1998 – 2016: Seguimos luchando por mejor calidad de vida y por mantener viva la llama de la esperanza.
Santiago, 13 de Junio de 2016) A 18 años que en Buín, el día 13 de junio con un centenar de mujeres representantes de 50 organizaciones y redes regionales, se formó la organización que buscó hacer visibles a las mujeres trabajadoras del campo, promoviendo su participación permanente como actoras de procesos de cambios que ayuden a erradicar la injusticia e inequidad social. Y como dicen sus versos:
“Allá en el pueblo de Buín, en junio del día trece, con mucha Fuerza florece una asociación afín, esta será el trampolín, pa’ buscar el bien común, de allá del norte hasta el sur, de las mujeres rurales, para Mejorar sus males, ahora nació ANAMURI”.
Un caminar que sin duda hoy a 18 años de construcción colectiva con las mujeres desde el norte hasta el sur de Chile y articulada con la Coordinadora Latinoamericana de organizaciones del Campo – Vía Campesina, en alianzas con distintos sectores sociales y de la producción seguimos proyectando nuestras aspiraciones por el bien común.
En esta oportunidad festejamos un nuevo aniversario junto a autoridades y amistades. 18 años y en casa nueva, la que tenemos la ilusión se nos entregue en forma definitiva por parte de Bienes Nacionales, y que al respecto en esta oportunidad estuvimos acompañadas por el Seremi de este Ministerio el señor Felipe Morales, entre otras autoridades como el Director nacional de INDAP y diferentes departamentos del Ministerio de agricultura como también de FAO.
Así también nos acompañaron dirigentes/as de distintas organizaciones sindicales, campesinas y de pueblos originarios como Ranquil; CONAPROCH y representantes de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC). Nuestras amistades y apoyos como Heinrrich Böll, cono sur. CEDEM, Marcha Mujeres Chile, entre otros amigos y amigas de caminar en las lucha por más derechos como mujeres, por inclusión y justicia con equidad de género.
Un día lleno de recuerdos, saludos, alegrías, música y comidas tradicionales preparadas desde la producción de nuestras compañeras en regiones.
Vale destacar que este nuevo aniversario no está exento de un contexto político que como organización debemos enfrentar y que entre los nuevos desafíos que evocan urgente unidad tanto para el mundo campesino indígena y sociedad en su conjunto, es la férrea oposición al TPP que son las nuevas formas de ataque del neoliberalismo y del el capital financiero.
No obstante nuestra alegría, es sin duda, la creciente unidad campo ciudad y sobre todo la valoración del modo de producción campesinos que desde anamuri reafirmamos en los procesos de formación agroecológica y diálogos de saberes. Entendiendo que la soberanía alimentaria y de los pueblos inicia en la concientización sobre qué tipo de alimentos queremos llevar a nuestra mesa.
En ese sentido, la unidad contra los tratados de libre comercio como el TPP es fundamental. Asumiendo que la lucha por nuestra soberanía alimentaria se liga intrínsecamente a la defensa de las semillas nativas, la tierra y la producción de los alimentos en ecosistemas armónicos según los saberes y conocimiento ancestral de los pueblos del campo de quienes aún tenemos un mundo por aprender de cara a las raíces de nuestras tradiciones alimentarias, culturales y nivel de estructura organizacional como es el caso de los pueblos originarios que han dado lecciones de convivencia con la naturaleza y que hoy más que nunca precisamos retomar como un principio de vida para la vida.
¡Por la Tierra y la Soberanía de los Pueblos!
¡Globalicemos la Lucha y la Esperanza!
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