Theodora Pius: “Ellos quieren monocultivo, nosotras queremos justicia y democratización de los sistemas alimentarios”

Publicado por primera vez por Capire el 14/12/2023 |

Entrevista realizada por Bianca Pessoa y Iolanda Depizzol

La Red Nacional de Grupos de Pequeñas Agricultoras de Tanzania [Mtandaowa Vikundivya Wakulima Tanzania – MVIWATA] es parte de La Vía Campesina y la Marcha Mundial de las Mujeres en Tanzania. Desde 1993, la organización campesina actúa en el tema de los derechos de las pequeñas agricultoras del país. Hablamos con Theodora Pius, presidenta de MVIWATA y militante de la Marcha Mundial de las Mujeres en Tanzania sobre la acción de las empresas transnacionales y las agendas políticas capitalistas en el continente africano y en su país.

Sobre la organización, Theodora explica que “el movimiento comenzó en 1993 para reunir a otras agricultoras del país. Los desafíos se centraron principalmente en la comercialización y las políticas que se estaban impulsando, que no eran favorables a las agricultoras”. En 2023, MVIWATA celebra 30 años de existencia.

Theodora también compartió soluciones propuestas por el campesinado del país y habló sobre el significado de construir el feminismo campesino y popular. Esta entrevista, realizada durante la Conferencia Dilemas de la Humanidad, fue producida colectivamente por Capire y Brasil de Fato. Lea, vea y escuche la entrevista a continuación:

Se utiliza de África como fuente de tierras y recursos para ser explotados por corporaciones internacionales. ¿Tú puedes hablarnos de cómo esto está afectando al continente y, más específicamente, a Tanzania?

No es posible hablar del continuo acaparamiento de tierras en África sin tener en cuenta lo que ha estado sucediendo en el mundo. En lo que llaman la crisis alimentaria y financiera global de 2007, vimos el movimiento del capital del Occidente hacia la agricultura y la tierra. Durante ese período, hubo una serie de planes de inversiones fantasmas realizados bajo el nombre de “biocombustibles”. Europa necesitaba transformar [su matriz energética] y necesitaba otra fuente de combustible, por lo que se ofreció mucha tierra a los inversores para plantar árboles que ofrecieran biocombustibles. Estos proyectos fracasaron, incluso en Tanzania. Pero también durante ese período, grandes empresas de agronegocio vinieron a África en busca de tierras, tomando tierras, porque África tiene un mercado inmenso e increíble para sus productos, ya sean pesticidas o fertilizantes, semillas híbridas, de todo. Anunciaron que África tiene mucha tierra cultivable, tierras vastas y desocupadas, entonces llamaron a todos a venir a invertir aquí.
Un ejemplo es la Alianza para la Revolución Verde en África (Agra). Su blanco son las poblaciones africanas, y esto fue parte de las estrategias para mantener a África a merced del capital en lo que respecta a nuestra agricultura. Vinieron con todo tipo de falsas promesas, como lo llamamos. Dijeron que, si Agra comenzara a funcionar, no habría más inseguridad alimentaria en África, la productividad aumentaría, todo tipo de promesas. Esa alianza nació en Europa, pero llegan a decir que es una iniciativa de africanos para africanos. Fue otro desastre que terminó consolidando lo ya iniciado. La llegada de Agra facilitó todos estos grandes proyectos.

Además, hoy el mundo entero ha empezado a hablar el idioma del cambio climático. Entonces cambiaron de “llegamos con la solución” a “identificamos una alternativa”, pero hablan en función de lo que quieren decir, y no necesariamente en el lenguaje de la población. El cambio climático está teniendo muchos efectos en las africanas y africanos, y luego ha surgido otro movimiento de acaparamiento de tierras, teniendo a África como blanco. Personas están llegando a África, tomando bosques nativos y naturales para obtener créditos de carbono. Hoy en día todo el mundo vende los llamados bonos verdes. Cada día suceden cosas nuevas y ellos van acumulando más problemas de los que ya existen.

El gobierno de Tanzania inició recientemente un nuevo programa llamado “Construyendo un mañana mejor: iniciativa de jóvenes y mujeres para el agronegocio”. Este programa fue denunciado por los movimientos como una falsa solución a los problemas de la juventud campesina. ¿Cómo amenaza el programa a campesinas y campesinos, y cómo se está organizando el movimiento para combatirlo?
Esto también es parte de los solucionismos técnicos. Quieren intentar aumentar la participación de la juventud y las mujeres en la agricultura, mientras hoy todo el mundo dice que las mujeres constituyen la mayoría de las personas que trabajan en la agricultura. Además, la juventud ya participa en la agricultura. Quizás haya que ver cómo es posible facilitar el acceso a la tierra a esa juventud, cómo puede tener los recursos necesarios para cultivar, cómo es posible facilitar la comercialización de lo que se produce. La juventud existe y ya está en las zonas rurales. Entonces el gobierno lanzó este programa “Construyendo un mañana mejor” y lo que se ha hecho hasta ahora es simplemente recolectar y reunir tierras para que las tomen los inversionistas. También quieren recanalizar el patrón de producción de Tanzania. Nuestra agricultura es muy rica y diversa, pero ésta no es la receta que Agra y otros quieren. Quieren monocultivo. En definitiva, es un proyecto de acaparamiento de tierras.

