Nicaragua: Asociación de Trabajadores del Campo “comemos lo que cultivamos”

Nacida en 1978 en el contexto de la Revolución Popular Sandinista que derrocó con éxito la dictadura de Somoza instalada en Estados Unidos, la Asociación de Trabajadores del Campo (ATC) miembro de la CLOC – Vía Campesina, es una organización de lucha que representa a más de 50,000 trabajadorxs en sindicatos y cooperativas en todo Nicaragua.

La comunidad de Marlon Alvarado, ubicada al sur de Managua en el municipio de Santa Teresa, en el departamento de Carazo, es el hogar de familias campesinas que se organizan en un grupo de mujeres a través de la ATC. Produciendo casi todos sus propios alimentos, Marlon Alvarado es un fantástico ejemplo de la visión histórica de la agricultura colectiva y campesina de los Sandinistas y de cómo la Soberanía Alimentaria es una herramienta de resistencia contra el imperialismo estadounidense.

Organizado por la primera vez con la ATC en la década de 1980, Marlon Alvarado nombró a su comunidad en honor a un joven combatiente Sandinista que fue asesinado por la Guardia Nacional de Somoza durante la insurrección, antes del triunfo de la Revolución Sandinista. Después del triunfo, los Sandinistas priorizaron alimentar a Nicaragua e implementaron una Reforma Agraria Integral; la ATC fue parte de este programa masivo que redistribuyó aproximadamente la mitad de la tierra cultivable del país en manos de 120,000 familias campesinas (un número muy significativo para un país que tenía una población de 3 millones de personas en ese momento).

Al regresar al poder estatal en 2007, los Sandinistas retomaron esta misión histórica a través de una serie de programas, incluido el bono productivo que da semillas y animales a lxs campesinxs. En las tierras que recibieron por parte de la Reforma Agraria y con este bono, las familias de Marlon Alvarado cultivan, mantienen árboles frutales y crían ganado para el consumo comunitario.

Desde 2011, con colaboración de la ATC, las familias de Marlon Alvarado han estado reduciendo el uso de químicos y están haciendo la transición hacia la producción agroecológica. La ATC ha dirigido talleres para crear fertilizantes orgánicos, usar plantas fijadoras de nitrógeno para mejorar el suelo y construir camas profundas para criar cerdos. La ATC organiza los intercambios con campesinxs de otras partes del país y envía a los estudiantes del Instituto Latinoamericano de Agroecología (IALA) de La Vía Campesina a vivir y trabajar en la comunidad y compartir sus conocimientos agroecológicos.

Con la ATC, Marlon Alvarado ha instalado una parcela de demostración gestionado por la comunidad, que lxs miembros de la comunidad trabajan y cosechan colectivamente. Finalmente, la ATC ha facilitado capacitaciones empresariales para fomentar habilidades de liderazgo para el grupo de mujeres, así como talleres en hamacas, piñatas y joyería para ayudarlas a mejorar la economía de su hogar.

Además de estas iniciativas agrícolas, presente en Marlon Alvarado es el legado de la campaña de alfabetización de los Sandinistas y su compromiso continuo de construir escuelas, hospitales, centros de salud comunitarios, mantener la educación y la atención médica gratuitas, y entregar electricidad y carreteras a todas partes del país. país. Los miembros de la comunidad disfrutan y defienden estos beneficios. Como muchos vivieron durante la dictadura de Somoza y los gobiernos neoliberales de 1990-2006, no dan por hecho estos derechos. Comparten su historia de lucha a sus hijos para crear una comprensión intergeneracional de la Revolución.

En los siguientes testimonios, seis mujeres y un hombre de Marlon Alvarado expresan su orgullo de ser campesinxs y muestran cómo su modelo de Soberanía Alimentaria los libera de la excesiva dependencia de los mercados mundiales y sirve como arma contra el imperialismo estadounidense. Describen cómo la producción campesina a pequeña escala ayudó a Marlon Alvarado a sobrevivir tanto al bloqueo estadounidense en los años 80 como al intento de golpe financiado por Estados Unidos en 2018. Intercambiar y compartir alimentos con sus vecinos también crea solidaridad y fortalece a su comunidad. A través de sus testimonios, podemos ver cómo están enseñando a sus hijxs a amar a la agricultura, a la tierra y al campo.

Marlon Alvarado es muy querido por muchos Amigos y Amigas de la ATC, recibiendo delegaciones, practicantes y otros visitantes internacionales en los últimos años. Al visitar comunidades como Marlon Alvarado, lxs Amigxs de la ATC han podido experimentar la vida rural nicaragüense y ver los beneficios tangibles en el campo de la Revolución Popular Sandinista y de la ATC.

Deseamos que esta publicación capte las perspectivas que tantos de nosotros hemos tenido la suerte de obtener de primera mano gracias a nuestros amigos y camaradas en Marlon Alvarado.

* Fuente: Amigos de la Asociación de Trabajadores del Campo (ATC) – Nicaragua / Revista La Comuna