¡OMC fuera de la Agricultura! La carta del Campesino Lee Kyung Hae en 2013

Día Internacional contra la OMC y los TLCs

El 10 de septiembre de 2003 en Cancún, México, en la movilización de la sociedad civil durante la Conferencia Ministerial de la OMC, Lee, un campesino koreano, se inmoló. Con este hecho trágico, Lee denunció los efectos destructivos de la OMC y de la liberalización del comercio en la vida de millones de campesinas y campesinos en todo el mundo. En memoria de Lee y de la lucha cotidiana de las campesinas y campesinos que resisten al proyecto neoliberal de la OMC, La Vía Campesina conmemora cada año, el 10 de septiembre, como Día Internacional contra la OMC y los tratados de libre comercio.

Como homenaje es más apropiado que Lee cuente su propia historia, tal como hizo con la declaración que repartió en Ginebra y también (más tarde,) minutos antes de su muerte en Cancún: 

Tengo 56 años y soy un campesino de Korea del Sur que siempre ha luchado para solucionar nuestros problemas, con la esperanza que me proporcionaba la organización de los sindicatos agrícolas. Pero en general he fracasado, al igual que tantos otros líderes campesinos han fracasado alrededor del mundo. Poco después de que se cerrase el Acuerdo de la Ronda de Uruguay, los campesinos Koreanos nos dimos cuenta de que nuestros destinos ya no estaban en nuestras manos. Parecía que ya no podíamos hacer nada para parar las olas que habían destruido nuestras comunidades en las que llevábamos cientos de años asentados. Para infundirme coraje he intentado encontrar la verdadera razón y la fuerza de esas olas. Y llegué a la siguiente conclusión, aquí, frente a las puertas de la OMC. Les grito las palabras que durante tanto tiempo han estado hirviéndome la sangre.

 Les pregunto: ¿para quién están llegando a acuerdos ahora? ¿Para el pueblo o para ustedes? Dejen de basar las negociaciones de la OMC en una lógica defectuosa y en meros gestos diplomáticos.¡OMC fuera de la Agricultura!.

Desde que se inició la importación a gran escala, a los pequeños agricultores no se les ha pagado los costes de producción. ¿Cómo se sentirían ustedes si de repente su salario se redujese a la mitad sin que entendieran el por qué?

Los agricultores que se dieron por vencidos hace tiempo se mudaron a los suburbios. Otros intentaron escapar del círculo vicioso pero se enfrentaron a deudas acumuladas y a la quiebra. En cuanto a mi, lo único que podía hacer era observar las casas vacías a mi alrededor, casas antiguas y deterioradas. Una vez fui a la casa de un campesino que se quitó la vida bebiendo un químico tóxico a causa de sus desorbitadas deudas. No pude hacer nada, tan sólo escuchar el aullido desesperado de su mujer. Si estuviera en mi lugar, ¿cómo se sentiría?

En Corea, las carreteras asfaltadas llevan a grandes apartamentos, edificios y fábricas. Esas tierras, ahora asfaltadas, eran plantaciones de arroz desarrolladas durante miles de años por varias generaciones. Proveían los alimentos diarios y los materiales, en el pasado. Ahora las funciones ecológicas y hidrológicas de estos arrozales son todavía más cruciales. ¿Quién protegerá la vitalidad rural, las tradiciones de la comunidad, los servicios, el medio ambiente?

Creo que la situación de los campesinos en muchos otros países en desarrollo es similar. Compartimos los problemas de vertidos, el aumento repentino de las importaciones, la falta de presupuestos gubernamentales y la sobrepoblación. Los impuestos arancelarios serían una solución práctica.

Me he preocupado tanto viendo la televisión y oyendo las noticias de la hambruna, que prevalece en muchos países menos desarrollados a pesar de que el precio internacional del grano sea tan barato. Los beneficios económicos generados a partir del comercio no deberían convertirse en el modo de asegurar la alimentación. Necesitan acceso a tierras y al agua. ¿Caridad? ¡No! ¡Dejen que trabajen de nuevo!

Mi advertencia se dirige a todos los ciudadanos: los seres humanos estamos en situación de peligro. Las grandes empresas multinacionales y un pequeño número de grandes Miembros de la OMC lideran una globalización indeseable que es inhumana, degrada el medio ambiente, asesina a los campesinos y es antidemocrática. Debería pararse inmediatamente. De lo contrario, la falsa lógica del neoliberalismo arrasará la diversidad de la agricultura mundial y será desastrosa para todos los seres humanos.