Llamamiento internacional – Somos el agua que se defiende!
Llamamiento para reforzar las alianzas internacionales por el agua y apoyar las luchas contra los mega-estanques en Francia
Más de 300 organizaciones campesinas, indígenas, ecologistas, feministas y sindicales de todo el mundo invitan a apoyar la lucha contra los megacuencas y las luchas por el agua como bien común en Francia y en todo el mundo, ¡y a denunciar la represión del gobierno francés!
Por iniciativa de los miembros de la Convergencia Global de Luchas por la Tierra, el Agua y las Semillas Campesinas de África Occidental, MODATIMA en Chile, la Comisión Étnica por la Paz y la Defensa de los Derechos Territoriales en Colombia, el Movimiento Ecológico por la Mesopotamia en Kurdistán, La Vía Campesina, la Confédération Paysanne y la Fondation Danielle Mitterrand, este llamamiento internacional sin precedentes se publica simultáneamente el 14 de abril en Al Jazeera, Le Monde, Brasil di Fato, Common dreams.
El llamamiento internacional sigue abierto a la firma de organizaciones de todo el mundo aquí: https://framaforms.org/we-are-water-defending-itself-1680702671
#wearewaterdefendingitself #nobassaran
Los días 24, 25 y 26 de marzo de 2023, más de 25.000 personas se reunieron en el Marais Poitevin, el segundo humedal más grande de Francia, en el oeste del país, para una movilización internacional contra los proyectos de “mega estanques”. Estos enormes cráteres artificiales de unas diez hectáreas rellenados mediante el bombeo de los mantos freáticos expresan la voluntad de mantener a toda costa de un modelo agroindustrial que aplasta a los campesinos y destruye el medioambiente. Ya implantados en Chile desde hace varias décadas, sus efectos son devastadores: los multimillonarios propietarios de los cultivos de aguacate acaparan el agua para llenar los mega estanques, mientras que los pueblos cercanos tienen que abastecerse mediante camiones cisterna. “¡No es sequía, es saqueo!” es el eslogan popular que resuena de Chile a México.
Contaminación, sobreexplotación, mercantilización, acaparamiento, alteración de los ciclos del agua: la situación es crítica en todo el mundo. Mientras la escasez de agua afecta al 40% de la población mundial, los gigantes de la alimentación industrial, como Danone, Nestlé y Coca-Cola, se apropian de las aguas de manantial, privando de ellas a los pueblos indígenas de México, Estados Unidos y Canadá, para venderla con sobreprecio en botellas de plástico. En otros lugares, las minas y las grandes presas también se multiplican, destruyendo los territorios aún habitados por comunidades campesinas e indígenas, al unísono con las órdenes capitalistas de “descarbonizar” las economías.
A pesar de la “guerra del agua” de Cochabamba (Bolivia) en 2000, de las contracumbres y del reconocimiento del derecho al agua por la ONU en 2010, la privatización y la financiarización del agua no han dejado de avanzar. El agua incluso cotiza en las Bolsas de valores desde 2020. Frente a este asalto ecocida contra el agua, la tierra y nuestros medios de vida, las luchas por el agua siguen creciendo y uniéndose en todo el mundo.
Por ello, algunos de nosotros estuvimos presentes físicamente en Sainte-Soline, Francia, el 25 de marzo, para hacer que nuestras luchas resuenen y se internacionalicen. Nosotros, activistas de Chile que luchamos contra la destrucción de nuestros ecosistemas por el neoliberalismo autoritario; activistas de Mali y África Occidental que luchamos por recuperar nuestras tierras contra el acaparamiento ; activistas del Kurdistán que se oponen a la guerra implacable emprendida en Turquía por el régimen de Erdogan que utiliza el agua como arma; activistas indígenas Yukpa de Abya Yala que luchan por la autodeterminación de nuestras naciones frente a un sistema colonial y extractivista; activistas de la Nación Lakota, México; activistas de los centros sociales del Noreste de Italia o NoTAV; activistas del “país dentro del país” en Bélgica; activistas de Francia y Europa… Otros participaron en cientos de luchas territoriales contra proyectos destructivos en Francia y Europa. Otros estuvieron presentes a través del calor de nuestros corazones y pensamientos.
Frente a esta movilización sin precedentes, el gobierno francés decidió prohibir la manifestación y desplegar más de 3200 gendarmes para proteger el mortífero proyecto de mega estanque de riego. Más de 5.000 granadas fueron disparadas contra los manifestantes en 2 horas hiriendo y mutilando cerca de 200 personas, varias decenas de ellas con gravedad. Hoy, un manifestante sigue en coma, entre la vida y la muerte. El gobierno francés anunció la “disolución” de “Les Soulèvements de la Terre” (, una de las organizaciones impulsoras de la manifestación.
Estas escenas tan brutales nos recuerdan la triste realidad que estamos viviendo en nuestros territorios y continentes, en diferentes grados: asistimos en todas partes al resurgimiento o a la intensificación del autoritarismo, la represión y la criminalización de quienes se oponen a la destrucción en curso, así como a las lógicas capitalistas e imperialistas que la provocan.
Pero no se puede disolver el movimiento de los pueblos del agua. ¡No pueden disolver una revuelta vital que crece y resuena más allá de las fronteras y las lenguas!
Por eso, nosotros, actores de la lucha por la vida, campesinos, defensores de los derechos humanos y del medioambiente, personalidades públicas, sindicatos, colectivos y organizaciones de diferentes continentes, llamamos a un apoyo internacional masivo a la lucha por el agua y en contra de los mega estanques en Francia. Llamamos a denunciar la represión del gobierno francés en contra del movimiento social y ecologista.
Nuestro apoyo se extiende a todos los que luchan en todo el mundo contra el acaparamiento, la privatización y la contaminación del agua, ¡y por su reparto justo y su protección como bien común inalienable!
En esta perspectiva, pedimos también que se respeten las declaraciones de la ONU sobre los derechos de los pueblos indígenas (DNUDPI) y sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales (UNDROP).
Desde el agua que corre por nuestras venas, los ríos de las cuencas que sustentan nuestros territorios y los ríos que conectan nuestras geografías, llamamos a fortalecer los encuentros y alianzas internacionalistas para defender el agua, la tierra y los bienes comunes que nos dan vida. Frente a todas las formas de represión y autoritarismo, nuestra solidaridad es como el agua que fluye: ¡cargada de vida y libertad, no conoce fronteras!
Lista actualizada de las organizaciones firmantes aquí