Inaugurado I Congreso del Movimiento Nacional Campesino Indígena de Argentina
Con un acto musical y místico en la sede del sindicato de pasteleros en el Conurbano bonaerense, dio inicio este sábado 11 de setiembre el primer Congreso Nacional del movimiento de los campesinas y campesinos indígenas argentinos.
Este encuentro con más de 1500 delegados e invitados internacionales es el resultado de lo que definen sus protagonistas como una auto-construcción “de a poquito” con dos décadas de expresión organizada y varios hitos en la inclusión de la problemática campesina en la agenda de su país.
“Somos respuestas para ahuyentar a la duda” dijo Susana Rosales del Movimiento Campesino de Córdoba en relación a la extensa tradición de este movimiento nacional, integrante de la Vía Campesina Internacional y la Coordinadora de Organizaciones del Campo (CLOC) de América Latina en cuanto a propuestas para la soberanía alimentaria, el hambre y el cambio climático, las cuales han sido sistemáticamente desoídas por parte de las autoridades.
En los pasillos, graderías y céspedes se mezclan provincias, edades y tareas: como en una colmena, nadie parece sin función, en tanto un equipo de comunicadores trabajan compartiendo producciones desde una sala de prensa agetreada y sembrada de colchones y sacos de dormir.
Trabajar el recuerdo
Angel Strappazzón, quien trabaja en el área de coordinación internacional desde su localidad de Quimilí en Santiago del Estero, señaló que en su camino hacia la articulación internacional, el MNCI ha sabido detener topadoras antes que estas arrollaran viviendas rurales, expulsar grandes empresas de campos campesinos, enfrentar la represión y generar alternativas de producción y comercialización eficaces en sus varias centrales distribuidas en diferentes provincias y aún en la capital argentina.
“Ahora ya saben quienes somos”, dijo Angel en un gimnasio donde ocupaban el centro los elementos básicos de la simbología campesina: semillas, agua, tierra, flores, agua y fuego, además de las banderas de la plurinacionalidad y de las múltiples organizaciones miembro del MNCI.
Otro de los cometidos del Congreso es “recordar, desarmar y volver a construir nuestros recuerdos”, despejándolos de la visión oficial según la cual los pobres del campo son improductivos y “molestan al progreso”, dijo Angel.
El Congreso cuenta con delegaciones de países de la región como Paraguay, Chile, Uruguay, el Movimiento Sin Tierra de Brasil, así como de grupos de apoyo internacionales, de Cataluña y el País Vasco.
El encuentro se realiza bajo el lema “Somos tierra para alimentar a los pueblos” y en las palabras de apertura, Angel expresó que las comunidades campesinas adquieren una importancia clave en la tarea de dar alimentos sanos a las poblaciones y a preservar territorios”.
En las gradas y paredes del estadio donde se efectuó el acto figuraban carteles recordatorios de figuras claves en la lucha latinoamericana por los derechos de los desposeídos de la tierra y de las ciudades, entre ellos el militante bonaerense Darío Santillán, Azucena Villaflor, Augusto C. Sandino, Santucho, el educador brasileño Paulo Freire, el mexicano Pancho Villa, Tupac Katarí, entre muchos otros.
El también integrante de Mocase, Gringo Farías, preguntó: “¿Dónde está la Mesa de Enlace, asesinos que vienen a matar nuestras semillas criollas?”. La denominada Mesa de Enlace es la corporación de dirigentes de las grandes patronales rurales argentinas que vienen enfrentándose al gobierno de Buenos Aires por las retenciones impositivas a la exportación de soja transgénica.
El Congreso cuenta con una feria permanente campesina con productos traídos desde los territorios por las diversas centrales del MNCI.
Durante esta jornada inicial cientos de visitantes, estudiantes, familias, y miembros de organizaciones amigas como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo recorrieron las instalaciones del sindicato y dialogaron con los llegados de la Argentina campesina que ocasionalmente aparece en el fárrago mediático de esta capital.
En una carpa espacialmente acondicionada, trabajan hombres y mujeres a la par, preparando alimentos para almuerzos, meriendas y cenas para todos sin preguntarle de donde son.
En paralelo funcionan las comisiones internas que derivarán en la publicación de documentos políticos y de organización interna del Movimiento Nacional, que cada día parece ocupar un lugar de reivindicaciones populares auténticas en un mapa político argentino signado por la fragmentación.
El martes 14, dando cierre a su cónclave los y las campesinas marcharán desde Puente Pueyrredón hasta la Plaza de Mayo.