Brasil: Carta abierta de amor y lucha de las Mujerxs Sin Tierra

(21 de Marzo de 2022) ¡Mira el amanecer! Y las mujeres renacemos con el sol de marzo. Mientras la gente se despierta, ya estamos al pie del fuego, que lentamente transforma el agua en café, la pasta en cuscús, el arroz en baião, los pensamientos en palabras y los gritos y las luchas. ¡estamos despiertas!

¿Cuántas veces hervimos ollas, cuidamos niñez, organizamos el terreno por la vida, construimos casas de lo imposible y rompemos el silencio antes de que nadie se dé cuenta? Nos sumergimos en el amanecer, cómplices, y en el fuego detuvimos los trenes de la muerte, los camiones del veneno y la siembra de semillas transgénicas. Embarradas, lloramos y enterramos a nuestros muertos. En la lucha y la oración, nos fortalecemos para defender nuestro cuerpo y nuestra tierra. Preparamos el ungüento, la medicina, la cura del alma. Plantamos resistencia, al son de los tambores ancestrales, que nos convocan, una vez más, a poner los pies en el camino. Vestidas de leopardo, teñidas de una mezcla de furia, miedo y alegría, luchamos por nuestro derecho a existir. ¡Que sepan que es hora de sacudir el suelo, porque las mujeres en lucha no sucumbirán! Marzo nos llama a seguir forjando otras posibilidades de existencia, enfrentándonos a la lógica de la devastación que masacra la vida, violentando cada día nuestros cuerpos y la naturaleza.

La gente del bosque nos ha advertido durante mucho tiempo que el bosque se está muriendo en llamas. Que el acaparamiento de tierras amenaza a los pueblos indígenas, quilombolas y la agricultura familiar. Que la deforestación destruye nuestros bienes naturales, que la comida envenenada nos enferma y pudre nuestro suelo. Que la minería y la violencia matan trabajadores todos los días. La desigualdad que tanto nos duele sigue determinando quién muere en Brasil. Quien pasa hambre. Quién está sin hogar. Quien no tiene tierra. Quien va a la cárcel. Quien se pone en fila para comprar huesos para alimentar a sus hijos. Quien busca entre los escombros algo que le sirva para empezar de nuevo la vida. Mientras tanto, los responsables de esta destrucción están cada vez más protegidos por privilegios y leyes que defienden sus intereses de mercado. Quienes quedan impunes, quienes nunca responden por los desastres, quienes lucran convirtiendo todo en mercancía son las grandes empresas, las minorías blancas ricas y los gobiernos que garantizan el mantenimiento de este plan de miseria para muchos y abundancia para pocos.

Las mujeres trabajadoras (campesinas, periféricas, indígenas, quilombolas, inmigrantes, negras, LGBTQIA+) traemos marcas muy antiguas de violencia y pobreza que forjaron relaciones y cultura en nuestra sociedad. No es posible aceptar que hoy en día las mujeres sigan siendo consideradas inferiores y tratadas como propiedad de los hombres, sufriendo todo tipo de agresiones y siendo asesinadas por ello. Y porque no lo aceptamos, enfrentamos la tiranía con el compartir, la codicia con la solidaridad, el miedo con la creatividad, el odio con la alegría y trillamos el maíz, el frijol, el trigo, la vida, como trillando nuestros sueños. ¡Nos interesa el amor, la felicidad y la transformación del mundo! Juntxs seguiremos construyendo territorios libres, donde la niñez juegue feliz, la comunidad se reúna en fiesta y celebre, compartiendo los frutos de su trabajo digno. Donde todxs tengamos un techo acogedor, patios traseros llenos de abundancia, frutas, flores, hierbas, comida saludable. Con tiempo para disfrutar de la vida, la prosa, la risa, la música y la poesía, una vida mejor.

Si los poderosos piensan que vamos a sucumbir es porque no se han dado cuenta que somos creadores, germinadores de personas y semillas. Donde hay mujer, también puede haber esperanza, organización colectiva, lucha, osadía y rebeldía. Tenemos muchos retos, pero seguiremos en primera línea, porque la historia también es nuestra y la decidiremos en las calles, en las luchas y en las canchas. Nuestra fuerza proviene de los muchs xluchadores que han caído, pero que viven en nosotrxs. Son rayos de un sol que insiste en salir incluso en tiempos de guerra, un sol que nos estremece y nos hace hervir.

Tierra, Trabajo, Derecho a Existir
¡Mujeres en lucha, no sucumbirán!

Jornada Nacional de las Mujerxs Sin Tierra – MST

Marzo 2022