Reporte Anual: 2021
El último reporte anual de La Vía Campesina ya está aquí
En 2021 se cumplió un cuarto de siglo desde que La Vía Campesina propuso la visión de la “Soberanía Al- imentaria como marco para desarrollar y ejecutar políticas públicas en materia de alimentación y agri-
cultura”. En la Cumbre Mundial sobre Alimentación de 1996, en un debate sobre la organización de nuestros sistemas alimentarios globales, La Vía Campesina acuñó el concepto de Soberanía Alimentaria. Insistió en la centralidad de lxs pequeñxs productorxs de alimentos, en la sabiduría acumulada de generaciones, en la autonomía y diversidad de las comunidades rurales y urbanas y en la solidaridad entre los pueblos como componentes esenciales para la elaboración de políticas en torno a la alimentación y la agricultura.
Al cumplirse los 25 años de esta lucha colectiva, nuestro lema “No hay futuro sin Soberanía Alimentaria” volvió a reunir a lxs miembros del movimiento mundial por la Soberanía Alimentaria. Esta solidaridad es fundamental, ya que las grandes corporaciones están ganando terreno en los espacios institucionales para influir en la elaboración de políticas. En la Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU de 2021 (UNFSS) se demostró cómo las organizaciones filantrópicas dominantes y los grupos de presión de las corporaciones agroindustriales trataron de formular el “futuro de los sistemas alimentarios” al tiempo que excluían y marginalizaban a los movimientos de productores de alimentos. La COP26 de Glasgow fue otro momento en el que se puso de manifiesto la captura corporativa de la formulación de políticas globales. Como respuesta, La Vía Campesina se unió a varios movimientos sociales y aliadxs para crear una contranarrativa a través de la organización de campañas en las redes sociales (#NuncaMásEnNuestroNombre #SistemasAlimentariosParaLosPueblos) en conjunto con otrxs miembros de la sociedad civil y de la publicación de varios artículos de opinión en los principales medios de comunicación.
Todos los colectivos temáticos de La Vía Campesina organizaron una serie de talleres, foros y sesiones de
formación -dirigidos a mujeres y jóvenes- sobre los diferentes pilares de la Soberanía Alimentaria a lo lar-
go del año. Estos espacios proporcionaron una plataforma para profundizar en temas específicos tales
como: la relevancia de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de lxs Campesinxs y Otras Personas que Trabajan en Zonas Rurales (UNDROP); la inminente amenaza que supone el control monopolístico de la digitalización de la agricultura; la fachada de “soluciones basadas en la naturaleza” impulsadas por los lobbies corporativos; el papel de lxs jóvenes y las mujeres en la promoción de la agroecología campesina; y la urgente necesidad de desarrollar un pacto de solidaridad global para migrantes y refugiadxs.
Durante el año, La Vía Campesina también publicó módulos de formación e ilustraciones gráficas destinadas a ayudar a los procesos de formación y capacitación sobre UNDROP, Semillas Campesinas y Feminismo Popular Campesino.
Como parte de su trabajo para promover políticas públicas que respeten los derechos de lxs campesinxs, La Vía Campesina aseguró su participación activa dentro de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA), el Mecanismo de la Sociedad Civil y los Pueblos Indígenas (MSC), el Decenio de las Naciones Unidas para la Agricultura Familiar (UNDFF) y decenas de otros espacios nacionales y regionales de estas instituciones. En septiembre, La Vía Campesina asumió la segunda vicepresidencia del Comité Directivo Internacional (CDI) del Decenio de las Naciones Unidas para la Agricultura Familiar (UNDFF). Además, a lo largo del año, lxs delegadxs designadxs para representar a La Vía Campesina intervinieron en diferentes foros, como el evento especial de alto nivel del CSA en febrero, un panel sobre la ampliación de sistemas agroalimentarios sostenibles (mayo), la Conferencia Mundial sobre “La agricultura familiar en el centro de los sistemas alimentarios sostenibles” (noviembre) y una serie de reuniones preparatorias del Comité Directivo del Decenio de las Naciones Unidas (UNDFF). La Vía Campesina estuvo presente en la Plenaria Internacional de Apertura de la Cumbre de los Pueblos de la COP26 o “Rally Digital por la Justicia Climática”. LVC intervino por primera vez en la Plenaria Oficial de Apertura de la COP26 e insistió en la necesidad de políticas públicas inclusivas que dignifiquen la vida en ámbitos rurales y reconozcan el papel que juegan las comunidades rurales para llevar adelante soluciones climáticas.
