En un comunicado emitido el 16 de octubre, Día Internacional de Acción por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos, el Movimiento por la Tierra y la Reforma Agraria (MONLAR) de Sri Lanka destacó el dudoso papel desempeñado por las instituciones financieras internacionales a la hora de hundir al país en una crisis de deuda:
Dejen de blanquear a los imperios criminales del agronegocio, el FMI, el BM y la OMC; ¡Es hora de un sistema alimentario popular!
Mientras el gobierno de Sri Lanka intenta rescatar a todos de la catastrófica crisis de deuda, excepto a la gente a la que se supone debe servir, la gente está sufriendo las devastadoras consecuencias de las políticas fiscales impulsadas por la austeridad de este ataque cuidadosamente orquestado. Las personas y comunidades más marginadas, como los pequeños productores de alimentos y la comunidad de las plantaciones, se han convertido en blancos fáciles.
Hoy en día, 5,3 millones de personas en Sri Lanka padecen inseguridad alimentaria. Esto demuestra que lo que el gobierno ha estado haciendo para alimentar a su pueblo durante más de 70 años ha fracasado. El intento del gobierno de garantizar la seguridad alimentaria ha fracasado. Lo que el gobierno ha hecho para asegurar los medios de vida de los agricultores ha fracasado. Lo que los gobiernos han hecho para aliviar la pobreza rural ha fracasado. Las leyes, proyectos de ley, políticas, tratados internacionales y acuerdos de libre comercio (TLC) que se han implementado para garantizar la seguridad alimentaria han dejado a la gente en el suelo, mientras que muy pocos empresarios y sus amigos políticos han estado subiendo el tren de la salsa. durante años. En momentos en que más de un millón de personas mueren de hambre en Sri Lanka, la inmensa riqueza creada por estos oligarcas y los imperios que han construido a través de esta injusticia debería considerarse un crimen contra la humanidad.
Hoy, 16 de octubre, día de lucha por la soberanía alimentaria de nuestros pueblos, nosotros, el Movimiento por la Tierra y la Reforma Agraria (MONLAR), una vez más apoyamos a los pequeños productores de alimentos y a la comunidad de las plantaciones. Estamos con los pequeños agricultores que nos alimentan todos los días mientras luchan contra la deuda y la crisis climática, mientras son desalojados de sus tierras, su agua y sus semillas. Apoyamos a los trabajadores de las plantaciones que mantienen nuestra economía en marcha, incluso cuando se les priva de sus derechos humanos básicos. Y apoyamos a todos los que han sido perjudicados por la injusticia sistémica. ¡Apoyamos a todos los que han sido víctimas de este crimen premeditado!
Parece que tanto el Foro Mundial sobre la Alimentación como la Organización para la Alimentación y la Agricultura, las instituciones que prometen acabar con el hambre en el mundo, no ven el hecho de que cientos de millones de personas en todo el mundo pasan hambre. Los benefactores que financian estos esfuerzos fallidos, como el FMI, el Banco Mundial y los bancos privados, sólo han convertido la crisis en su fuente de ingresos, y ahora están mirando a más de 50 países paralizados por la deuda externa, incluido Sri Lanka.
Al tiempo que denunciamos el sistema alimentario impulsado por el mercado financiado por el FMI y el Banco Mundial en Sri Lanka, pedimos un sistema alimentario popular desde la producción de alimentos hasta el mercado de alimentos y el consumo responsable a través de la agroecología, garantizando la soberanía alimentaria donde los productores de alimentos a pequeña escala tengan derecho a la tierra, al agua. y semillas.
Instamos al gobierno a adoptar la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en zonas rurales – UNDROP, que es útil para fortalecer la promoción y protección de los derechos de los productores de alimentos en Sri Lanka. Hacemos un llamado a todos los pequeños productores de alimentos de Sri Lanka para que nos apoyen y se unan al movimiento agroecológico. No nos dejemos engañar creyendo que este sistema alimentario insostenible e injusto pondrá comida en nuestros estómagos.
¡Unámonos a la lucha global para acabar con el hambre en el mundo y garantizar nuestros derechos! ¡Ante las crisis globales, construimos la soberanía alimentaria para asegurar un futuro para la humanidad!