida al nacer por el sexo biológico y que desean vivir y ser aceptados, reconocidos como lo son”, señala.
Por lo tanto, para que la gente pueda vivir y amar libremente en el campo, sembrando la tierra y produciendo alimentos sanos, así como para superar todas las formas de violencia, que pasan por la LGBTIfobia, el machismo, el racismo y todas las relaciones, es necesario que los movimientos populares avancen en los debates y luchas en torno a estas agendas, evalúa Mariano.
“Nuestras organizaciones y luchas tienen que permitir que las LGBTI+ y las cuerpas y sexualidades disidentes de les campesines tengan derecho a la vida, al amor y a la felicidad en la tierra. En el proyecto del campo, en la soberanía alimentaria, en la lucha por la liberación de la gente de la tierra, que defendemos, es necesario incluir toda la diversidad del campo”, concluye.
Continente africano
Davine Witbooi, del Movimiento de los Sin Tierra (LPM) de Sudáfrica, al participar en el seminario, explicó que el debate sobre la diversidad sexual en África se enfrenta actualmente a muchas dificultades, debido al silenciamiento de las normas de género no heterosexuales. Esto no ocurría antes de la colonización, ya que la diversidad sexual formaba parte de las culturas. “En África, antes de la colonización, se respetaba la diversidad sexual: tener más de una pareja era normal y esperable. Hoy la gente no lo acepta. Por ejemplo, en Uganda la pena para quien sea sorprendido cometiendo un delito sexual es la cárcel. Y en los países de África Oriental, pertenecer a este grupo está prohibido y la pena es de cadena perpetua”, afirma.
Davine Witbooi, del Movimiento de los Sin Tierra (LPM) de Sudáfrica. Foto: Archivo personal
Por ello, Davine considera esencial que La Vía Campesina amplíe el debate del Colectivo LGBTI+ entre las organizaciones del continente africano. “Necesitamos más aliados para defender los derechos LGBTI+ en esta región. Incluir esta discusión en el debate general de La Vía Campesina. Abrir esta discusión y tener un espacio seguro dentro de nuestro movimiento y en los contextos globales de La Vía. Las personas con diferentes identidades sexuales son humanas y deben ser respetadas”.
La situación no es diferente en el Congo, donde Albert Bahana cuenta que, incluso con el colectivo LGBTI+ organizado, sigue habiendo mucha discriminación. En este sentido, señala la necesidad de que Vía Campesina desarrolle más campañas para contribuir a la lucha contra la discriminación y la lucha por la diversidad sexual y de género en el continente africano.
Continente asiático
Nikar Yen-ling Tsai, de Yilan (Taiwán), una mujer cisgénero y bisexual de 46 años, miembro de la Granja Feminista Landdyke, una granja de género no binario fundada en 2012 con el objetivo de servir de modelo, proporcionando a las mujeres habilidades y fuerza para convertirse en agricultoras preservadoras del medio ambiente. En esta granja las mujeres lesbianas producen arroz, manzanas, caquis y cítricos.
Nikar Yen-ling Tsai, de la Granja Feminista Landdyke de Taiwán. Foto: Archivo personal
Nikar, señaló que la finca se formó gracias a cinco increíbles agricultoras que fueron las cofundadoras, y con esta acción ha aumentado la visibilidad y el respeto por las agricultoras lesbianas en Taiwán, ya que cultivan la diversidad sexual y de género y la biodiversidad al mismo tiempo. Cree que el pensamiento no binario es el camino “y sin duda, la agricultura familiar debería ser la columna vertebral de la agricultura, especialmente cuando el crecimiento de la tasa de beneficios de la agricultura en las últimas décadas ha traído monocultivos y desempleo al campo mundial”. Sin embargo, es igualmente importante criticar lo que entendemos por “agricultura familiar” y sus posibles efectos de exclusión y marginación de las personas de género no binario y de las que evitan el modelo patriarcal de familia”.
