Resistir para avanzar

Al entrar al recinto de la Escuela de Formación de Matola, en Maputo, Mozambique, percibes la energía y rebeldía que dos días de encuentro han dejado en el aire caliente de este rincón del Planeta.  Porque en este espacio se encuentran 600 mujeres y hombres lideres campesinos llegados de todos los continentes para participar en la V Asamblea de la Vía Campesina, con un propósito claro, que aquí se siente posible: cambiar el mundo. Y para ello la primera medida es resistir.

Resistir como ha demostrado la UNAC, organización campesina mayoritaria en Mozambique y excelente anfitriona del evento. La UNAC defiende con claridad los argumentos de la Soberanía Alimentaria, el paradigma de la Vía Campesina capaz de generar el primer movimiento mundial alternativo al modelo neoliberal. Así se lo hizo saber el día de la inauguración de la Asamblea al Presidente de Mozambique.

El gobierno de Mozambique se tambalea según los dictámenes del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, y en estos momentos de crisis alimentaria, según ellos, se requiere de la implantación de la Revolución Verde en África. Y los gobernantes se rinden, una vez más, al plan financiado por la Fundación Rockefeller y la fundación de Bill Gates, que promueven los transgénicos y los agrocombustibles como motor de desarrollo. El campesinado africano sufre un modelo presionado por los cultivos de exportación (algodón, cacao, café, caucho, etc.) que dificulta la agricultura de subsistencia y les lleva a depender de los mercados mundiales para poder alimentar a sus familias, y en espacios como este evento pueden compartir con otros pequeños campesinos el resultado de historias ya sucedidas.  Así ratifican a que les llevaría una  Revolución Verde. Como en la India o México, donde generó una agricultura industrial capaz de producir muchos bienes pero también una enorme pobreza en el campo. Se trata de una agricultura que somete y envenena a la propia naturaleza y que hace dependientes a los pequeños campesinos de semillas, petróleo, químicos y fertilizantes. Un modelo antisocial y no sostenible que la UNAC y el resto de las organizaciones de la Vía Campesina rechazan.

Este es uno de los elementos claves de esta Conferencia de la Vía Campesina, construir un nuevo presente resistiendo a viejos predicados. 

Gustavo Duch Guillot
Galicia Hoxe. 23 de octubre de 2008. OPINIÓN