La Vía Campesina apoya y se solidariza con el Pueblo Kanak, Nueva Caledonia
(Bagnolet, 22 de Julio de 2024) Frente a la situación explosiva en Nueva Caledonia, nosotrxs, campesinxs de La Vía Campesina, nos unimos a nuestrxs miembrxs en Francia de la Confédération Paysanne para brindar nuestro apoyo al pueblo Kanak y pedimos a las instancias internacionales que intervengan para hacer reconocer los derechos del pueblo Kanak a la independencia. Denunciamos la política imperialista y de injerencia del estado colonial francés.
Recordemos que desde 1986, Nueva Caledonia forma parte de la lista de territorios no autónomos a descolonizar de las Naciones Unidas.
Dos provincias de tres están gestionadas por lxs independentistas y el territorio es autosuficiente económicamente, pero la población autóctona sigue estando muy desfavorecida en comparación con lxs descendientes de colonos, los Caldoches, y lxs ciudadanxs franceses de la metrópoli.
Siendo el tercer productor mundial de níquel, este país atrae la codicia del mundo liberal capitalista y Francia tiene mucho miedo de perder el control sobre el territorio que también representa un gran interés estratégico y militar en el Pacífico para el hexágono.
Frente a los desafíos de los recursos mineros y turísticos, el desarrollo agrícola no es una preocupación para los gobernadores y la mayoría de los productos agrícolas se importan de Australia.
La agricultura “comercial” en manos de los caldoches está principalmente dedicada a la ganadería bovina y solo constituye el 2 % del PIB. Sin embargo, la agricultura de subsistencia, consumida e intercambiada por los pueblos indígenas, representa una cuarta parte de los recursos de las familias autóctonas. Las producciones de subsistencia, con su dimensión no comercial, tienen un lugar importante en la identidad kanak.
Esta agricultura de subsistencia juega un papel crucial en la soberanía alimentaria del pueblo kanak, pero no es reconocida ni apoyada por las autoridades públicas.
Es importante que el proceso de reforma agraria, iniciado en 1979, sea retomado para devolver las tierras privadas que fueron sustraídas a los kanaks y regresarlas a la gestión colectiva del derecho consuetudinario.
Más allá de las tierras usurpadas, el pueblo kanak también es víctima de discriminación e injusticias sociales en todos los niveles, con las riquezas concentradas únicamente en manos de unos pocos residentes caldoches y metropolitanos.
La supremacía blanca no puede seguir confiscando los bienes, los derechos, los saberes, las costumbres de un pueblo de más de 3000 años.
Desde mayo, la brutalidad del gobierno francés al querer imponer un nuevo cuerpo electoral para impedir el proceso de los acuerdos de Nouméa de 1998 y la independencia del pueblo Kanak, ya ha causado la muerte de 9 personas.
Con la imposición de esta ley, la ira del pueblo kanak se ha transformado en revuelta. La única respuesta del gobierno francés ha sido una represión policial violenta y el apoyo a las milicias blancas lealistas por parte de las fuerzas del orden. El Alto Comisionado incluso mencionó un derecho a la “legítima defensa”, autorizando a los colonos más radicales a armarse.
Mientras las tensiones se estaban apaciguando, el 19 de junio, las fuerzas del orden detuvieron y pusieron bajo custodia a 11 líderes políticos y sindicales de la CCAT (Celda de Coordinación de Acciones de Terreno). Siete de ellos, incluido el líder independentista Christian Tein, fueron deportados a prisiones francesas, a 17,000 km de sus hogares, con cargos graves relacionados con la criminalidad organizada.
El Estado francés persiste en su política de intimidación, criminalización del movimiento kanak y de justicia desigual, ya que las milicias racistas y armadas responsables de abusos contra la juventud kanak, gozan de total impunidad. Recordemos que los llamados representantes lealistas son los responsables de estas milicias coloniales.
Exigimos la liberación inmediata y el retorno al país de los responsables kanaks y el levantamiento de todas las acusaciones en su contra, así como de todas las personas víctimas de la represión.
Pedimos que investigaciones independientes establezcan las circunstancias de los crímenes cometidos.
Sin reconocimiento de los derechos fundamentales del pueblo kanak, sin justicia para las víctimas y sin equidad en la distribución de las riquezas del territorio, la paz no podrá lograrse.
Lxs representantes kanaks, por su parte, se dicen dispuestxs a aceptar que lxs caldoches y otrxs habitantes de la isla desde hace mucho tiempo sean ciudadanxs de pleno derecho.
Pedimos al gobierno francés que retire el proyecto de ley, respete las convenciones internacionales sobre los derechos de los pueblos a la autodeterminación y reabra un espacio de negociación con los independentistas.
Ante la situación excepcional en Kanaky – Nueva Caledonia desde mayo de 2024, la organización Comité Justice et Liberté pour Kanaky ha decidido poner en marcha un fondo de solidaridad internacionalista, anticolonialista y anticapitalista contra la actual represión en Kanaky, en coordinación con movimientos locales (sindicatos, organizaciones de derechos humanos) y redes de solidaridad en Francia.