Vía Campesina se solidarizó con acampados de MST

Desde hace una semana, el MST ha retomado una serie de acciones de lucha que incluyen ocupaciones de tierras en diversos estados del país. Una de estas se produjo el pasado 28 de febrero en el municipio de Coqueiros do Sul, en el Estado de Río Grande do Sul, en donde unas 1800 familias ocuparon terrenos de la hacienda Guerra.

Hasta allí se trasladó ayer martes 7 de marzo, una delegación compuesta por unos 50 delegados de la Vía Campesina, que participan en la conferencia paralela sobre reforma agraria, que se realiza en Porto Alegre; e integrada por representantes de varios países como Uruguay, Paraguay, Venezuela, El Salvador, Perú, Nicaragua, México, España, Indonesia, Corea del Sur, entre otros. Todos ellos, se trasladaron hacia Coqueiros do Sul, a unas 4 horas al norte de Porto Alegre para expresar su solidaridad y apoyo a estas acciones de lucha del MST.

En la zona, la delegación fue recibida por los coordinadores, quienes explicaron las razones por las cuales habían ocupado estas tierras. “Esta hacienda tiene 7 mil hectáreas y solo mil están sembradas. Ocupa casi un tercio de las tierras del municipio. Además, porque no estamos contentos con la política de reforma agraria que aplica el gobierno, pues en lo que va del gobierno solo se han asentado unas 220 familias”, afirma Ana, una de las encargadas de recibir a los visitantes. El compromiso del gobierno fue de asentar 15 mil familias en Río Grande do Sul.

Joao, otro de los coordinadores, señala que no los asustan las amenazas de desalojarlos. En efecto, la zona está prácticamente rodeada por brigadas de la policía militar. “La familia Guerra se ha ido apropiando de estas tierras, que cultivan con soya transgénica. Nosotros las queremos para producir hortalizas y otros alimentos para nuestros pueblos”, señala.

En este acampamento que han denominado “Sepé Tiarajú”, un indio considerado héroe de la lucha por la tierra en Río Grande do Sul, las familias han instalado sus barracas transitorias de madera, en las que flamean las banderas rojas del MST; asimismo, han conformado sus comisiones que se encargan de las cocinas colectivas, de seguridad, producción, y por supuesto no descuidan lo que tiene que ver con la salud y la educación.

Hay que remarcar que en este acampamento hay unos 400 niños, 150 en edad pre escolar y otros 250 en etapa escolar. Ellos reciben sus clases en la escuela itinerante que ha sido instalada en el lugar. Mara Vanusa, una de las educadoras, nos explica “que la educación también es parte de la lucha por la tierra. Los niños son atendidos por unos 30 edudadores voluntarios que trabajan mañana y tarde en nuestro acampamento” señala Mara, al tiempo que mostraba las rústicas aulas de madera donde dictan sus clases, ante la mirada sorprendida de los miembros de la delegación de Vía Campesina.

En la zona de la entrada del acampamento, hablaron dirigentes locales del MST para explicar las razones de sus luchas; asimismo, en representación de los visitantes lo hicieron dirigentes de Venezuela y Corea del Sur, quienes expresaron su total apoyo a la lucha por la tierra y la reforma agraria que impulsa el MST. En medio de aplausos y vivas de los acampados, y enarbolando sus “foicés”, herramientas características de los Sem Terra, culminó esta visita que permitió conocer en el terreno mismo la dimensión de esta nueva jornada de lucha que ha impulsado el MST, para exigir que se acelere el proceso de reforma agraria, y que ellos denominan “2006 bermelho”.

José Coronado
Minga Informativa