¡Afectadxs del mundo, uníos!
El cuerpo de Nicinha solo fue encontrado cinco meses después, la militante del Movimiento de Afectados por las Represas, MAB, de Brasil fue asesinada el año pasado, y ahora mismo miles de historias como esta se multiplican a lo largo de América Latina y el mundo.
El asesinato de Nicinha despertó la indignación y rechazo nacional e internacional contra la persecución y muerte que enfrentan quienes defienden los territorios, el agua y una vida digna; y que se contrapone a los intereses del capital y los Estados; que en lugar de garantizar los derechos de las poblaciones afectadas, son entreguistas y cómplices de estos crímenes.
Pero así como ha aumentado la represión y la criminalización de luchas; también, hoy por hoy, presenciamos un tejido importante de solidaridad e internacionalismo, como una estrategia potente de resistencia de los pueblos frente al capital energético y extractivista.
Del 6 al 8 de Octubre se realizó el “Seminario Internacional Transición Energética para un Proyecto Energético Popular” organizado por el Movimiento de Afectados por las Represas, MAB miembro de La Vía Campesina en Brasil y del Movimiento de Afectados por Represas en Latinoamérica (MAR). Entre sus principales objetivos está denunciar el actual sistema, el modelo energético, las constantes violaciones de derechos y la explotación sobre las poblaciones afectadas, para así fortalecer la unidad, la solidaridad y definir estrategias comunes de lucha, tanto nivel nacional como internacional, por una sociedad alternativa el capitalismo.
Milena Flores
En el sector energético, las poblaciones afectadas enfrentan cotidianamente persecuciones, desplazamientos, desalojos e incluso la muerte.
Como cada uno de las y los afectados que con su testimonio ilustran este reportaje, Milena Flores hace parte de este tejido. Su organización Ríos Vivos resiste al proyecto Hidroituango, una de las hidroeléctricas más grandes que se construye al sur de Colombia.
La barequera y pescadora artesanal es del departamento de Antioquia, del municipio de Briseño, e, históricamente su vida, así como la de otros agricultores y paleros, se ha desarrollado alrededor del Río Cauca donde se construye esta hidroeléctrica. “Nos preguntamos ¿energía para qué? ¿Y para quién? En el 2018 la represa será llenada y no podremos acceder más al río, teníamos como parte de nuestra economía el barequeo ancestral y la pesca, pero muchos se han tenido que ir, hay desplazamientos, desalojos, y cuando venga la empresa no sabemos qué vamos hacer, no tenemos tierra y, en este territorio indígena de nuestros abuelos esta nuestra vida”.
El Movimiento en Defensa de los Territorios y Afectados por Represas – Ríos Vivos ha denunciado múltiples impactos socio -ambientales generados por las represas en Colombia, tales denuncias constan en el informe técnico de Corantioquia y en la resolución 0027 de 2016 de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales ANLA. Sin embargo, las obras han seguido, la Hidroituango inundará el próximo año a cerca de 4.500 hectáreas e impactará otras 26.060 hectáreas de uno de los bosques secos tropicales mejor conservados de Colombia
Milena junto a su organización han articulado denuncias de carácter colectivo en la defensa de bienes comunes y públicos, pero a pesar de esto, el Estado ha hecho caso omiso. La articulación de luchas a nivel internacional hoy es vital para este movimiento. “Es importante articularnos en Colombia y América Latina para unirnos en una sola voz, entre más gente mejor. Solos no podemos, este sistema capitalista nos oprime, por eso es vital unirnos. Ellos quieren quitarles a nuestros hijos el derecho a un vida digna y tranquila” añade.
Francisco Morales
Él es originario del pueblo maya popti’ que habitan en el occidente en el departamento de Huehuetenango junto al Consejo del Pueblo Maya, CPM, un movimiento político de articulación, desde el 2004 vienen impulsando un proceso de participación directa y democrática de los pueblos, ejerciendo la libre determinación y el ejercicio del derecho fundamental a la consulta previa tal como consta en el Convenido de la OIT (art 169), hasta el momento superan los 80 municipios que han dicho no a la minería, a las hidroeléctricas y extractivismo en sus territorios.
“Esta es nuestra respuesta pacífica y eminentemente democrática frente a la imposición de un modelo económico que atenta contra la vida de nuestros pueblos, hoy estamos ante una nueva colonización, un nuevo modelo despojo como hace 500 años en nombre del falso desarrollo y, con esa claridad hemos dicho que vamos a luchar por nuestros territorios, a luchar por la vida misma” señala.
