Nosotrxs, La Via Campesina, la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo, Unión Comunera (Venezuela), el Movimiento Sin Tierra (MST, Brasil), Federación de Caficultores de la región sur (FEDECARE), Confédération Paysanne (Francia), Casa Tecmilco (México) como movimientos sociales solidarios con el pueblo de Haití, nos encontramos reunidos en el congreso del Mouvman Peyizan Papay (MPP), en el marco de las celebraciones por los 50 años de esta organización campesina. Tenemos la firme convicción de que la solución a las crisis que se impusieron a Haiti debe surgir desde el pueblo y los movimientos sociales de Haiti. Respaldamos la soberanía del pueblo haitiano y admiramos la lucha campesina haitiana, que se ha convertido en el motor de resistencia y cambio.

En 2019, se llevó a cabo en Haití el Foro Patriótico, en el cual surgió el Acuerdo del 30 de agosto (también conocido como Acuerdo de Montana). Este acuerdo permitió a las organizaciones del país construir una propuesta para una transición democrática, participativa y protagónica del pueblo y para el pueblo. Dicho acuerdo establece una agenda concreta para abordar la crisis actual: “Una solución haitiana para la crisis en Haití”, exenta de la intromisión de los poderes corruptos e imperialistas responsables de la violencia social, política y económica.

Cabe destacar que Haiti fue el primero en América Latina en lograr su independencia y contribuir a la emancipación de los pueblos colonizados, así como el primero en abolir la esclavitud y declarar la igualdad de todos los seres humanos. Las luchas colectivas que siguieron demostraron la tenacidad del pueblo haitiano frente a las adversidades. Las conquistas actuales de las luchas campesinas, como la continuación del trabajo de las organizaciones de base como el MPP, Tet Kolé, MPNKP, entre otros, la formación técnica y política, las alianzas con el campesinado global y el empoderamiento de las mujeres, dan cuenta de las capacidades intrínsecas del pueblo y sus logros históricos.

La política anti campesina del estado, la inseguridad y la violencia contra las mujeres, el acaparamiento de tierras, la falta de acceso a servicios sociales fundamentales y la injerencia internacional respaldada por gobiernos fascistas anti pueblo son parte de los problemas identificados por las organizaciones campesinas presentes en el congreso. Estas mismas han destacado la necesidad de la reforma agraria e integral, un plan agrícola adaptado a la realidad haitiana, el feminismo campesino y popular, la agroecología campesina, indígena y negra, la soberanía alimentaria, los derechos campesinos, la solidaridad internacionalista y la autodeterminación del pueblo para superar la crisis política, democrática, social, económica y ambiental.

Rechazamos enérgicamente las amenazas de intervenciones militares del “core group” compuesto por los embajadores de Estados Unidos de América, Canadá, Francia, Alemania, Brasil, España y la Unión Europea, así como por la oficina de la ONU en Haití (BINUH) y representantes de la Organización de Estados Americanos. Las invasiones precedentes degradaron aun más las condiciones de vida del pueblo haitiano. Condenamos rotundamente la explotación política de la crisis en beneficio de intereses capitalistas. Nos comprometemos a seguir apoyando al pueblo haitiano en sus justas demandas.

¡Viva el pueblo haitiano y sus organizaciones campesinas!

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