Tratado sobre Semillas: Llamamiento de la Sociedad Civil

Bali, 18 de marzo de 2011

[En nombre de Vía Campesina y de la las Organizaciones de la Sociedad Civil presentes en la cuarta sesión del Comité director de Tratado sobre las Semillas]

Introducción

Nos alegramos de tener la oportunidad, señor Presidente, de expresar algunas palabras de reflexión sobre el progreso de esta cuarta sesión del Comité director. Le agradecemos el considerado recibimiento que nos ha hecho sentir en casa.

En la segunda reunión del Comité director, las organizaciones de la sociedad civil sugirieron que sería más realista suspender el tratado que continuar trabajando sin los recursos adecuados. En la tercera reunión nos mantuvimos optimistas y hablamos de la necesidad urgente de establecer un programa que garantizara que aquellos gobiernos que se sumaran al tratado tendrían la responsabilidad de velar por su cumplimiento. Hoy, en esta cuarta reunión del Comité director esperábamos que las partes decidieran buscar los medios y adquirir el compromiso político necesario para hacer que el Tratado se lleve a cabo en interés de la mayoría de usuarios y promotores de los recursos filogenéticos para la Agricultura y la Alimentación (RFAA), los pequeños campesinos y los agricultores del mundo. 

No necesitamos recordaros que el propósito de este Tratado es promover la conservación y el empleo sostenible de los RFAA. El Tratado también persigue apoyar a los campesinos, como beneficiarios primordiales del mismo. Sólo a través de de nuestro trabajo campesino en la conservación y el desarrollo de la biodiversidad de los cultivos es posible oponer resistencia a amenazas como el cambio climático, y sólo así se alcanzará el objetivo último del Tratado, el de proveer alimento a las generaciones presentes y futuras de manera sostenible. Pero, nosotros, los pequeños campesinos y ganaderos, tan amenazados como el los recursos (RFAA) que mantenemos, necesitamos apoyo y protección que se afiance a través de la ejecución de nuestros derechos inalienables de campesinos, derecho a conservar, utilizar, intercambiar y vender nuestras semillas y a proteger nuestro saber.

Los derechos y la financiación de los campesinos

Hemos acudido al Comité  director, a vosotros, de manera urgente y con insistencia, para hablar de los derechos de los campesinos, como se expresa en el apartado 9 y en los apartados 5 y 6 sobre la conservación y el uso sostenible), y para velar por que haya suficiente financiación para ello. Mostramos nuestra satisfacción por el apoyo que se ha mantenido en algunos aspectos como la petición de talleres regionales y la implicación de las organizaciones campesinas. Sin embargo, confiamos en que sea prioritario ofrecer la financiación para hacer de esto una realidad. Esta acción es necesaria, no solo para nosotros, sino también para el Tratado a largo plazo. También esperamos que trabajéis para facilitar la publicación periódica de un Informe de la Situación de los Campesinos del Mundo (State of the World’s Farmers Report) con la participación activa de los campesinos y agricultores.

Proponemos un grupo de trabajo inclusivo y ad hoc que asegure la interconexión entre el uso sostenible y los derechos de los campesinos. Aunque este no se materialice en esta cuarta sesión, esperamos que pronto se convierta en una realidad en la próxima reunión del Comité director.

Es fundamental que se lleve a cabo una implementación más completa de los derechos de los campesinos. Los derechos de los campesinos, que según afirmáis en el Tratado deberían ascender a la esfera internacional, están siendo aniquilados por el empeño en asegurar los privilegios monopolísticos internacionales de los productores industriales.

El mecanismo del Sistema Multilateral del Acceso y Reparto de beneficios no es, y no parece que vaya a ser, fuente de beneficios reales en el futuro, mientras las lagunas exoneren del pago a los productores industriales, que sólo producen variedades protegidas por sus derechos de propiedad industrial. Ante la continua mala utilización, la apropiación indebida, la biopiratería y los privilegios de la industria monopolística de las semillas (derechos de propiedad industrial), debería existir un tipo de protección adecuada, diseñada con la colaboración de los campesinos, para materiales agroindustriales que puedan incluirse en el Sistema Multilateral (MLS).

Los mecanismos financieros y las estrategias de financiación del Tratado no deben estar sujetos a patentes ni a los derechos de aquellos que modifican las plantas genéticamente. Deberían emplearse otros mecanismos y todo la financiación, incluido el utilizado por el Grupo consultivo para la Investigación Agrícola Internacional(CGIAR), el Global Crop Diversity Trust (Trust por la Diversidad en los Cultivos) debería dedicarse a la conservación in-situ antes que a los grandes bancos centralizados de genes o a las bibliotecas digitales de ADN. La industria de las semillas que se ha beneficiado, sin pagar nada, de nuestra semillas, recolectadas gratuitamente de nuestros campos, y que sigue hoy beneficiándose de la erosión de la diversidad genética vegetal, a través de la sustitución de variedades y del creciente control monopolísticos de la venta comercial de semillas, esta industria, debería compensar a los campesinos que hicieron posible la biodiversidad de la agricultura mundial, especialmente los recursos RFAA.

