México, Día 5 del plantón y Foro Público sobre el Maíz Transgénico

Domingo, 27 de enero de 2013, Ángel de la Independencia, Ciudad de México

“Para hacer milpa, es necesario ser pueblo,” dijo Alvaro Salgado del Centro Nacional de Ayuda a las Misiones Indígenas (CENAMI), asesor de la Pastoral Indígena y la Red en Defensa del Maíz.  El quinto día del plantón y huelga de hambre contra maíz transgénico en México fue el escenario de un Foro Público sobre el Maíz Transgénico.

En su intervención sobre “Soberanía Alimentaria y Derechos de los Pueblos Indígenas y Campesinos,” Salgado explicó que la gran diversidad de razas y variedades nativas de maíz en México solo existe gracias a las comunidades campesinas e indígenas que cultivan la milpa (sistema tradicional de siembra en México). Dijo que en lugar de tener que “negociar nuestra salud con unas cuantas empresas transnacionales,” es mas importante defender los derechos colectivos y comunitarios de estos pueblos de maíz. 

Presidido por Olegario Carrillo, Coordinador Nacional de la UNORCA, el foro empezó con saludos para los huelguistas ayunantes de #132 Ambiental, Greenpeace, Guerreros Verdes, y otros movimientos y organizaciones.

Dr. Antonio Turrent, Presidente de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (http://www.uccs.mx) contó la historia del maíz, desde su domesticación del Teosintle por los pueblos originarios de Mesoamerica hace 9,000 años. Explicó las bondades nutricionales del maíz criollo y los terribles riesgos para la salud humana asociados al consumo del ma íz transgénico.

Peter Rosset, asesor de la Vía Campesina, colocó el tema de la iminente aprobación del maíz transgénico en México en el contexto global de la ofensiva del gran capital sobre el campo, que también incluye al auge de las concesiones mineras, los agrocombustibles, las inversiones turísticas, etc., todos los cuales terminan en el despojo y desplazamiento de comunidades campesinas.  Explicó la desesperación de las empresas como Monsanto por abrir los mercados de nuevos países para semillas transgénicas, con ejemplos de Ecuador y Bolivia, y describió la campaña de dinero y mentiras que implementó Monsanto en California para derrotar al plebiscito en aquel estado para etiquetar a los alimentos transgénicos.

 Ana de Ita, del Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexico, declaró que México está frente a una “emergencia nacional” por la iminente liberación comercial de maíz transgénico, que dentro de seis meses podría estar en las tortillas de los y las consumidores de las principales ciudades del país.  También explicó la amenaza para las variedades nativas del maíz que representa la contaminación transgénica, concluyendo que habría que dar la lucha en defensa del maíz “ahora o nunca.”