Declaratoria de Crisis Humanitaria en la Costa Pacífica del Valle del Cauca y Chocó

¡Exigimos Territorios de Paz Total!

Desde hace décadas nuestros territorios sufren una oleada de violencia desproporcionada. Esta disminuyó un tiempo con ocasión del Acuerdo de Paz entre el Estado y las FARC – EP, suscrito en 2016, pero luego, se ha ido incrementando, con sistemáticas violaciones de nuestros derechos y se evidencia en constantes enfrentamientos armados, desplazamientos forzados, confinamientos, asesinatos, amenazas, feminicidios y todo tipo de violencias; situaciones que ya han sido reconocidas en el Capítulo Étnico del Acuerdo de Paz y se convierten en el constante flagelo de nuestras comunidades.

Posterior al diálogo de paz en La Habana, la situación se ha recrudecido con un aumento de actores armados, de diferente índole, que aprovechan las condiciones socioeconómicas históricamente sedimentadas de nuestros jóvenes, para reclutarlos en sus organizaciones, naturalizar la guerra y destruir nuestras familias y el tejido social.

El control que ejercen estos grupos armados, que ya han iniciado conversaciones en el marco de la Paz Total, en el distrito de Buenaventura y las zonas rurales, ejerce una presión sobre los precios de los alimentos, impide el comercio local de los productos de la región y agudiza condiciones de mayor pobreza y crisis de la seguridad alimentaria de la población. Señalamos las graves consecuencias del conflicto armado interno, los cultivos ilícitos, el narcotráfico, los impactos de la minería legal e inconstitucional, los megaproyectos y monocultivos, la deficiente intervención institucional y la pandemia producida por el coronavirus, las cuales han agudizado el empobrecimiento multidimensional de nuestras comunidades y sus territorios.

Frente a esta situación, las organizaciones indígenas ORIVAC, ACIVA R.P., WOUNDEKO y las comunidades negras ACADESAN, Consejos Comunitarios del Calima, La Esperanza y Consejos Comunitarios articulados al Palenque Regional El Congal, nos declaramos en estado de emergencia humanitaria, debido al escalamiento y recrudecimiento del conflicto armado, en nuestros territorios ancestrales, lo que está generando nuestra extinción física, cultural y espiritual; destruyendo nuestra identidad, soberanía y vida digna.

Desde el movimiento social se han declarado múltiples emergencias humanitarias, avocados a acciones urgentes para contrarrestar y frenar el aniquilamiento que venimos sufriendo históricamente. ¡Somos dueños de nuestros territorios, no somos foráneos ni invasores, por ende, necesitamos acciones inmediatas!

Por estas razones exigimos:

  1. Declaratoria por parte del Gobierno Nacional de Emergencia Humanitaria Nacional y en particular para la región del Pacífico, para que convoque a todas las colectividades a una acción social nacional por la Paz Total. Tal y como fue recomendado en el marco de la Caravana Humanitaria Medio Calima y el San Juan.
  2. Frenar el etnocidio, genocidio y ecocidio en todo el territorio colombiano, para que las mesas de diálogo entre el Gobierno Nacional y todos los actores armados de distinta índole y naturaleza generen una ruta clara de construcción de Paz Total y de Acuerdos Humanitarios.
  3. El Acuerdo Humanitario como un punto central de discusión en las mesas de diálogo, para que se garantice la vida de todos quienes no hacemos parte del conflicto y nunca hemos tomado las armas.
  4. La Atención Humanitaria Ya, para todas nuestras comunidades que se encuentran en situación de confinamiento y desplazamiento, que tienen graves problemas en materia de alimentación, salud trabajo y educación. Y en especial, dar cumplimiento inmediato a los compromisos adquiridos en el marco de la Caravana Humanitaria, que prioriza: i) agilizar el plan integral de retorno y/o reubicación, que garantice la permanencia y la vida en el territorio, con condiciones óptimas y favorables, para continuar con nuestras prácticas ancestrales y ii) un plan de atención urgente para los jóvenes y mujeres del territorio, que siempre han sido usados como instrumentos de guerra y no cuentan con oportunidades educativas, ni laborales.
  5. Es necesario agilizar las medidas de protección colectiva por parte de la Unidad Nacional de Protección y el Ministerio de las TIC, con garantías de seguridad a nuestros lideres, lideresas y comunidades con la conectividad, equipos de protección personal y telecomunicación.
  6. Mayor oferta institucional, efectiva en nuestros territorios, que permita dar soluciones a los problemas de tierra, educación, empleo y salud, para el bienestar general de nuestras comunidades.
  7. El reconocimiento, legitimidad y fortalecimiento desde el Ministerio del Interior a la Guardia Cimarrona e Indígena, como protectores principales de los territorios y comunidades, brindándoles garantías para que ellos sigan velando por la seguridad de todos y todas. ¡Exigimos a los medios masivos de información la NO estigmatización de las Guardias Cimarronas e Indígenas!
  8. La Protección efectiva de los sujetos de especial protección constitucional: derechos de los niños, niñas, adolescentes, y de jóvenes cercados por los actores armados legales e ilegales.

Le notificamos que se conformará la Mesa Interétnica de Paz del Pacífico, la cual convoca al Gobierno Nacional, para construir las rutas de Paz Total y Acuerdo Humanitario para nuestras comunidades.

Las Comunidades Negras e Indígenas, reafirmamos nuestra lucha por la vida, la dignidad y el territorio, porque

¡El Territorio es la Vida y la Vida no es Posible sin el Territorio!
¡Ninguna decisión sobre el territorio sin nosotros!
¡Somos dueños de nuestros territorios, no foráneos o invasores!

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