Moción sobre los Pueblos Indígenas en Brasil
Cuando llegaron los invasores europeos en el año 1500, había alrededor de un millar de pueblos indígenas diferentes, con más de 5 millones de personas, en el territorio que abarca hoy Brasil. Después de siglos de un proceso colonizador genocida y etnicida, la población indígena brasileña fue reducida brutalmente. Durante la dictadura militar, entre los años 60 y 80 del siglo pasado, las élites brasileñas llegaron a elaborar un plan para la
extinción completa de los indígenas. As pesar de ello, desde los años 70, los pueblos indígenas en Brasil retomaron sus luchas, sus territorios, sus culturas, la integridad de sus comunidades, construyeron organizaciones locales y regionales y crearon articulaciones nacionales. Durante la Asamblea Constituyente los pueblos indígenas se movilizaron y consiguieron el reconocimiento de sus derechos originarios en la Constitución aprobada en el 1988.
Desde entonces, la población indígena de Brasil volvió a crecer y fueron recuperados y demarcados centenares de territorios. Hoy viven en el país alrededor de 235 pueblos, con un total de más de 750 mil indígenas.
Todo este avance de las luchas indígenas está siendo combatido ahora por las grandes empresas de agronegocio y de minería, por los terratenientes criadores de ganado y cultivadores de caña. En conjunto con los medios de comunicación y actuando dentro de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, el capital desató una feroz campaña contra los pueblos indígenas. En esta campaña de cuño racista, los indígenas son acusados de "amenazar la seguridad nacional", de impedir el desarrollo", de "invadir las ciudades", de "no producir nada" etcétera.
El capital tiene como objetivo anular las victorias ya conquistadas por los pueblos indígenas en Brasil y retomar la perspectiva colonial, con vistas a la expropiación de las
tierras indígenas y la explotación privada de sus riquezas.
La V Conferencia Internacional de la Vía Campesina manifiesta el apoyo y la solidaridad con los pueblos indígenas de Brasil y nuestra firme disposición de continuar profundizando la gran construcción de la alianza campesina e indígena en Brasil, en América Latina y en el mundo.