La Vía Campesina participó y dio aportes en la primera reunión presencial del Grupo de Trabajo sobre Derechos Campesinos de la ONU en Ginebra
Del 21 al 25 de octubre de 2024, el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y Otras Personas que Trabajan en Zonas Rurales (el Grupo de Trabajo) celebró su segunda sesión en Ginebra. Este Grupo de Trabajo se estableció en octubre del año pasado cuando los estados miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptaron una resolución presentada por Bolivia y un grupo central de estados acordando seguir implementando la Declaración de la ONU sobre derechos campesinos y otras personas que trabajan en Áreas Rurales (UNDROP).
Delegadxs de La Vía Campesina (LVC) de Asia, Europa y América Latina junto con sus aliadxs, CETIM y FIAN Internacional, asistieron y participaron en esta primera reunión histórica presencial del Grupo de Trabajo UNDROP en Ginebra. LVC estuvo representada por Zainal Fuat de la Unión de Agricultores de Indonesia, SPI de Indonesia, Paola Goes del Movimiento de afectadxs por Represas, MAB de Brasil y Pierre Maison de la Confederación Paysanne de Francia.
Durante la sesión, el Grupo de Trabajo organizó una reunión el día 23 de octubre con organizaciones de la sociedad civil para consultar y recibir información sobre los avances logrados y los principales obstáculos encontrados en el proceso de promoción e implementación, iniciando así una discusión sobre las prioridades del Grupo de Trabajo.
El 24 de octubre, el Grupo de Trabajo también se reunió e interactuó con representantes estatales. El Grupo de Trabajo inició el proceso de consulta a través de la convocatoria de aportes emitida este año. Hasta el momento, se presentaron más de 60 aportes: 14 de Estados, 41 de la sociedad civil y 14 de diferentes instituciones académicas y de derechos humanos.
Zainal Fuat, líder de Asia, presentó los esfuerzos de LVC para difundir la UNDROP y destacó algunos logros y desafíos importantes que enfrentan hasta ahora las organizaciones miembros para difundir y crear una mayor conciencia entre los titulares de derechos en sus respectivos países. Después de la adopción de UNDROP en 2018, LVC y sus organizaciones miembros, trabajando junto con sus aliadxs, CETIM y FIAN Internacional, desarrollaron materiales populares, organizaron numerosas sesiones de formación a nivel nacional, regional e internacional y tradujeron la declaración a más de 18 idiomas locales. Además de los seis idiomas oficiales de la ONU. También se creó un repositorio en línea para proporcionar una plataforma común que facilite el intercambio de conocimientos y conecte diferentes organizaciones y movimientos, y para vincular la UNDROP con otros instrumentos y estándares internacionales. La Vía Campesina también compartió sobre las medidas legislativas, administrativas, políticas y otras medidas relacionadas que el movimiento campesino consideró como buenas prácticas y lecciones aprendidas sobre la implementación de la UNDROP antes de la creación del Grupo de Trabajo.
Paula Goes del MAB Brasil y la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC – Vía Campesina) destacaron cómo la pandemia y los gobiernos de extrema derecha han generado una situación política delicada en América Latina, que ha impactado en la implementación de la UNDROP. A pesar de estos desafíos, la CLOC – Vía Campesina nunca ha dejado de presionar a los Estados para que implementen esta importante herramienta. Por ejemplo, la nueva aprobación constitucional cubana en 2019 incorporó elementos importantes de la UNDROP, la Corte Interamericana de Derechos Humanos está produciendo una jurisprudencia relevante sobre los derechos campesinos, mientras en Ecuador en 20233 se ratificó la declaración, un paso importante para defender a quienes alimentan al país y para centrar el debate del Estado en la elaboración de la política agraria, y asimismo, Honduras declaró la Ley Monsanto (Decreto No. 21-2012) inconstitucional.
Sibylle Dirren y Ana María Suárez-Franco de FIAN Internacional enfatizaron la necesidad urgente de reformas sistémicas para defender los derechos humanos, garantizar la soberanía alimentaria y promover la justicia social. Describieron la preocupante tendencia de la mercantilización de los bienes naturales, que impacta desproporcionadamente a lxs campesinxs al consolidar los bienes bajo el control corporativo y de élite, y enfatizaron la importancia de la agroecología, arraigada en los conocimientos y prácticas de lxs campesinxs y las comunidades rurales, como base para sistemas alimentarios sostenible , con mujeres rurales que defienden modelos transformadores que se alinean con la justicia social, económica, ambiental y de género.
En Europa, Pierre Maison de la Confederación Paysanne destacó cómo los miembros de LVC han estado presionando a sus gobiernos, especialmente en el proceso de adopción de la UNDROP y la resolución para establecer el Grupo de Trabajo de la ONU. Señaló que la relación que tienen las organizaciones miembros con sus gobiernos varía de un país a otro. Algunos miembros son muy cercanos a sus gobiernos, otros no. A nivel europeo, la región de la Coordinación Europea Vía Campesina (ECVC) sigue presionando por políticas públicas que estén alineadas con la declaración.