Aunque apreciamos los esfuerzos de algunos CPs por proveer financiación para proyectos, cualquier fondo movilizado es de poca utilidad en la lucha por conservar los recusos (RFAA) mientras falten políticas públicas que hagan cumplir los derechos de losagricultores.

Coincidimos con algunos de vosotros en que la falta de financiación a través del Tratado y el fracaso en la implantación de los derechos de los campesinos deben considerarse fracasos de los objetivos.

Uso sostenible

Os hemos instado a evitar la distracción de soluciones de rutina diseñadas para manipular y a seguir el consejo del UN Special Rapporteur para el derecho a la Alimentación que ha animado a los gobiernos a dar un giro esencial desde la agricultura intensiva convencional hacia la agroecología, como una forma de que los países se autoabastezcan de alimentos al tiempo que se actúa sobre el cambio climático y los retos de la pobreza, y se refuerza la necesidad de apoyar la implantación de un uso sostenible de la variedad de los RFAA que son un componente importante de la agroecología.

Nuevas amenzas

Aún más urgente es la necesidad continua de acción. Desde la tercera reunión del Comité director, las amenazas a los recursos (RFAA) han crecido: Gene Giant Corporation está reclamando cientos de patentes multigenómicas; las bibliotecas digitales facilitarán la tecnología de síntesis de genes, lo cual conlleva el riesgo potencial de incumplimiento del Tratado. Estas aumentarían la apropiación de los recursos en el Anexo 1, y más aún, destruiría la confianza de aquellos campesinos que depositan semillas en el Sistema MLS. El Comité director permanece en silencio mientras el almacén de genes se seca. Si se mejora el almacenamiento a largo plazo de semillas podría hacerse posible la conservación local durante varias décadas de semillas sin control de temperatura y al mismo tiempo permitir tasas de germinación elevadas a bajo coste. Esta tecnología decisiva que podría aportar fondos significativos parece estar pasando desapercibida para vosotros.

Expectativas

Hemos ofrecido muchas propuestas para avanzar. Esto se reforzará con el compromiso mejorado de la sociedad civil y de las organizaciones de campesinos en condiciones de igualdad, basado en el modelo de éxito acordado por los miembros de la FAO en el reformado Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CFS). Sin la inclusión plena, no se podrán alcanzar los objetivos del Tratado ni podrá llegarse al público, al que necesitan para que les apoyen. Para este Comité director nos organizamos de forma autónoma y aseguramos intervenciones coherentes de las organizaciones de la sociedad civil. Creemos que el Comité director mejoraría si internalizara este enfoque que ofrece un modelo excelente para alcanzar la participación plena de la sociedad civil incluyendo a los representantes de los pequeños agricultores que conservan, usan y desarrollan los recursos (RFAA).

También nos gustaría colaborar con usted en la cooperación entre el Tratado y las organizaciones internacionales, más concretamente con la Comisión de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura (CRGAA) de la FAO, la madre del Tratado; el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CFS) de las Naciones Unidas/FAO, que supervisa la gobernanza sobre los alimentos y la agricultura; el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), que defiende la biodiversidad en agricultura; el Global Crop Diversity Trust (Trust por la Diversidad en los Cultivos), que se centra en las recolecciones ex situ; y Biodiversity Internacional, el arma de investigación del Grupo Consultivo para la Investigación Agrícola Internacional (CGIAR, en inglés). Esperamos que vosotros, como nosotros, encontréis maneras más eficaces de colaborar al nivel de la política con estas organizaciones para mejorar la conservación y el empleo sostenible de los RFAA.

Dijimos al principio de esta reunión que estábamos buscando una señal auténtica del cambio. Sabemos que usted, señor presidente, y todos los que estamos aquí, compartimos nuestra pasión por las semillas y por el Tratado. Podemos ver que la Secretaría está haciendo todo lo posible. Pero las señales que llegan desde fuera de esta reunión no son alentadoras. La supervivencia de este Tratado requiere que se reconozcan y que se cumplan los derechos de los campesinos, así como suficiente financiación para apoyar ese fin.

El Tratado nos abandonará, a los que utilizamos y desarrollamos esos recursos, a nuestra suerte y a la lucha para mantener con vida la resistente biodiversidad que alimenta al mundo.

No debemos abandonar, ni abandonaremos – resistiremos el ataque que nos amenaza a nosotros, a nuestras semillas y a la soberanía alimentaria – pero deseamos hacerlo a salvo y sabiendo que tenemos de nuestro lado el instrumento vinculante del sistema de la Naciones Unidas que debe defender los derechos de los agricultores a las semillas, el Tratado Internacional.

Solicitamos que esta declaración completa se añada a la memoria de la reunión. Gracias.