Paraguay: El #8M2020 marchamos contra la precarización de nuestra economía y vida
Las mujeres del campo y la ciudad, a lo largo de la historia, del país y del mundo, hemos demostrado nuestra fuerza transformadora. Hemos hecho historia aquel 8 de marzo de 2017 con una marcha multitudinaria, y es así que unidas, organizadas, movilizadas y en lucha nos encontramos una vez más camino al Día Internacional de la Mujer Trabajadora #8M 2020.
Venimos el pasado, 24 de febrero, Día de la Mujer Paraguaya, justamente a expresar que nuestro trabajo vale, y que más que reconocimiento al sufrimiento, abnegación y dedicación, queremos el cumplimiento de nuestro derecho a una vida digna, ser reconocidas como trabajadoras.
De forma contundente, hoy juntas, decimos que ya no volveremos atrás, al contrario, nuestra fuerza crece, nuestras voces se multiplican y fortalecen. Estamos cambiando la vida en Paraguay y en el mundo.
Ya no nos callamos más, y por eso estamos aquí, una vez más, frente al Ministerio del Trabajo, para exigir el cumplimiento de nuestros derechos como trabajadoras y principalmente para repudiar al Estado por su negligencia e incluso complicidad con las patronales estatales y privadas.
Históricamente las mujeres hemos luchado y queremos recordar que hace cuatro años, a través de la plenaria feminista, y unidas a una huelga internacional, las mujeres paraguayas reclamamos al Estado cumpla con su rol de garantizar el cumplimiento de las leyes laborales, y así hace cuatro años las autoridades de turno hacen oídos sordos, permitiendo la explotación, precarización, informalidad, acoso, discriminación y desvalorización de nuestros trabajos.
Repudiamos su inacción y exigimos respuestas para el cumplimento cabal de la Ley de Protección a la Maternidad y Lactancia; la ley de Salario Mínimo para las Trabajadoras Domésticas; el Código Laboral, por ejemplo en la creación de guarderías en las empresas públicas y privadas; la Ley que otorga permiso para hacerse mamografías y PAP, entre otras leyes y que se comiencen a aplicar las sanciones establecidas contra los violaciones.
Además reiteramos que urgen políticas públicas que garanticen igual salario por igual trabajo, paridad y respeto de las mujeres políticas, la valoración de la agricultura campesina como motor de la alimentación y economía y las políticas de restitución de derechos económicos para las mujeres campesinas e indígenas; el cupo laboral para mujeres trans y respeto para las lesbianas y bisexuales ya que hasta el día de hoy la orientación sexual e identidad de género son motivo de discriminación laboral; para que se acabe efectivamente el criadazgo; derechos para las trabajadoras sexuales, campañas contra la doble explotación, ya que el trabajo de cuidado, doméstico y emocional son desvalorizados y sobretodo colocados socialmente como responsabilidad exclusiva de la mujer todavía.
Celebramos que las Trabajadoras Domésticas Remuneradas durante el año 2019 lograron la ley del salario mínimo, una deuda histórica sobre el reconocimiento al valor del trabajo doméstico y que hasta la fecha las mujeres seguimos luchando porque este sea reconocido por toda la sociedad.
Nuevamente estaremos en las calles para decir basta a la violencia económica, a la desvalorización de nuestro trabajo, a la sociedad machista que nos oprime, ya no queremos escuchar discursos huecos y sin compromiso por parte de las autoridades. Parafraseando a Carmen Soler en el papel la respetan pero sólo en el papel, estamos seguras de que urge trascender el papel y por ello las mujeres en Paraguay nos unimos y nos convocamos a marchar por nuestros derechos este domingo 8 de marzo.
¡Juntas tenemos la fuerza para transformar la realidad!