Este movimiento no solo ha promovido la prevención de la destrucción de la “madre tierra” sino que también ha propiciado la participación directa, la democracia participativa de los pueblos. Guatemala como muchos países de América Latina está siendo sometida a la agresiva imposición de un modelo económico basado en el extractivismo, que implica una reconcentración de los bienes estratégicos bajo control de las empresas transicionales con complicidad de los Estados.
“A lo largo de estos años nos hemos encontrado con otros movimientos, creemos que nuestras experiencias han sido importantes, pero también hemos aprendido otras formas, con nuevos elementos para fortalecer nuestra organización y nuestra lucha. La respuesta del estado a esta participación democrática y legítima de los pueblos ha sido la violencia, ha sido la criminalización del ejercicio de derechos. Esto también muestra la estructura colonial del estado, pues cuando los indígenas reclamamos derechos nos consideran delincuentes, terroristas”, enfatiza.
En todos estos procesos de consulta y lucha ha habido muchos asesinatos también, Don Andrés Miguel de Barillas fue asesinado el año pasado, y este año fue asesinado, en una manifestación pacífica, Esteban Bernabé. Hoy los pueblos están siendo sometidos a la judicialización, y estas acciones de criminalización son una clara estrategia perversa de los Estados y de las corporaciones. “ Ellos quieren dividir y desmovilizar las resistencias comunitarias, no solo pasa en Guatemala sino es un método que se está aplicando en Honduras, México, Colombia, en Brasil, y otros lugares del mundo, estamos convencidos que nos enfrentamos ante unos monstruos y corporaciones que tienen mucho poder, que tienen socios poderosos, por lo tanto, no nos queda otro ruta sino propiciar alianzas, por eso, no dudamos en ser parte de fortaleciendo en Movimiento de Afectados por las represas, MAR, que está dando vida en el contexto latinoamericano, no permitiremos que nos sometan de nuevo a una vida sin dignidad”.
Francisco propone la solidaridad y el internacionalismo como camino para avanzar en un modelo soberano energético popular donde los pueblos tengan la capacidad de proponer pero también de tener el control “Estamos despertando la conciencia ciudadana y colectiva de los pueblos, estamos pensando en la reconstrucción de los territorios, en otra forma de vida” concluye.
Michelle Vendiola
La indígena estadunidense nació en Nevada su tribu se llama Walker River Paiute Tribe pero actualmente vive en el estado de Washington en la reserva indígena de su esposo junto con sus dos hijos.
Empezó su lucha con la educación, para permitir a los jóvenes de su tribu tener acceso al conocimiento. Después de la situación de Standing Rock, el año pasado, se sintió muy inspirada y buscó involucrarse más en esta lucha. Esta nación indígena en Dakota del Norte se enfrentó al proyecto “Dakota Access Pipeline” , esta tribu fue duramente reprimida, el Estado del norte usó desde perros hasta cañones de agua bajo cero, además de gases lacrimógenos y balas de goma. La violencia para desmovilizarlos duró cerca de seis meses, pero la población junto con aliados se mantuvo ahí por todo ese tiempo “Había mucha solidaridad en todo el país, también solidaridad internacional. Este hecho llamó la atención por los derechos de la tribu pero también por temas ambientales, porque el oleoducto que querían construir pasa por ríos muy importantes afectando las aguas de varios estados. Esta es una muestra que el gobierno sigue aplicando un colonialismo, pero este colonialismo es diferente. Ahora ellos quieren borrar la cultura de las personas, exterminarnos, sin respetar nuestra cultura y los derechos que tenemos como tribus” comenta Michelle.
Los territorios indígenas donde viven muchas de las Tribus reconocidas por la constitución de los Estados Unidos son áreas estratégicas para las voraces corporaciones; alrededor de varias tribus hay muchas refinerías ya, pero quieren ir por más. El territorio llamado el “Punto de las cerezas” en Standing Rock es un territorio sagrado para enterrar y reverenciar a los muertos, pero ahora las refinerías quieren estas tierras porque en esta área hay muchas reservas de petróleo y su explotación resulta más fácil.
