Rumbo al VI Congreso, el MST defiende un nuevo tipo de Reforma Agraria
VI Congreso del MST- Brasil 10 al 14 de Febrero.
Del 10 al 14 de febrero, más de 15 000 militantes del Movimiento de Trabajadores Sin Tierras, MST, se reunirán en su VI Congreso en Brasilia. La instancia máxima de dirección del movimiento debatirá sobre las tácticas y estrategias, en la actual coyuntura, para la consolidación de la lucha por la Reforma Agraria Popular.
Después de 30 años de la fundación del MST, la configuración en el campo brasileño va hacia la agudización de las contradicciones sociales que se acumulan como una deuda histórica, desde la concentración de la tierra como una mercancía a oligopolios privados, la continuidad de la expulsión del hombre y de la mujer del campo a engrosar las grandes ciudades, así como el uso excesivo de los agrotóxicos que el modelo del agronegocio suministra anualmente en la mesa de cada brasileño.
Signos claros de estas contradicciones se expresan en el número de acampados que hoy espera el acceso a la tierra, lo que excede las 186.000 familias, según el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA).
Asimismo, resulta alarmante la cantidad de tóxico ingerido por cada persona en Brasil hoy, a través de alimentos contaminados: una media de 5,2 litros consumidos por persona al año, según el Instituto Nacional del Cancer (INCA). Esto por no mencionar la existencia en Brasil de trabajo en condiciones análogas a la esclavitud en el siglo XXI, sustenidas dentro de las cercas del latifundio.
Esta situación sustenta los cuestionamientos sobre las promesas de desarrollo capitalista en el campo brasileño, engendrado desde los gobiernos militares a través del paquete tecnológico aplicado obligatoriamente en los países del Sur.
“El período de la dictadura tuvo como uno de sus ejes la implementación de lo que se llamó la Revolución Verde. Con la “modernización” de la agricultura, introdujo un paquete de maquinarias, productos químicos y tecnologías, además de una serie de medidas, entre ellas el crédito rural condicionado a este modelo, medidas que causaron una fuerte expulsión del pueblo del campo brasileño ” señala Débora Nunes, de la coordinación nacional del MST.
Contra la lógica del capitalismo de los países centrales, que realizaron reformas agrarias como base del desarrollo de sus industrias y los mercados internos ( el ejemplo de Estados Unidos y Alemania ), en Brasil el modelo político permeado por la vieja oligarquía latitudinaria impidió cualquier división de la tierra. No fue realizada dicha Reforma Agraria clásica.
“Después de 30 años de la creación del MST, llegamos a la primera década de este siglo, con el entendimiento de que la posibilidad de llevar a cabo una reforma agraria de tipo clásico ya no es factible y ni respondería a las necesidades actuales de las y los campesinos. Con la hegemonía del agronegocio en la agricultura, los desafíos están en otro nivel, y esto exige que nuestras propuestas también lo estén, ” añade Débora.
Según Débora, el programa agrario defendido hoy por el MST aún se funda en la división y la democratización de la tierra, ampliando el acceso a este medio de producción fundamental para la masa de los Sin Tierra, pero va más allá de este primer paso.
Reforma Agraria Popular: un contrapunto al sistema
La llamada Reforma Agraria Popular, defendida por el MST, busca responder a las demandas de la coyuntura actual. Débora se refiere a que el programa no es un manual a seguir, sino es una herramienta que orienta a la militancia y que dialoga con la sociedad, que es lo que el movimiento quiere para Brasil.
“El MST presenta un programa agrario que extrapola la reivindicación de condiciones y medidas corporativas sólo para los campesinos. Presenta una alternativa a los problemas estructurales del campo, y toda la sociedad brasileña “, afirma.
Plantean ir más allá de la concepción de democratización del acceso a la tierra, el MST, a través de la lucha por la Reforma Agraria Popular, ha avanzado en confrontar al modelo del Capital en el campo en otros frentes: la redefinición del tratamiento dado por la sociedad a la naturaleza, hoy mercantilizada; en el establecimiento de nuevas relaciones de producción y asumiendo el reto de la transición a una nueva matriz tecnológica en el campo, la agroecológica, y en la disputa de las instituciones del Estado para que estas reorienten sus acciones, que hoy sólo favorecen al agronegocio en detrimento de la agricultura campesina.
“El proceso de industrialización defendido y practicado por el MST, por ejemplo, en el contexto de la Reforma Agraria Popular, se ha enfrentado a la forma de la apropiación capitalista de la industria agrícola convencional, así como sus formas de gestión – además de estar confinado a un proyecto de sociedad”, explica Débora.
El movimiento viene, en un proceso de luchas y conquistas, enfrentado y pautando al Estado, como ente público colectivo, para que cumpla su papel decisivo en la estructuración de esta vía de desarrollo popular para el campo que se refleje en toda la sociedad.
Débora afirma que “hemos presionado al Estado para que asuma esta nueva política agraria, con la financiación pública de la producción primaria, la industrialización, la implantación de infraestructuras (equipos, estructuras públicas, sociales y productivas – acceso a la tierra, la escuela, los telecentros, los caminos, abastecimiento de agua y energía, la mecanización, etc) crédito, la comercialización (con abastecimiento regulado por el Estado y no por el mercado) “, argumenta citando el caso de los altos precios de los tomates en el año 2013.
Acúmulos que preparan un salto mayor
El MST ha defendido que la lucha, y el enfrentamiento presionando y orientando al Estado y gobiernos, han alterado estructuras productivas y sociales, como base para los cambios mayores, a nivel global en la sociedad.
Sea a partir de la propia división y el uso de la tierra, sea en el establecimiento de concepciones de trabajo asociado y cooperativo, y además en la elevación de la conciencia y organización de la clase, a través de sucesivos programas de formación popular, el movimiento ha acumulado fuerzas para impulsar el cambio social en el campo y en la ciudad.
“Queremos transformar el campo en un lugar mejor para vivir, tanto para quien está ahí tenga ese sentimiento, como para quien está en la ciudad sepa que el medio rural es donde se produce alimento y vida, y donde el pueblo se pone en marcha para concentrar ese sueño, ” resume Débora .
Y concluye: ” en esta actual etapa de la lucha de clases es necesario innovar en la percepción y en el programa que está más allá del campo. Esta propuesta no se limita al campo, es un proyecto de agricultura para el campo, mas que resolvería problemas estructurales en la sociedad brasileña. “
Más Información sobre VI Congreso
Dónde: Brasilia, Brasil.
Cuándo: 10 al 14 de Febrero de 2014.
Convocan: Cerca de 15 000 campesinas y campesinos.
Contacto de Prensa MST: Mayrá Lima / mayra@bsb.mst.org.br / +55 61 9684-6534
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