Brasil: Agroecología es resistencia popular en el Campamento Marielle Vive del MST

Son cerca de 700 familias en transición agroecológica amenazadas por la especulación inmobiliaria

Daniel Lamir

Traducción: Pilar TroyaBrasil de Fato | São Paulo | 26 de Novembro de 2020

Imagen aérea de Marielle Vive destaca la huerta colectiva mandala – Julio Matos

Desde hace más de dos años, cerca de 700 familias del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) transforman el escenario ocioso de la antigua Fazenda Eldorado, en el municipio de Valinhos (estado de São Paulo), en tierras productoras de alimentos saludables y agroecológicos. El campamento Marielle Vive fue creado el 14 de abril de 2018, un mes después del asesinato de la concejala carioca Marielle Franco y del conductor Anderson Gomes, en Rio de Janeiro. 

Marielle Vive pasó a exaltar también la vida de uno de sus habitantes, el albañil Luís Ferreira da Costa. El fue brutalmente asesinado el 18 de julio de 2019, mientras participaba en una protesta pacífica para reclamar el derecho de acceso al agua. El crimen forma parte de un contexto de violencias relatadas por las familias del campamento rodeadas por un entorno repleto de condominios de lujo. El asesino de Don Luís, Leo Luiz Ribeiro, que responde en libertad, vive en las proximidades del lugar del crimen. 

Del luto a la lucha, el campamento Marielle Vive encara aún más retos para mantener su existencia. La tierra de 130 hectáreas, que hoy se recupera por los principios agroecológicos, está amenazada de ser tomada por el concreto de la especulación inmobiliaria. A partir del próximo año, una decisión judicial en segunda instancia puede ordenar el desalojo de las familias. 


Las cerca de 700 familias trabajan y se organizan para permanecer en el lugar / MST/SP

Por otro lado, el campamento demuestra, día a día, su proyecto para transformarse en asentamiento y garantizar el derecho a la tierra, preservación ambiental y disminución de las desigualdades sociales y económicas en la región. Un ejemplo es la huerta colectiva mandala, de 1.000 metros cuadrados, como explica Tassi Barreto, militante del MST.

“Es fundamental para este proceso de organización interna y también para demostrar lo que queremos con esta tierra, con la conquista del asentamiento. Ella [huerta] contribuye del punto de vista de la formación interna, en el aspecto de la agroecología, pero también en el proceso de la experiencia del trabajo colectivo, del trabajo cooperado. Y también es una demostración, entonces, de lo que se puede producir en esta área de la hacienda, que estaba abandonada y a merced del capital inmobiliario especulativo”, analiza Tassi.


La huerta fue creada en un espacio que funcionaba como cancha de fútbol / Julio Matos

Además de la huerta mandala, la cocina colectiva provee todas las comidas desde el primer día del campamento. La propia producción de la huerta abastece los platos que se preparan diariamente. El trabajo de menos de tres años ya recuperó nacientes e implantó nuevas propuestas alimentarias entre las familias acampadas. Además de eso, la producción excedente se dona a otras familias y hospitales de la región. 

El sentimiento de grupo en el lugar alimenta las propuestas y sueños que indican conquistas más allá de las cerca de 700 familias. Suely Moreira, más conocida como Suely de la Producción, moradora de Marielle Vive. Ella cita que el territorio funciona como una gran escuela de conocimientos agroecológicos, en asociación con organizaciones como instituciones de educación y movimientos sociales. La defensa de la vida está en las banderas políticas y también en las prácticas cotidianas entre las personas, la biodiversidad y las generaciones futuras.

“Preservar el medio ambiente, aprender a buscar en la naturaleza nuestra fuente de energía, alimentación saludable para nuestros pequeños. Eso es lo que estamos practicando aquí en el campamento. Estamos aprendiendo bastante, y nuestro camino es ese, no veo otro camino. Sería la agroecología el principio de la vida”, explica Suely.  


Conocido por su solidaridad, Don Luís nació en Cariri, en el estado de Pernambuco, y era padre de ocho hijos / Foto: Archivo Personal

El 2 de noviembre de 2019, se inauguró la Escuela Popular Luís Ferreira en el lugar. Además de eso, se realizan diversas actividades para afirmar la unión de la lucha por la reforma agraria y por la agroecología en el campamento.

Las familias pretenden dar otro paso rumbo a la afirmación de sus derechos en el territorio. Está en pie el proyecto para construir un galpón al lado de la huerta comunitaria. El trabajo se hará con los principios de la bioconstrucción, una técnica de arquitectura e ingeniería civil que prioriza el equilibrio ambiental. 

Para tanto, esta nueva etapa en Marielle Vive necesita de recursos financieros y está con una campaña abierta. La vaca online fue organizada por Universo da Floresta. La propuesta es utilizar los recursos recaudados tanto para la construcción del galpón como para el intercambio de conocimientos en las técnicas de bioconstrucción.

Edición: Geisa Marques