Campesinxs de Mali luchan por integrar la Agroecología Campesina en las escuelas y políticas nacionales
Desde su creación en 2004, la Coordinación Nacional de Organizaciones Campesinas (CNOP) impulsa la promoción de la agricultura familiar en el marco de la soberanía alimentaria para asegurar, de manera sostenible, el desarrollo de la agricultura en la República de Mali.
Sin embargo los principales retos que enfrenta el sector siguen siendo: i) garantizar la seguridad / soberanía alimentaria y nutricional sostenible para una población cada vez más numerosa; ii) contribuir a la reducción de la pobreza a partir de la mejora en los ingresos y el bienestar; iii) garantizar la seguridad en la tenencia de la tierra para las comunidades, así como la restauración y la gestión sostenible de los recursos naturales y la biodiversidad; iv) crear o apoyar trabajos dignos para lxs trabajadorxs, en especial para las mujeres y lxs jóvenes de las fincas familiares.
Además, desde una perspectiva de desarrollo sostenible, estos retos están inherentemente relacionados a los desafíos de los sistemas alimentarios locales / sistemas de semillas que se basan en una mayor diversificación con productos sanos y nutritivos, a la vez que garantizan el trabajo digno y el valor añadido a nivel de las comunidades locales. La agroecología campesina, acompañada de asociaciones locales y solidarias, es fundamental para fortalecer los mercados locales, nacionales y subregionales en África occidental.
Hoy en día, existe consenso entre campesinxs, investigadorxs e instituciones internacionales, sobre todo en el contexto de la pandemia, en cuanto a la necesidad de reorientar la agricultura hacia métodos de producción socialmente justos y más sostenibles para el medio ambiente con el fin de garantizar la soberanía alimentaria para todos los países y comunidades del mundo. Existen sistemas de producción locales capaces de llevarlo a cabo y que pueden empoderar a lxs campesinxs al mismo que tiempo que limitan, entre otras cosas, el uso de insumos químicos y combustibles fósiles: estos sistemas cumplen con los principios de la agroecología campesina.
En 2017, diez años después del Foro por la Soberanía Alimentaria que se llevó a cabo en Nyéléni, Mali, lxs campesinxs se organizaron en torno a 7 ejes de acción, valores y principios, y de una definición de la agroecología campesina. Reivindicamos una agroecología campesina que sea sinónimo de dignidad, que se base en el conocimiento, en el saber hacer, en las habilidades interpersonales y en el saber hacer campesino. Se trata de un estilo de vida solidario basado en prácticas heredadas, valoradas y compartidas, en valores y principios comunes y, en particular, de derechos humanos. La agroecología campesina, a través de su dimensión filosófica, social, ambiental y económica, integra todas las formas de agricultura ecológica, orgánica y de comercio justo. Preservar la humanidad y el planeta son la clave del presente y del futuro.
En este contexto, la CNOP coordina, a la par de otras organizaciones de la sociedad civil, una “Plataforma nacional para la agroecología campesina” con el fin de llevar a cabo acciones de apoyo a políticas favorables para la agroecología campesina y acciones conjuntas coherentes y de formación.
La posición de la CNOP y de los otros miembros de la plataforma nacional sobre el tema de la agroecología se centra en la necesidad urgente de que se reconozca la agroecología campesina como el mejor enfoque para la agricultura. Un enfoque que valore nuestras identidades culturales y nuestra sabiduría, nuestros alimentos sanos y nutritivos, la biodiversidad de las semillas y nuestro empoderamiento, generando dinámicas económicas locales y mejores ingresos para las fincas familiares en armonía con un enfoque global a nivel de los terruños y las comunidades.