Paraguay: Pronunciamiento Político de la 2° Jornada de Agroecología del IALA Guaraní
(Asunción, 11 de noviembre de 2016) Nosotras y nosotros, integrantes del colectivo del Instituto Agroecológico Latinoamericano (IALA) Guaraní, hemos convocado a la ciudadanía a debatir abiertamente algunos temas que consideramos relevantes y necesarios de ser entendidos como una apuesta hacia la transformación social por la que bregamos, en el marco de la segunda edición de la Jornada de Agroecología, que tuvo lugar los días 10 y 11 de noviembre de 2016, en la ciudad de Asunción.
Consideramos que la agroecología no es otra cosa que el ejercicio y la defensa de esa agricultura que ha dejado huellas en la historia de la humanidad al forjarse en las diferentes civilizaciones a través de los tiempos. La agroecología recoge la memoria de lo mejor que se ha labrado en el mundo. El agronegocio, por el contrario, es la expresión más nefasta del egoísmo y la ambición capitalista, su proyecto es la desaparición de nuestras comunidades campesinas e indígenas. Esto significa que, si antes luchamos para conquistar la tierra, hoy nos toca defenderla de quienes ven en ella no el asiento de nuestras vidas y subsistencia, sino solo lucro y especulación financiera.
No queremos que nuestros hijos e hijas vivan bajo un puente en las ciudades el día de mañana, queremos que crezcan en sus territorios y desarrollen una vida digna, que lleven con orgullo su identidad campesina e indígena. Para ello, el Estado debe reconocernos como sujetos de derechos y actuar en consecuencia.
Nos definimos como sujetos críticos a favor de la práctica de una educación liberadora capaz de sostenerse en la perspectiva de la transformación social, una educación para el campo que rescate los saberes y la experiencia de las generaciones pasadas y nos convierta a todas y todos en guardianes de las semillas nativas y criollas, del bosque, del agua y de los territorios; una educación capaz de valorar nuestro ser campesino e indígena pese a los dictados del sistema educativo formal y lo que pretenden el mercado y los gobiernos de turno.
Expresamos nuestra entera solidaridad con la población de Guahory que sufrió un violento desalojo el 15 de septiembre último y que son –especialmente sus bravas mujeres– un ejemplo de lucha y de resistencia en la batalla por conservar los territorios libres de la invasión del capital en el campo. Ese atropello de la fuerza pública cooptada por los intereses de empresarios extranjeros dedicados al agronegocio repercutió no solo en los derechos comunitarios y humanos, sino que se tradujo también en el abandono a su suerte por parte del Estado de una población que hoy se siente despojada no solo de su legítimo derecho a la tierra sino también de su derecho a la vivienda, la alimentación, la salud y la educación. En forma general también nos solidarizamos con todas las comunidades campesinas e indígenas que sufren todas estas formas de atropello por parte del Estado burgués y el agronegocio.
La humanidad no puede seguir adaptándose a lo que le hace sufrir solo para que una oligarquía de tentáculos mundiales siga generando riquezas. Desde la 2° Jornada de Agroecología afirmamos que no nos adaptamos al modelo productivo del neoliberalismo y seguiremos defendiendo la propuesta de la agricultura agroecológica hasta la verdadera Revolución Agraria; no nos adaptamos al cambio climático porque eso dará pie a nuevas formas de opresión por parte de las élites. Seguiremos luchando con la bandera de los movimientos indígenas y campesinos por frenar los impactos del cambio climático sobre la biodiversidad con lo que mejor sabemos hacer: relacionarnos con la Madre Tierra a través del lenguaje universal del amor, la dignidad y la esperanza.
¡La Agroecología es salud, sabiduría y libertad a través de la Agricultura!