Vía Campesina defiende prohibición de Terminator
Transgénicos, terminator, monopolio de las multinacionales, dependencia económica fueron algunos de los temas presentados durante la conferencia de prensa concedida por Vía Campesina en la tarde de ayer, en Curitiba, en Paraná. Campesinos vinculados a la organización analizaron el contexto de la COP-8 (8ª Conferencia de las Partes de la Convención sobre Diversidad Biológica) y expusieron lo que esperan de los gobiernos en las decisiones para defender a los campesinos, que representan un 25% de la población mundial.
Según Vía Campesina, el punto central de la COP-8 es la supresión de la moratoria contra experimentos, cultivo y comercialización de las semillas Terminator. A pesar de que sólo Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda y Australia defendieron el fin del veto, los campesinos temen el lobby de estos países ante gobiernos dependientes.
Para el mexicano Alberto Gómez, de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales de los Campesinos Autónomos (Unorca), la experiencia de algunas naciones muestra que los gobiernos que adoptaron prácticas neoliberales durante la década de los 90, terminaron convirtiéndose en rehenes. “Muchos gobiernos se convirtieron administradores de sus países, permitiendo que las multinacionales tomaran la conducción de sus economías. Ahora, dejan que la COP-8 se transforme en un foro de mercantilización de la vida”.
Los números muestran la devastación que la tecnología Terminator causaría en la agricultura. Actualmente, hay cerca de 1 millón 400 mil campesinos en todo el mundo sobreviviendo directamente de los alimentos que producen. Si la tecnología fuera regularizada, ellos tendrían que comprar la semilla anualmente, cada cosecha, aumentando en US$ 3 mil millones los costes del cultivo. Si algún productor resistiera inicialmente a la tecnología, su cultivo será afectado y contaminado por genes transgénicos, pues la Terminator presenta un alto poder de contaminación.
Por esos motivos es que la apicultora canadiense Karen Pederson, integrante de la Unión Nacional de los Campesinos (NFU, en inglés), criticó las investigaciones realizadas para desarrollar la semilla suicida. “Dicen que investigaciones son hechas solamente en nombre de la ciencia, lo que es un equívoco. Los estudios necesitan tener un objetivo práctico también. Y no hay como desarrollar algo para nuestra realidad de agricultor a partir de semillas que no se reproducirán”, defiende. Como Canadá presiona por la aprobación de la Terminator, Pederson protesta contra la posición de su país de origen. “Pido al mundo que cree una alianza contra mi país, Canadá, y sus amigos que quieren liberar Terminator”..
Caso a Caso
Por el hecho de que sólo cuatro países defendieron la supresión de la moratoria, los campesinos consideran que esos gobiernos presionarán para que la lógica del “caso por caso” se torne un documento y sea regularizado. Roberto Baggio, de la coordinación nacional del MST, relata que las multinacionales de semillas están con mucha presencia en la Conferencia y que se aliarán a estos países para entregar a los gobiernos el poder de evaluar cada pedido de licencia de investigaciones experimentales con semillas Terminator.
Dependiendo del impacto de los estudios, el país aprueba o no la realización de los experimentos. “La medida abriría la brecha para la diseminación de la semilla suicidas”, resalta Baggio. El gobierno brasileño dio conocer que defenderá el mantenimiento de la moratoria contra las semillas suicidas. Para Baggio, está planteado en la Conferencia de Curitiba el enfrentamiento entre dos modelos de agricultura completamente diferentes. “Estamos trabajando en un nuevo modelo de agricultura, porque sembrar no es solamente una técnica sino una forma de vida y de cultura, puesto que el proyecto neoliberal de las multinacionales es privatizar los recursos naturales, terminando con la relación que tenemos con el medio ambiente, y volvernos esclavos”, argumenta.
Igor Felippe Santos / MST / Minga Informativa