Para la integranta de la Finca Feminista de Landdyke, la existencia del género no binario puede ayudar a pensar de forma creativa en las crisis, a forjar alianzas más improbables y, “tal vez, al hacerlo, podamos lograr una agricultura y unos sistemas socioeconómicos más inclusivos”. Y destaca la importancia de que La Vía Campesina esté siempre a la vanguardia de este cambio, haciendo posible acreditar que otro mundo sí es posible, con la inclusión de LGBTI+.
Participación de las mujeres e igualdad de género
Sônia Vidal, del Sindicato Galego, que también forma parte de Vía Campesina, presentó un relato histórico de la construcción en torno a la articulación de las mujeres y el debate sobre la igualdad de género en la entidad. “En 1992, cuando comenzó la Vía Campesina, no había participación de las mujeres. La Comisión de la Mujer se consolida en 1996 en la segunda conferencia. En el año 2000 se celebró la primera Asamblea de Mujeres que, partiendo de la soberanía alimentaria, incluyó el debate de la igualdad de género y de los derechos. En 2008 se lanza oficialmente la campaña “No más violencia contra las mujeres”, un compromiso que ha ido construyendo nuevas relaciones humanas”, dijo.
Sônia Vidal, del sindicato gallego. Foto: Archivo personal
También comentó cómo ha sido la inserción del debate LGBTI+, que ha ido avanzando en la organización. “En 2007 se definió la construcción de nuevos espacios de género, para gays, lesbianas… El sistema patriarcal que vivimos afecta a todos. Para avanzar necesitamos ser feministas. El reto de construir la soberanía alimentaria pasa por la lucha por la igualdad de género, y la construcción de nuevas relaciones humanas y de género en la Vía Campesina”, afirma.
En este contexto, les militantes del Movimiento de Afectados por la Minería (MAM), Lidiane y del Movimiento de Pequeños Agricultores (MPA) de Rondonia, Jeiéli, coinciden en la importancia del debate LGBTI+ en La Vía Campesina, como elemento que contribuye a la visibilización e interiorización de estos derechos y a la lucha contra la discriminación sexual y de género en las organizaciones y en la sociedad.
“En el contexto de los impactos de la minería en la vida, sufrimos muchos prejuicios, es todo muy homofóbico. Además de tener personas afectadas por el emprendimiento, los impactos, hay residentes que interfieren. Intentamos trabajar con estos temas, especialmente en la educación, en estos territorios donde el patriarcado sigue siendo muy fuerte”, dice Lidiane.
Jeiéli de MPA de Brasil. Foto: Archivo personal
“Soy bisexual y necesité salir de la comunidad para intentar construirme una identidad, debido al estigma de mi comunidad. Este espacio es muy importante dentro de las organizaciones para enfrentar la práctica patriarcal que existe dentro del capitalismo. El mero hecho de que existamos ya es una resistencia”, dijo Jeiéli.
Próximos pasos
Morgan Ody, pequeña productora de hortalizas de Bretaña, Francia, Coordinadora General de La Vía Campesina Internacional, en su intervención al final del Seminario, dijo que a partir de ahora le corresponderá a La Vía Campesina apoyar los procesos de las organizaciones y trabajar por la creación de una articulación de la diversidad sexual y de género dentro de la organización, fortaleciendo esta agenda en todos los espacios posibles, con el apoyo de las articulaciones de mujeres y jóvenes.
Morgan Ody, de Francia, Coordinadora General de La Vía Campesina Internacional. Foto: Archivo personal
Ella reconoce que la tarea no es fácil, pero prevé para el próximo período la necesidad de realizar encuentros en todas las regiones y continentes, con la perspectiva de incluir este debate en la 8ª Conferencia Internacional de la Vía Campesina, que se celebrará en Nicaragua en 2023.
*Editado por Fernanda Alcantara
Por Solange Engelmann
De la página web del MST
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