La Articulación de Diversidades de La Vía Campesina se reunió por primera vez en Tailandia | Un breve informe

¡Sin diversidades no hay revolución!
La Articulación de Diversidades de La Vía Campesina se reunió en Nakhon Nayok, Tailandia, para seguir construyendo soberanía, lucha y transformación.
Entre el 24 y el 29 de abril, delegadxs de Asia, África, América y Europa nos encontramos en Nakhon Nayok, Tailandia, para dar un paso firme en la consolidación de nuestra nueva Articulación de Diversidades dentro de La Vía Campesina. Este espacio es un grito colectivo por la vida digna, por la soberanía alimentaria y por el reconocimiento de nuestras existencias como sujetas políticas indispensables en la construcción de un mundo libre y diverso.
La organización anfitriona Asamblea de los Pobres, AOP de Tailandia recibió a la Articulación con calidez, fuerza y compromiso. Durante la sesión inaugural, lxs participantes compartieron la historia de esta Articulación, nacida del seno del movimiento campesino, con la firme convicción de que las luchas por el reconocimiento, la justicia y la vida no están separadas, sino que son centrales a la lucha más amplia por la soberanía alimentaria.

Durante los primeros días, lxs participantes profundizaron en las raíces de los sistemas que nos oprimen: el capitalismo, el patriarcado, el heterosexismo y el racismo, entendiendo que estas estructuras no pueden afrontarse de forma aislada. Recibieron formación sobre feminismo campesino y popular y reconocieron los desafíos que implica la verdadera inclusión de las diversidades. Las sesiones también compartieron herramientas de resistencia, como la Declaración de los Derechos Campesinos, que fortalecen nuestra acción política colectiva, un instrumento tejido por La Vía Campesina.
El encuentro de la Articulación sirve como espacio de resistencia y un encuentro de cuerpos, memorias y territorios en lucha. Lxs miembros se comprometieron a promover el trabajo con y sobre las diversidades en todos los niveles del movimiento, a fortalecer la coordinación interna y la colaboración con aliadxs y, sobre todo, a delinear estrategias que nos conduzcan decisivamente hacia un mundo sin violencia, donde todas las personas puedan vivir en libertad y dignidad.
Lxs participantes reafirmaron, una vez más, que las diversidades son el corazón de la soberanía alimentaria en todos los territorios, declarando: «Sin nosotrxs, sin nuestras luchas, sin nuestras voces, ninguna revolución es posible».
“Lo que estamos construyendo es más que una articulación: es un movimiento vivo, irreverente y comprometido con la transformación radical del mundo”, afirmaron. ¡La lucha continúa y se diversifica! ¡Con amor y con muchos colores!