En la región donde vive Michelle con su familia se planea construir un proyecto Keystone en la costa y que cruza la frontera hacia Canadá “Si el oleoducto tuviera una ruptura o si hubiera accidentes con los buques que vienen a recibir el petróleo, se contaminaría toda la costa”. Las aguas y el mar son parte fundamental de su forma de vivir y su medio de subsistencia también, la mayoría de la población son pescadores, construyen canoas, trabajan duro para vivir y alimentarse bien. Cuando nos movilizamos las autoridades tanto del ejecutivo, como el judicial y el legislativo intentan perseguirnos. Hace poro un senador republicano intentó sacar una ley para declarar a los pueblos indígenas como terroristas económicos, porque él está en defensa de petróleo para la exportación, esto no pasó pero el planea ponerlo en la próxima sesión legislativa” indica.
Hay muchas acciones de criminalización en el país de las “libertades”, su organización se han enfrentado a varios tipos de censura para impedir que cuenten al mundo lo que está pasando en sus territorios. El delegado de justicia y el ministerio público consiguieron bloquear la página de Facebook con una acción judicial. Pero gracias a la solidaridad de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles pudieron parar esta sanción “Quieren perseguir la libre expresión, y perseguir a todos quienes nos siguen, miran la identidad quienes miran nuestra página, de quienes ponen “likes” o de quien pone que va asistir a una acción convocada. Argumentando que ellos solo buscan tomar informaciones claves que les sea útil a la causa penal y que el resto de información es confidencial”. Estas acciones inconstitucionales siguen siendo denunciadas porque atentan contra la libertad de expresión y resultan un precedente peligroso para censurar plataformas electrónicas.
Michelle también participa de la organización Desarrollo de Comunidad a Comunidad que trabaja con temas como migración, refugio, campesinos y asalariados agrícolas. “A veces la gente en Estados Unidos tiene dificultades en entender las luchas en América Latina, no siempre todos conocen. Para mí es un honor estar aquí y ver estas manifestaciones de luchas, me doy cuenta que hay muchas gente como nosotros luchando para conquistar sus derechos. Todos estamos contra el fascismo, contra el capitalismo que oprime tanto en sur como en norte, contra las represas y contra el despojo de los territorios” finaliza.
Tebesigwa Florence
La mayor fuente de energía en África son las hidroeléctricas, y países como Etiopia, el Congo, Mozambique y Uganda se están moviendo a este tipo producción energética. Tebesigwa es maestra de escuela y originaria de Uganda, hace 10 años ella y su comunidad cedieron parte de sus territorios para la construcción de una represa con la esperanza de tener energía, más la promesa de la empresa nunca se cumplió “Las represas no son energía para los pobres, hoy seguimos viviendo una pobreza energética, pero también una pobreza estructural. Las necesidades básicas de las y los africanos no son consideradas, casi toda la energía que producimos es para la exportación. Los precios que las empresas nos piden son muy altos, las familias muchas veces debemos prescindir de este derecho para garantizar otras necesidades” indica.
Muchos de los proyectos energéticos en esta región se aprueban con la complicidad de los Estados, sin consultar a las poblaciones ni tribus, además muchos de ellos están expuestos a una constante intimidación y falta de libertad de expresión. “Vivimos en una dictadura, en Uganda no es posible hacer este tipo de reuniones, socializar nuestros problemas” comenta.
Las construcciones de proyectos Hidroeléctricos son realizadas, principalmente, con inversión de corporaciones transnacionales e instituciones como el Banco Mundial y el Banco Europeo. Aunque también hay nuevos actores, el llamado factor China que se expande en los territorios africanos, y esta dominación se está sintiendo, mientras el Banco Mundial tiene algunos mecanismos de control, China no, lo cual resulta preocupante.
“La lucha debe continuar, queremos mirar lo que están haciendo acá para hacer más fuerte al movimiento en África. Hay que acercarnos como pueblos para luchar contra las dictaduras y las empresas transnacionales”, finaliza Tebesigwa.
Como hemos testimoniado en las voces de Milena, Francisco, Michelle y Tebesigwa la energía está en el centro del imperialismo, las empresas transnacionales y estados quieren ampliar sus ganancias; acaparar las aguas y los territorios, transformar la vida en valor. Pero los oprimidos del sur y del norte global están avanzando también en la construcción de la unidad contra el capitalismo, los pueblos están tejiendo una gran red solidaria e internacionalista, organizando a las poblaciones en todas las latitudes por una emergencia por un nuevo modelo energético y de sociedad.
Fotos y texto: Viviana Rojas Flores – La Vía Campesina