Francia y la protesta de lxs agricultorxs: La Confédération Paysanne llama a movilización nacional

Comunicado de prensa de la Confédération Paysanne | 24 de enero de 2023


El Comité Nacional de la Confédération Paysanne, ha expresado su plena solidaridad con los movimientos de campesinos en Francia. La observación es compartida: la rabia expresada es legítima, dada la profunda cuestión de la remuneración del trabajo campesino.

Hace 25 años, la Confédération Paysanne ya denunció las consecuencias del liberalismo, desde Larzac hasta Seattle. Sin embargo, la agricultura francesa lleva décadas dando vueltas detrás de la sagrada “competitividad” que pregonan la agroindustria y los mercados globalizados. El resultado: un dramático plan de despidos masivos que está acabando con nuestras zonas rurales.

La Confédération Paysanne ha decidido hoy hacer un llamamiento a todas las estructuras departamentales para que expresen su solidaridad con el movimiento, se movilicen y propongan soluciones sostenibles para superar la crisis y el sistema.

Nuestras movilizaciones adoptarán diversas formas, en función del contexto local. El lema común de la Confédération Paysanne es claro: “Una renta digna para todos lxs agricultorxs” y “Romper con el libre comercio”.

Aunque varias sedes de la Confédération Paysanne departamentales ya se habían movilizado sobre el terreno, la decisión de nuestro Comité Nacional amplificará esta movilización. Varias decenas de departamentos ya han previsto movilizarse para obtener soluciones concretas para todxs lxs agricultorxs. Mañana, las sedes de la Confédération Paysanne en Rhône, Loire-Atlantique y Var se manifestarán, el viernes en los Pirineos Orientales, este fin de semana en Bretaña y Calvados…

Colectivamente, queremos aportar verdaderas soluciones de fondo al descontento agrícola.

Exigimos urgentemente una ley que prohíba cualquier precio agrícola por debajo de nuestros costes de producción y el fin inmediato de las negociaciones de acuerdos de libre comercio.

Los sucesivos gobiernos y la FNSEA han conducido conjuntamente a la agricultura al callejón sin salida actual de un sistema económico ultraliberal, desigual y destructor. Alertaremos a nuestros colegas sobre el espejismo de la “eliminación de las normas” y el de los “ingresos adicionales” gracias a la producción de energía.

Ciertamente, la simplificación administrativa es necesaria porque muchos procedimientos administrativos y normas de higiene no se adaptan a la realidad de nuestras explotaciones. Pero no confundamos el objetivo. La reivindicación de la mayoría de lxs agricultorxs que protestan es vivir decentemente de su profesión, no negar los problemas sanitarios y climáticos ni erosionar aún más nuestros escasos derechos sociales.

No es, como hacen lxs dirigentes de la FNSEA, pidiendo poder destruir setos, instrumentalizando la cuestión del barbecho, eludiendo la cuestión del reparto equitativo de la tierra y del agua, negociando ventajas para la producción de agrocarburantes, como resolveremos los problemas profundos de nuestra profesión campesina, producir alimentos para nuestrxs conciudadanxs.

Lucharemos sobre el terreno contra cualquier forma de cooptación de nuestra rabia para alimentar el caos, fomentar el repliegue sobre uno mismo y, en última instancia, perseguir la huida hacia delante de un sistema que nos enfrenta unxs contra otrxs. También llamamos a movilizaciones pacíficas respetuosas con las personas, la propiedad pública y libres de racismo, sexismo o cualquier otra forma de discriminación.

Lo que necesitamos es atacar la raíz del problema proporcionando más protección social y económica a lxs agricultorxs. Establecimiento de precios garantizados para nuestros productos agrícolas, aplicación de precios mínimos de entrada en el territorio nacional, apoyo económico a la transición agroecológica a la altura de los desafíos, prioridad a la instalación frente a la ampliación, freno a la artificialización de las tierras agrícolas: unámonos en torno a soluciones de futuro para transformar positivamente esta rabia y salir del estancamiento que se ha apoderado del mundo agrícola durante mucho tiempo.