“Debemos reconstruir un proyecto político donde la soberanía alimentaria sea uno de los objetivos principales”
En una conversación con Hammer and Hope, que tuvo lugar el 2 de septiembre de 2024, Marta Lia Greco, del MNCI Somos Tierra (Argentina, La Vía Campesina), Giovani del Prete, de los ALBA Movimientos, y Silvestre Saisari, del Movimiento de Trabajadores Campesinos Indígenas Sin Tierra de Bolivia (MST-B, La Vía Campesina), profundizaron en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024, las implicaciones del intervencionismo estadounidense en el continente y cómo los movimientos campesinos e indígenas están resistiendo.
Marta señaló,
“Estados Unidos tiene una política de estado de expansión e intervención, independientemente de quién esté en el poder. En 2018, durante la presidencia de Mauricio Macri, la administración de Trump avaló un préstamo de 57,1 mil millones de dólares a Argentina, el más grande en la historia del FMI. La deuda que estamos arrastrando ha impactado severamente a Argentina. El préstamo no se utilizó para mejorar la vida de la gente, como Macri prometió inicialmente. En cambio, se destinó a garantizar la especulación financiera y, una vez más, a entregar el país a organizaciones internacionales con diversos objetivos en contra de nuestros intereses. Terminamos endeudados, y eso solo fue posible con el apoyo de Trump. El programa de reforma económica de Macri, orientado al mercado, también fue respaldado por Trump. Una victoria de Trump tendría un impacto significativo en Argentina, especialmente por su amistad con Milei. Con el empeoramiento de la situación económica, la legitimidad de Milei ahora depende de un nuevo préstamo del FMI. Su índice de aprobación ha caído. El Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), propuesto por Milei y ya aprobado por los legisladores, claramente abre la puerta para que Trump y Estados Unidos tomen el control de los recursos naturales de Argentina”.
Giovani añadió,
“Económicamente, tanto [Demócratas como Republicanos] son neoliberales, pero la extrema derecha promueve una política salvaje de aniquilar completamente a quienes identifican como enemigos. Durante el gobierno de Bolsonaro, vimos lo que esto significó para los conflictos agrarios, la minería, los grandes terratenientes y latifundios, así como el aumento de ataques contra pueblos indígenas, pequeños agricultores y campesinos. También fuimos testigos de un aumento en los desalojos y la violencia policial contra estas poblaciones. Tanto las leyes de Bolsonaro como las de Milei, como mencionó Marta, buscan entregar las tierras nacionales al capital extranjero. Lo que propone Milei es entregar la máxima acumulación al capital extranjero, dejando toda la destrucción ambiental y los daños para el pueblo argentino. Vemos lo mismo en El Salvador con Bukele, en Ecuador con Noboa, y así sucesivamente. Hay muchos representantes de este bloque neofascista que combina políticas neoliberales con actores fascistas”.
Silvestre también intervino, aportando la perspectiva de los movimientos bolivianos sobre la política de estado de Estados Unidos.
“Sigue siendo la misma, ya sean demócratas o republicanos en el poder: siempre se trata de intervenir en la política latinoamericana para controlar los recursos naturales. Esto implica continuas disputas imperialistas regionales por nuestros recursos: el triángulo del litio, el petróleo venezolano, el agronegocio en Brasil, Bolivia, Argentina y Paraguay, y los acuíferos guaraníes en la cuenca del Paraná. Todos estos recursos naturales están en disputa. Algunos candidatos de Estados Unidos están más enfocados en América Latina, otros en el Medio Oriente u otras regiones, como vemos con la guerra en Israel y el conflicto entre Rusia y Ucrania. Pero, obviamente, las cosas se complican más con Trump. Recordemos que durante los últimos meses del mandato de Trump, Estados Unidos estuvo casi al borde de una guerra civil. Para nosotros, eso significó intervenciones directas en nuestros gobiernos, especialmente los progresistas, como el golpe de estado de 2019 en Bolivia y el golpe blando en Brasil a través del poder judicial. Trump representa constantes ataques al progresismo”.
Marta también arrojó luz sobre los movimientos populares que luchan por los derechos sobre la tierra y la alimentación saludable en Argentina.
“Estamos enfrentando una realidad en la que el 18 por ciento de la población vive en pobreza extrema y el 50 por ciento en pobreza. Según UNICEF, 1,5 millones de niños tienen solo una comida al día. Esta es la situación que estamos enfrentando en Argentina. La aprobación del RIGI es otro saqueo, un sacrificio del territorio para Monsanto, empresas transnacionales, el agronegocio y las mineras. Tengamos en cuenta que esta ley fue aprobada bajo un estado policial y un bloqueo represivo en Buenos Aires: nada bueno saldrá de eso. Estamos perdiendo la soberanía alimentaria y muchos bienes públicos, incluyendo los del Ministerio de Mujeres y los que proporciona la ley de Agricultura Familiar. No tenemos recursos para apoyar la producción agrícola, y los precios del gas han subido un 340 por ciento. ¿Quién puede trabajar la tierra, incluso en una pequeña parcela, con el costo del combustible y el acaparamiento de semillas locales? ¿Qué estrategia puede sacarnos de esta situación? Esta es la gran pregunta en nuestros debates y sesiones de formación política. Necesitamos desarrollar una comprensión colectiva de lo que está ocurriendo, no solo en Argentina sino en toda la región, y averiguar cómo podemos construir poder popular de manera creativa. Debemos convencer a más compañeros de que la salida es la acción colectiva. Debemos reconstruir un proyecto político para el país donde la soberanía alimentaria sea uno de los objetivos principales”.
Consulta la versión original de esta interesante conversación en Hammer and Hope y revisa a continuación la traducción completa en español.
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