Roma: La Vía Campesina en la 16ª Comisión de Recursos Géneticos para la Alimentación y la Agricultura

Intervención de Marciano Silva del Movimiento de Pequeños Agricultores, MPA, de Brasil, miembro de La Vía Campesina, en la 16ªComisión de Recursos Géneticos para la  Alimentación y la Agricultura que se realiza desde hoy, 30 de enero al 3 de Febrero, en la sede la FAO en Roma.

(Roma, 28 de Enero de 2017) Buenos días a todos y todas, les deseamos un buen debate durante toda la semana. También saludamos a la nueva Secretaria del Tratado.  Tenemos una pregunta: Cómo podemos asegurar que los agricultores, los pueblos indígenas y las voces de los proveedores de alimentos sean centrales en estas discusiones y negociaciones? Lean también: Primer informe sobre el “Estado de la biodiversidad mundial para la alimentación y la agricultura” preparado por la sociedad civil.

Esta es una cuestión difícil y por tanto compleja. Primero: “Los proveedores de alimentos” es un concepto algo abstracto, debido al hecho de que la “industria” sigue diciendo que “produce alimentos” y que lo hace para la seguridad alimentaria y nutricional. Hay una diferenciación sobre la identidad de los proveedores y los usuarios. Nosotros somos proveedores y usuarios, pero somos los proveedores, los guardianes de la biodiversidad. No hay otros. Lo que hay son inversiones a los bancos de germoplasma – las “cámaras frías”, y no la hay en nuestro trabajo, que es más efectivo. 

La defensa de la idea de que “es necesario” dar voz a los proveedores de los recursos genéticos y alimentos, sugiere que estamos sujetos a considerar un grupo en general, sin especificar la diversidad de identidades en el proceso. Y es una costumbre de muchos gobiernos: también tratar igualmente los desiguales.

La biodiversidad es parte, no sólo el principio, en medio o un fin en sí mismo. Está presente en una localidad en un momento dado, y es manejado por la gente que vive allí. Estas personas tienen una relación directa con el paisaje: las plantas, los animales, la tierra, el agua y todo lo que está en este lugar. Esto da origen a su manera de vivir y en nuestro caso, al uso de la biodiversidad y a nuestra forma de hacer agricultura. 

Cuando se firmó el Convenio de la Biodiversidad y después, el Tratado de la FAO, los gobiernos y los Estados Nacionales asumieron la responsabilidad de mantener y conservar la biodiversidad y el patrimonio genético, sin ninguna consulta con nosotros. Así, consideramos que hubo un robo.

Hoy los Estados nacionales no cumplen los compromisos asumidos, no tienen capacidad efectiva para hacerlo. No pueden llegar al lugar donde vivimos. Están ausentes y cuando hay políticas públicas, estas no llegan a las comunidades a tiempo o en su totalidad. Siguiendo las directrices del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, los países han reducido el tamaño del “Estado” y viven en la crisis económica mundial. 

La biodiversidad y otros recursos naturales se convirtieron en bienes económicos. Entraron en los países como mercancías a través de mecanismos financieros o a traves de la biopiratería. La “Economía de los ecosistemas y la biodiversidad” (TEEB), la “Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de Bosques” (REDD) y los “Pagos por Servicios Ambientales” se desarrollaron por primera vez bajo la Convención sobre el Cambio Climático y luego hubo el “contrabando” a la Convención de la Diversidad Biológica y es tratada en los debates sobre las políticas públicas necesarias no solamente respecto a la biodiversidad, sino también respecto a los recursos genéticos.

La situación es similar en el tema del Acceso y distribución de beneficios sobre el uso del los recursos genéticos. Pero a pesar de tratar de trabajar más en conjunto con otros acuerdos internacionales, las negociaciones siguen por separado. Cuando no hay un consenso en un espacio multilateral y a pesar de los esfuerzos que se han hecho, el tema se ha incorporado a otros espacios, como la Convención sobre el Cambio Climático, el Tratado de Recursos Fitogenéticos de la FAO y otros como aca. El debate sigue de forma aislada. 

El Comité Internacional de Planificacion por la Soberania Alimentaria (CIP), defiende que es necesario dar voz y  respetar las opiniones de los campesinos y campesinas, los pueblos indígenas y los pueblos y comunidades tradicionales. Tratar igualmente a los desiguales se convierte en una costumbre para muchos gobiernos y espacios multilaterales.

Tenemos que cambiar de perspectiva respecto a la gestión compartida a nivel mundial de la protección y conservación de la biodiversidad. La humanidad sólo alcanzó el nivel actual de desarrollo de la civilización, porque ha aprendido a relacionarse con el medio ambiente. Y los conocimientos desarrollados en este proceso está vivo, en la práctica y en la memoria de esas personas: los pueblos indígenas, los pueblos y las comunidades tradicionales y campesinos. 

Así que si no hay un reconocimiento de este trabajo y una promoción efectiva de la participación de los pueblos indígenas y de las comunidades locales, no se garantizan los objetivos de conservar y mantener la biodiversidad para la alimentación y la agricultura en el mundo – no vamos a tener resultados efectivos.

Por el contrario, si aseguramos una participación efectiva de estos grupos, los Estados Nacionales cumplirán con su función. 

Los Estados Nacionales son los usuarios de la biodiversidad, así como todos nosotros. Pero nosotros somos los guardianes de este patrimonio. Pero el patrimonio está desapareciendo, incluso por las acciones gubernamentales.

Hemos elaborado un folleto, como parte de nuestra contribución al Primer informe sobre “El estado de la biodiversidad para la alimentación y la agricultura en el mundo”. Tiene como objetivo concienciar  sobre la importancia de la biodiversidad agrícola y el papel que los pequenos productores desempeñan para sostenerla. Lo pueden encontrar fuera en la entrada en cinco idiomas.

¡Nada sobre nosotros, sin nosotros!