COVID-19, es urgente construir nuevos sistemas alimentarios

Este 17 de abril celebramos el Día Internacional de la Lucha Campesina. Este año lo vamos a conmemorar en el contexto de pandemia por el COVID-19 que ha expuesto de una manera clara la fragilidad del sistema neoliberal, la globalización y las graves consecuencias que acarrea; así como los peligros que entraña un sistema alimentario globalizado dominado por los intereses de la agro exportación.

Por otro lado la ciudadanía es cada vez más consciente de la importancia que tiene contar con una alimentación sana y de proximidad, que le garantice la seguridad Alimentaria. Esa seguridad la garantizan miles de baserritarras cuya producción va a alimentar a sus conciudadanos.

¿Es imaginable pensar que lo mismo que ocurre ahora con la grave dependencia exterior y lejana de materiales sanitarios y otros tan necesarios para afrontar la crisis, que, para alimentar no tuviera que venir la comida cada vez de más lejos? Pues ahí es donde vamos, si no se corrigen
las decisiones políticas agrarias y alimentarias que se están tomando.
La agricultura y la alimentación forman parte de las negociaciones de la OMC o de los Tratados de Libre Comercio, y de esta forma estamos aceptando la pérdida de la Soberanía Alimentaria y seguridad alimentaria; y que sean un negocio de grandes multinacionales agroexportadoras quienes controlen nuestra alimentación. ¿Se puede aceptar ese riesgo tan real? ¿Se puede pensar que los gobiernos tuvieran ahora que mercadear buscando alimentos en el mundo?
Hace unas semanas la UE cerró un Tratado de Libre Comercio con Vietnam, en ese acuerdo se contempla la eliminación de aranceles para la entrada de arroz a la UE y que tiene unas graves consecuencias para los productores de arroz en Europa, que no podrán seguir produciendo a costes y precios de Vietnam (un 31% más bajos); que generará una caída constante de la
producción. Una semana después, motivado por la crisis del coronavirus, Vietnam prohibió la exportación de su arroz para garantizar la seguridad alimentaria de su población.

Aquí de momento no genera un problema para el consumidor, pero según el informe de Ipes Food, Malasia solamente tendría arroz para dos meses y medio para su población. El sistema alimentario globalizado construido hasta este momento está sufriendo las consecuencias de la crisis y está generando preocupación en muchos países del mundo. No son de extrañar, aunque veremos lo que hace en un futuro, las declaraciones del presidente francés, Macron, diciendo que “La agricultura tiene que estar fuera de las leyes de mercado” Las políticas neoliberales actuales en la UE venidas de los acuerdos de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y Los Tratados de Comercio e inversión, y una Política Agraria Común (PAC) adaptada a ellas están destruyendo miles de pequeñas y medianas explotaciones que son los que garantizan la seguridad alimentaria.

En estos momentos está en debate la reforma de la PAC para el periodo 2021-2027 que ya es seguro que no comenzaría su aplicación hasta el 2022 por lo menos. A su vez, la nueva Comisión Europea ha planteado el Pacto Verde Europeo donde se incluye la estrategia “de la Granja a la
Mesa” y que pretende un cambio importante en las políticas europeas dirigiéndolas hacia la sostenibilidad, afrontar el cambio climático y los objetivos de desarrollo sostenible. En la estrategia “de la granja a la mesa” también se plantea la orientación de caminar hacia una
agricultura y alimentación más sana, la reducción de pesticidas, antibióticos en la carne, procesos hacia la agroecología etc. Estos planteamientos pueden estar bien, y de alguna forma
responde a las reivindicaciones que se están realizando por muchas organizaciones en distintos niveles, pero no serán creíbles ni compatibles con la supeditación actual de las políticas europeas a la globalización y acuerdos de libre comercio.


EHNE Bizkaia, el movimiento ETXALDE en Euskal Herria, la COAG a nivel estatal o La Coordinadora Europea Vía Campesina, llevan muchos años denunciando la situación, planteando una nueva política agraria y alimentaria que garantice que millones de campesinos y campesinas en Europa puedan seguir produciendo alimentos sanos y garantizando la
seguridad alimentaria. Es urgente recuperar la Soberanía Alimentaria, la capacidad de decidir por parte de nuestros gobiernos sobre la alimentación y su producción.

Esto supone, sacar de las negociones de la OMC y de los TLC la agricultura, recuperar una política alimentaria cuyo sujeto y objetivo político, económico y social sean miles y millones de baserritarras en Euskal Herria y en Europa, construyendo con la ciudadanía sistemas alimentarios sanos, nutritivos, de cercanía y justos. Supone una nueva PAC con instrumentos de regulación de los mercados, para garantizar unos precios e ingresos justos para los y las baserritarras y consumidores y al mismo tiempo definir y
garantizar claramente un modelo de agricultura sano y sostenible y a su vez resiliente.

En Euskal Herria, planteamos a nuestros gobiernos recuperar la Soberanía Alimentaria y poner en marcha una política alimentaria basada en el derecho a una alimentación sana para toda la población y además implementar en nuestras leyes la Declaración de Derechos Campesinos y otras personas que trabajan en el medio rural, aprobada en la ONU. En Hego Euskal Herria nuestros Gobiernos deben replantearse las políticas agrarias y alimentarias que han desarrollado durante muchos años, que ha generado una reconversión brutal en el sector agrario. Es urgente crear nuevos sistemas alimentarios en el que la producción esté dirigida al
consumo interno. Es el momento de implementar políticas públicas ambiciosas amparadas en la estrategia de “la granja a la mesa”.

Este 17 de abril desde EHNE Bizkaia y La Vía Campesina Europa, desde nuestros campos, nuestros pueblos o nuestras casas; con el orgullo de ser baserritarras y defender la agricultura campesina y desde el compromiso con la ciudadanía, decimos alto y claro ¡Viva la Lucha
Campesina!.

“Quédate en Casa, Pero No En Silencio”


Por: ANDONI GARCIA ARRIOLA, MIEMBRO DE LA DIRECCIÓN DE EHNE BIZKAIA Y VÍA CAMPESINA EUROPA.
DNI 78865227K