Respeten los derechos de campesinas y campesinos a luchar contra la crisis en los alimentos y contra la crisis climática!
Hokkaido, Japón—Julio 4, 2008
Actualmente más y más personas están sufriendo de hambre debido a los altos precios en los alimentos dentro del mercado mundial. Mientras tanto, el calentamiento global está causando más sequías, más inundaciones y muchos más desastres relacionados con décadas de utilización insostenible de la energía y del crecimiento de una agricultura industrial intensiva, productos de las políticas que valorizan más al comercio y a los negocios que al medio ambiente y a los medios de sustento de los pueblos. Los gobiernos de las ocho naciones más ricas del planeta y las grandes corporaciones que ayudan a diseñar sus respectivas políticas han causado esta crisis. La liberalización del comercio en los productos alimentarios ha hecho que los países se vuelvan dependientes de los mercados mundiales. Al mismo tiempo, el desarrollo industrial, el sobreconsumo y la agricultura industrial están contribuyendo al calentamiento global. La especulación desregulada de los inversionistas y de las compañías comerciales mercantiles están subiendo los precios en los alimentos y están conduciendo a un aumento en el hambre y la pobreza en la población.
Esta es la razón por la que el movimiento internacional La Vía Campesina y su miembro en Japón, la organización Nouminren (Movimiento de Agricultores Familiares Japoneses) están organizando una serie de actividades durante la cumbre del G8 en Hokkaido To-yako, y así promover alternativas que resuelvan las actuales crisis.
El pequeño campesinado alrededor del mundo mantiene que la agricultura familiar sostenible y la producción local de alimentos pueden proteger sustancialmente a los pueblos de la crisis alimentaria y de la volatilidad en los precios mundiales. De forma paralela, la agricultura orgánica es una de las mejores maneras en la captura de carbono y en la orientación de la crisis climática.
Una delegación de 19 personas campesinas coreanas, miembros de la Asociación de Mujeres Campesinas Coreanas y de la Liga de Campesinos Coreanos, ambos pertenecientes a La Vía Campesina, ha sido detenida el aeropuerto de Sapporo por más de 24 horas. Han llegado el 3 de julio hacia la 1 p.m. y todavía se encuentran detenidos para ser interrogados por la policía de inmigración. Se encontraban viajando con una carta de invitación oficial del movimiento Nouminren que contenía el programa completo de las actividades como había sido exigido por las autoridades japonesas.
El campesinado coreano ha estado sufriendo de la apertura forzada de sus mercados a la importación de carne proveniente de los Estados Unidos, a pesar de las preocupaciones concernientes a la contaminación de la carne norteamericana con la enfermedad de las vacas locas.
La Vía Campesina, Nouminren y Shokkenren (Coalición Nacional de Trabajadores/as, Agricultores/as y Consumidores/as por la Alimentación Segura y por la Salud en Japón) denuncian la detención arbitraria e injusta y el tratamiento del que han sido objeto las personas campesinas coreanas quienes estaban simplemente uniéndose a un evento internacional sobre soberanía alimentaria y calentamiento global. Otros líderes campesinos, mujeres y hombres, líderes y lideresas provenientes de Tailandia, Indonesia, Bangladesh, España y Canadá se han unido hoy a cientos de campesinos y campesinas japoneses en el Foro sobre Soberanía Alimentaria que se lleva a cabo en Hokkaido.
Como campesinos y como pequeños agricultores, hombres y mujeres, somos víctimas de las crisis creadas por las políticas neoliberales. Las personas que habitan el medio rural son de las primeras que deben afrontar y sufrir los cambios climáticos. También sufrimos a causa de la crisis en los alimentos pues como pequeños productores debemos comprar igualmente comida para sobrevivir. No somos nosotros quienes se benefician de los altos precios en los alimentos puesto que los precios al vender el producto en el campo son muchos más bajos que los precios pagados por los consumidores.
Los grandes minoristas, los comerciantes de alimentos y las compañías de agro-negocio son los que se están beneficiando de la actual situación.
Las campesinas y campesinos no sufren solamente con la actual crisis global. También se ven criminalizados cuando tratan de desarrollar alternativas colectivas.
La Vía Campesina es una red de pequeños productores, hombres y mujeres, que están luchando pacíficamente para alimentar a sus propias comunidades. Creemos que si los gobiernos escucharan nuestras voces y apoyarán la agricultura familiar, podríamos desarrollar sociedades más sostenibles y justas que vivieran en paz.
Somos las víctimas de las políticas injustas de la globalización que trabaja a favor del agro-negocio. Somos las víctimas de la represión injustificada y de la criminalización. Exigimos que se respete nuestro derechos a reunirnos, manifestarnos y proponer soluciones a los problemas que afronta la humanidad y el medio ambiente.
Exigimos que todos los agricultores, trabajadores y otros activistas, mujeres y hombres, detenidos en el aeropuerto de Sapporo sean liberados para que se puedan unir a las actividades convocadas por la sociedad civil, de forma paralela a la cumbre del G8.
Defendemos la solidaridad entre las personas campesinas, trabajadoras, consumidoras y la población de Hokkaido por la búsqueda de un mejor planeta.
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