Raffaele Morgantini del CETIM intervino para hablar brevemente sobre el caso de Suiza y sus desafíos en términos de promoción e implementación de la UNDROP. De hecho, el caso suizo es complejo y lamentablemente ha tenido pocos o ningún avance hasta la fecha, a pesar del trabajo de promoción llevado a cabo por la coalición de “Amigos de la Declaración – Suiza”, de la que forman parte CETIM, Uniterre (miembro de LVC en Suiza) y FIAN Suiza son miembros. Entre los principales obstáculos en Suiza, pero que se reflejan en muchos otros países donde el sector agroindustrial ejerce un control casi total sobre los sistemas alimentarios y agrícolas, lxs delegadxs identificaron la centralidad de la arquitectura comercial y financiera dominante. De hecho, el régimen internacional de libre comercio e inversión implica una contradicción fundamental con los compromisos asumidos a nivel de la UNDROP. CETIM declaró que la coalición suiza desea participar de manera constructiva y activa en las actividades del nuevo Grupo de Trabajo, para que pueda desempeñar un papel importante en ayudar a promover e implementar la declaración sobre los derechos campesinos en Suiza.
La Vía Campesina está convencida de que la UNDROP es una herramienta muy relevante para fomentar la agroecología y las prácticas agrícolas verdaderamente sostenibles, la justicia climática y ambiental, garantizar el derecho a la alimentación para todxs, mejorar el derecho a la salud y, en general, proteger los derechos humanos.
En este sentido, el movimiento campesino sugirió que el Grupo de Trabajo debería (1) examinar cómo las iniciativas de lxs campesinxs, las comunidades rurales y los pueblos indígenas podrían contribuir a salvaguardar la biodiversidad; abordar y revertir el despojo estructural de lxs campesinxs y las comunidades rurales de los medios de producción (como semillas, tierra, agua, etc.); (2) abordar la cuestión del desmantelamiento de la arquitectura transnacional de los regímenes comerciales y de inversión dominantes que promueven los agronegocios monopólicos y depredadores y otras prácticas corporativas dañinas a expensas de los derechos de los campesinos; y (3) explorar cómo la soberanía alimentaria y la justicia social sirven como principios alternativos para un mejor acceso a los mercados.
FIAN también destacó el potencial de UNDROP como instrumento de colaboración entre los diferentes grupos que constituyen un mundo rural diverso, como los pueblos indígenas, las mujeres rurales, lxs campesinxs, lxs pastores, lxs pescadores artesanales y lxs trabajadores pesqueros, lxs habitantes de los bosques y lxs trabajadores agrícolas y alimentarios. Instaron a adoptar un enfoque interseccional para abordar la discriminación sistémica, reconociendo las barreras que plantean el género, la raza, la clase y otros factores sociales, particularmente para las mujeres y las personas LGBTIQA+ en las zonas rurales. Este enfoque integral, argumentaron, es esencial para construir comunidades inclusivas y resilientes y garantizar la plena realización de los derechos humanos para toda la población rural.
Finalmente, Zainal Fuat hizo aportes adicionales sobre las prioridades de La Vía Campesina que deben abordarse en la implementación de la declaración. Estos incluyen (1) la promoción de mejores prácticas y lecciones aprendidas, el fomento de la colaboración entre los Estados, los titulares de derechos y los grupos y organizaciones de la sociedad civil, (2) el apoyo al desarrollo de capacidades técnicas para los Estados, los titulares de derechos, las sociedades civiles y los mecanismos pertinentes de las Naciones Unidas y organismos, (3) cómo la agroecología y las prácticas agrícolas verdaderamente sostenibles pueden fomentar la justicia climática y ambiental, garantizar el derecho a la alimentación para todxs, mejorar el derecho a la salud y, en general, proteger los derechos humanos y (4) las cuestiones comerciales en la iniciativa urgente de construir un nuevo orden comercial global basado en la Soberanía Alimentaria para abordar las fallas del sistema comercial actual y promover la acción colectiva hacia un nuevo marco comercial que enfatice la solidaridad, el internacionalismo, los derechos humanos y la soberanía alimentaria. Por lo tanto, también es importante que el Grupo de Trabajo sobre Derechos Campesinos lleve a cabo un diálogo con las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) y la Organización para la Alimentación y la Agricultura para lograr este marco.
Asimismo, La Vía Campesina acogió con agrado la buena noticia de que el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CFS) aprobó la propuesta del gobierno colombiano de realizar la II Conferencia Internacional sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural (CARD+20) en 2026. Llamó a implementar la Reforma Agraria (artículo 17 de UNDROP) con la distribución de tierras y que la CIRADR+20 contribuirá en gran medida a abordar muchos conflictos agrarios, criminalización, represión, desalojos y acaparamiento de tierras para la producción exportadora de alimentos, la alimentación y para el clima, cambios en los mercados de carbono, biocombustibles, etc.