Más libre comercio no resolverá la crisis alimentaria
Del 13 al 15 de junio, la OMC llevará a cabo su 12ª Reunión Ministerial. La crisis alimentaria mundial ocupará un lugar central en los debates. Una vez más, lxs líderes políticxs del G7 y las naciones ricas están alentando por más libre comercio como solución para garantizar la seguridad alimentaria mundial. Lxs productorxs de alimentos a pequeña escala y los movimientos campesinos mundiales advierten que es la receta equivocada. Décadas de globalización desenfrenada y expansión del libre comercio han diezmado las economías locales, aumentado la pobreza rural, han generado conflictos agrarios, migración y han empeorado el hambre y la desigualdad. Es hora de un cambio radical para garantizar la “soberanía alimentaria en todas partes”.
El cambio climático, la pandemia de COVID-19 y la guerra contra Ucrania han creado alteraciones masivas en los mercados agrícolas internacionales y en los sistemas alimentarios mundiales. Los precios de los insumos agrícolas y algunos alimentos primarios y productos agrícolas se han disparado. La creciente inflación de los alimentos en países de todo el mundo amenaza con empujar a más personas al hambre. Varios países dependientes de las importaciones ahora están luchando para importar los alimentos necesarios para alimentar a su gente.
Las corporaciones transnacionales de agronegocios parecen estar dispuestas a explotar la crisis. Prefieren acumular y exportar en lugar de satisfacer la demanda interna, lo que a veces obliga a los gobiernos nacionales a imponer prohibiciones de exportación para controlar el aumento de los precios internos. Una investigación reciente ha descubierto que la especulación excesiva por parte de empresas y fondos de inversión en los mercados de materias primas ha contribuido al aumento de los precios.
En resumen, el sistema alimentario mundial, sustentado por los acuerdos de libre comercio y los tratados bilaterales de inversión, está fallando una vez más ante importantes alteraciones. Sin embargo, ¡todo lo que escuchamos son llamados a coro de las naciones ricas para más libre comercio! Es un déjà vu. En 2008, durante la crisis alimentaria mundial, se promocionó el comercio internacional como la píldora mágica para resolver la inseguridad alimentaria en todo el mundo. Eso acaba de demostrar ser una historia que podría costar la vida de cientos de millones de personas en todo el mundo.
Las soluciones reales estuvieron siempre en el horizonte
Durante casi un cuarto de siglo, La Vía Campesina, el movimiento campesino mundial, ha defendido que las políticas públicas nacionales basadas en los principios de la soberanía alimentaria podrían construir sistemas alimentarios estables y relocalizados. Dichos esfuerzos locales pueden capear la tormenta de alteraciones masivas que vemos hoy. En lugar de globalizar el comercio de alimentos a través de la OMC y otros acuerdos de libre comercio, los países deberían tener derecho a proteger y promover la producción local de alimentos, regular los mercados agrícolas y desarrollar el almacenamiento público.
Sin embargo, desde la reunión ministerial de 2013 en Bali, la OMC se ha demorado en encontrar una solución permanente para la constitución de existencias públicas con fines de seguridad alimentaria. Una propuesta presentada por el grupo G-33 de la OMC ha estado congelada desde 2013, a pesar de que la mayoría de las naciones en desarrollo la apoya.
Los países de ingresos medios y bajos también han estado solicitando un mecanismo de salvaguardia especial (SSM) para evitar el dumping de alimentos, lo que les permite aumentar los aranceles de importación cuando se enfrentan a un aumento de las importaciones. Sin embargo, aún hoy no parece haber una solución a la vista, incluso cuando el Acuerdo sobre Agricultura de la OMC solo permite que 39 países, 17 de ellos desarrollados y solo 22 países en desarrollo, usen una Salvaguardia Especial. Las reglas del comercio internacional en torno a las importaciones de alimentos también obligan a los países de medianos y bajos ingresos a permanecer obligados a un sistema comercial de libre mercado, rechazan cualquier política que proteja las economías locales y, a veces, incluso los obligan a reformular sus leyes nacionales.
¿Por qué necesitamos una institución global como la OMC que solo lucha por lxs ricxs y lxs poderosxs? El mundo no puede esperar más a que la OMC se reforme y encuentre soluciones importantes. África Occidental se enfrenta a su peor crisis alimentaria en diez años con más de 27 millones de personas que padecen hambre. La prevalencia del hambre en América Latina y el Caribe ahora es del 9,1%, la más alta en los últimos 15 años. El malestar social que presenciamos en Sri Lanka, el Líbano, Egipto y otros lugares exige la atención urgente de la sociedad mundial.
Hay pasos concretos que pueden allanar el camino hacia la soberanía alimentaria.
Todas las reglas existentes de la OMC que impiden que los países desarrollen sistemas públicos de almacenamiento de alimentos y apoyen a sus agricultorxs locales deben suspenderse de inmediato. Debe prohibirse la especulación con productos agrícolas y los países exportadores e importadores deben llevar a cabo negociaciones transparentes para garantizar precios accesibles para los países que dependen de las importaciones. Debería prohibirse el uso de productos agrícolas para producir agrocombustibles. La deuda pública de los países más vulnerables debe ser abolida.
A más largo plazo, la estabilización del sistema alimentario mundial requiere un cambio significativo en la política y la gobernanza alimentaria. Lxs productorxs de alimentos a pequeña escala deberían estar en el centro de la gobernanza alimentaria mundial, no las corporaciones de agronegocios. Los derechos de lxs campesinxs, como los establecidos en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de lxs Campesinxs, deben implementarse como un instrumento legalmente vinculante. La Agroecología Campesina y la Reforma Agraria deben convertirse en los medios esenciales para la producción sostenible de alimentos y para hacer frente a los desafíos ambientales.
La OMC ha perdido la confianza de la gente y todos los gobiernos deben mantener los asuntos agrícolas fuera de los Tratados de Libre Comercio. Ha llegado el momento de construir un marco internacional alternativo para las políticas comerciales y agrícolas basado en los principios de la Soberanía Alimentaria. Varios gobiernos, enfrentados a una importante crisis social interna, podrían estar dispuestos a dar estos pasos radicales hacia la soberanía alimentaria. Se enfrentarán a la resistencia masiva de las naciones ricas y las potencias exportadoras que no están dispuestas a perder la gallina de los huevos de oro. Dada la gravedad de la situación, en esta reunión ministerial de la OMC se vivirán batallas importantes. Seguimos alerta.
Escrito por Morgan Ody (Francia) Zainal Arifin Fuat (Indonesia) y Jeongyeol Kim (Corea del Sur), campesinxs y miembros del Comité Coordinador Internacional de La Vía Campesina.
Publicado originalmente en Al Jazeera el 7 de junio de 2022.