¿Cuáles son las soluciones y el camino hacia la justicia y la democratización de los sistemas alimentarios? ¿Cómo es posible que esto se base en la agroecología y el feminismo? En primer lugar, queremos que los alimentos sean desconectados del mercado. Las grandes empresas agrícolas consideran que los alimentos son meros productos que pueden vender. Por eso quieren producir muchos alimentos baratos: quieren asegurarse de que no tengas la opción de elegir lo que quieres comer. Si el tema es la democratización del sistema alimentario, estamos hablando de establecer mecanismos para garantizar que las agricultoras y agricultores tengan la libertad de elegir lo que quieren cultivar, y también garantizar que el mecanismo que utilizaren para producir alimentos sea seguro, sea cual sea. No podemos obligar a las personas agricultoras a firmar contratos. Ellas ya tienen el conocimiento y los mecanismos para hacer que las cosas funcionen y garantizar que todas y todos tengamos suficientes alimentos. Hoy hablamos de duplicar o triplicar la productividad, pero esta productividad se duplica a costa de la vida de las agricultoras y agricultores.

Democratizar el sistema alimentario significa establecer mecanismos para garantizar que las consumidoras y los consumidores tengan derecho a elegir lo que quieren comer y consumir alimentos seguros. Es una cuestión de relaciones de poder, lo que significa devolver ese poder a quienes producen los alimentos. Es necesario tener este poder para decidir con qué seguridad desea producir. El poder de las semillas y las ferias de alimentos nos conecta como personas de una misma cultura. Nuestras vidas y formas de organización deben enfatizar el intercambio de semillas y otros mecanismos que sean acordados entre nosotras, como personas de una misma comunidad.

¿Qué ha estado haciendo MVIWATA para combatir estas políticas y agendas capitalistas en el país?
La constitución MVIWATA de 2018 define como pequeño(a) agricultor(a) cualquier persona que tiene una conexión especial con la tierra. Con esta definición, forman parte de la organización los pueblos indígenas, las agricultoras que se involucran en la producción de un determinado cultivo, las personas que trabajan en la pesca artesanal, las pastoras y pastores, las personas que viven en los bosques y otras que trabajan en las zonas rurales. Actualmente, nuestras principales formas de lucha incluyen el esfuerzo por lograr que las zonas rurales cuenten con servicios sociales básicos y eliminar la relación que se hace entre el campesinado o pequeña agricultura y una idea de atraso, rechazando la visión de que todos necesitan avanzar a la gran producción o a la agroindustria. 

Rebatimos el sistema alimentario existente a través de mecanismos como la agroecología y la soberanía alimentaria, asegurando que la producción de alimentos se centre en las necesidades, los derechos y la cultura de la población. Luchamos para garantizar los derechos agrarios de las personas campesinas y pequeñas agricultoras y también para garantizar una producción y distribución suficiente de alimentos para todas las personas.

Theodora Pius

Otra área en la que estamos actuando es la justicia de género. Estamos mirando a las mujeres y a la juventud con la idea del feminismo campesino desarrollada por La Vía Campesina como una forma de mirar a las mujeres campesinas de manera holística en las zonas rurales. También trabajamos con la idea de justicia económica. Creamos cooperativas de agricultoras y agricultores, una institución financiera de agricultoras y agricultores, y mecanismos de economía solidaria entre agricultoras y agricultores. Además, recientemente también abrimos un mercado agroecológico en Morogoro.

¿Cómo construyen las mujeres MVIWATA el feminismo campesino?

Hace unos años, las mujeres de La Vía Campesina comenzaron a preguntarse quiénes eran, cuáles eran sus luchas y si sus luchas como mujeres campesinas eran las mismas que las de otras mujeres. A medida que avanzamos, reconocemos el papel central de las mujeres en MVIWATA. Las primeras personas que fueron a los pueblos para llamar a otras a unirse a la organización fueron mujeres. A partir de ahí, la organización empezó a cultivar la ventaja de que, desde el principio, hemos tenido mujeres. No necesitamos sentarnos y pensar en formas y estrategias para incorporar a las mujeres al movimiento.

Pero ¿qué queríamos como mujeres? Todo el mundo habla de feminismo. ¿Qué es el feminismo para nosotras? ¿Y cómo es el feminismo para nosotras? Quizás la gente piense que las mujeres campesinas no saben qué es el feminismo o ni siquiera conocen la palabra. Preguntábamos en suajili: «¿Conoces el ‘feminismo’?» Y ellas respondían: “¿Qué palabra es esa? Nunca la he escuchado.» “Pero estamos haciendo esto en nuestros pueblos, entonces somos feministas”. Preguntamos: «¿Qué es el feminismo para ti?» Y responden: “Para nosotras el feminismo significa acceso a las semillas, a la tierra, al agua, porque hoy el agua está siendo mercantilizada”.