Aunque el trabajo avanzó en muchos frentes, el 2021 presentó numerosas dificultades y trastornos en la
vida de lxs campesinxs, lxs trabajadorxs y los pueblos indígenas de todo el mundo. A fines de año, la pan-
demia se había cobrado más de dos millones de vidas en todo el mundo y había afectado los medios de
vida de millones de trabajadorxs. La desigualdad en el acceso y la disponibilidad de vacunas paralizó todos los esfuerzos de reconstrucción y recuperación, especialmente en los países más pobres de África, Asia y América Latina. Como La Vía Campesina, exigimos el derecho a la atención sanitaria pública y gratuita para todos los pueblos, tal y como se define en el Artículo 23 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de lxs Campesinxs (UNDROP), incluyendo los procesos de prevención, vacunación y tratamiento a largo plazo. Las vacunas no deben ser patentadas, ni deben quedar bajo el control y beneficio de las grandes empresas transnacionales.
Las tensiones geopolíticas y las disputas comerciales entre las economías desarrolladas también perturbaron significativamente las cadenas de suministro mundiales.
Tuvieron un impacto en los precios mundiales de los alimentos y en los precios de los insumos agrícolas comercializados a nivel mundial, tales como fertilizantes, pesticidas e incluso combustibles. El índice de precios de los alimentos de la FAO* (FFPI, por sus siglas en inglés) se situó en una media de 140,7 puntos en febrero de 2022, lo que supone un aumento de 5,3 puntos (3,9%) con respecto a enero y hasta 24,1 puntos (20,7%) por encima del nivel de hace un año. Este aumento de los precios de los alimentos coincide también con el hambre mundial, en constante aumento desde 2015. La crisis del hambre se agrava por la situación de las pandemias y los conflictos, las hambrunas y las variaciones en el clima, lo que también pone de manifiesto la incapacidad del sistema agroalimentario mundial, dominado por las empresas transnacionales, para estar a la altura de los retos a los que se enfrenta la humanidad.
Sin embargo, en 2021 no todo fue pesimismo. El empuje de los pueblos y las comunidades indígenas también tuvo su lugar durante el año. India fue testigo de una de las mayores movilizaciones campesinas de la historia reciente, dirigida contra un conjunto de reformas de mercado que el gobierno nacional impulsó sin siquiera consultar a las organizaciones de agricultores. La protesta masiva, que duró más de un año, mostró la resistencia y la unidad de los movimientos sociales. El reclamo obligó finalmente al gobierno indio a retirar las tres polémicas leyes, junto a la promesa de poner en marcha un proceso consultivo para definir un producto de apoyo a los cultivos legalmente garantizado y viable. La movilización india y su victoria inspiraron a los movimientos campesinos de todo el mundo, y varixs
miembros de La Vía Campesina expresaron su solidaridad a lo largo del año bajo los hashtags de #ShineOnIndiasFarmers y #SaluteToIndiasFarmers.
2021 también marcó un momento de transición en la vida y el crecimiento de La Vía Campesina
El 30 de noviembre, la Secretaría Operativa Internacional (SOI) de La Vía Campesina se trasladó oficialmente a Bagnolet, Francia, para ser acogida por la Confédération Paysanne en nombre de la Coordinación Europea Via Campesina (ECVC), la coordinación de las organizaciones miembros de LVC en Europa. Este traslado sigue la tradición del movimiento mundial de rotar su SOI cada 8 años.
Fundada en 1993, La Vía Campesina (LVC) -el movimiento internacional de campesinxs que ahora cuenta con 182 organizaciones miembros en 81 países- ha tenido su SOI ubicada en Bruselas (1993-1996), Tegucigalpa, Honduras (1996-2005), Yakarta (2005-2013) y Harare (2013 – 2021). Morgan Ody, una pequeña productora de hortalizas de Bretaña (Francia), fue nombrada Coordinadora General de La Vía Campesina, cargo que anteriormente ocupaba Elizabeth Mpofu, de ZIMSOFF (Zimbabue) (2013-2021). Morgan es también una activa dirigente de la Confédération Paysanne, la organización miembro de La Vía Campesina en Francia. También es miembro del Comité de Coordinación Internacional de LVC (en representación de Europa) y líder de la Coordinación Europea Via Campesina.
Con este traslado a Europa, el movimiento global ha completado el primer círculo de su rotación, aportando una rica historia de movilizaciones, luchas y victorias campesinas. A lo largo de tres décadas, La Vía Campesina ha trabajado con aliadxs y sindicatos de todo el mundo para construir una visión colectiva, un plan y una plataforma para llevar la Soberanía Alimentaria a todos los territorios. La insistencia del movimiento en la Reforma Agraria, la Paz Social y el Feminismo Campesino como
condiciones previas esenciales para lograr este objetivo encuentra ahora resonancia entre todas las socie-
dades progresistas. La transición a Europa permite al movimiento llevar esta rica historia y experiencias hasta las puertas de las instituciones de gobernanza global con sede en este continente.
La Secretaría Operativa Internacional (SOI) en Europa seguirá recibiendo el mandato del Comité Coordi-
nador Internacional (CCI) de La Vía Campesina. El CCI es un colectivo de 22 líderes campesinxs e indígenas elegidxs de Asia, África, Europa y América. Busca implementar las decisiones tomadas en la Conferencia Internacional que La Vía Campesina celebra cada cuatro años.