“La agroecología es la práctica campesina de resistencia ante el agronegocio y el avance del capital”
La Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecología premia a La Vía Campesina “por su lucha incansable en pro de la Agroecología. Participación de la Cloc- Vía Campesina en el V Congreso Latino de Agroecología.
(12 de Octubre de 2015) En su V Congreso Latinoamericano de Agroecología, celebrado del 7 al 9 de octubre de 2015 en la Universidad Nacional de La Plata, Argentina, la Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecología (SOCLA) premió a La Vía Campesina “en reconocimiento por su ejemplo de lucha incansable en pro de la Agroecología y los derechos campesinos, para cumplir su papel de cuidar la tierra, alimentar al mundo, conservar la biodiversidad y enfriar el planeta en su constante búsqueda por la soberanía alimentaria en América Latina.” Según la Dra. Clara Nicholls de Colombia, Presidenta de la Asociación, “SOCLA por primera vez entregó una placa de reconocimiento a un movimiento social, en este caso La Vía
Campesina, por su ejemplar liderazgo y esfuerzo inspirador en la promoción de la Agroecologia entre millones de hombres, mujeres y jóvenes del campo Latinoamericano.”
Una delegación de más de 30 campesinas y campesinos de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC- La Vía Campesina), provenientes de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, y México, entre otros países, representaron a La Vía Campesina en el Congreso, junto con mas de 1,500 profesores/as, investigadores/as, y estudiantes de agroecología, y representantes de movimientos sociales y de ONGs, provenientes de toda América Latina. Los/as delegado/as de CLOC/LVC hablaron en diversas plenarias y mesas redondas, impartieron dos conferencias magistrales, y hablaron en las mesas de inauguración y clausura del Congreso.
En la inauguración, Marta Greco, del Movimiento Nacional Campesino e Indígena (MNCI-CLOC/Vía Campesina Argentina), destacó que “la agroecología es un eje transversal que se vincula con la soberanía alimentaria y la reforma agraria popular en toda la región. Para nosotros tiene una dimensión política, económica, cultural y social. Estamos comprometidos con procesos de formación agroecológica en escuelas campesinas en todo el continente. Transformar la matriz productiva y energética demanda organización y lucha.” Ella luego dio una ponencia sobre las escuelas campesinas de agroecología de MNCI en la mesa redonda sobre “Educación y Agroecología.”
Un su conferencia magistral, Adalberto “Pardal” Martins del Movimiento Sin Tierra de Brasil (MST-Vía Campesina), explicó el contexto de la lucha de los campesinos contra el modelo del agronegocio avasallador, y enfatizó que el objetivo de la agroecología campesina es transformar y cambiar de raíz el sistema alimentario dominante. Dijo que “la agroecología es la práctica campesina de resistencia ante el agronegocio y el avance del capital,” y colocó los ejemplos de una red de huertos orgánicos de las mujeres de su movimiento, que se articula con una red de ferias ecológicas campesinas, de una cooperativa/empresa campesina se semillas ecológicas, Bionatur, y de un “conglomerado” de cooperativas campesinas de arroz ecológico, todos en el Sur de su país.
Diego Montón, de la Coordinación Continental de la CLOC-Vía Campesina, explicó la lucha de la Vía Campesina por el reconocimiento de los derechos campesinos en la Naciones Unidas, y el del vínculo entre la agroecología campesina y las políticas públicas.
José María Oviedo, de la Unión Nacional de Productores Agropecuarios (Vía Campesina Costa Rica), dijo en la clausura del Congreso, que “los campesinos y campesinos estamos enfrentando una guerras en el campo,” que resistimos y transformamos con la agroecología, y que en “CLOC/Vía Campesina esperamos poder contar con la SOCLA como aliado en esta lucha.” En la mesa sobre semillas, Carlos Opazo Bascunan, campesino guardián de las semillas, (de ANAMURI-Vía Campesina-Chile) ofreció una visión magistral de las semillas campesinas, su importancia para la agroecología y para la humanidad, y las amenazas que enfrentan.
En la mesa sobre “Movimientos Sociales y Agroecología,” Ángel Strapazón de MOCASE (Vía Campesina Argentina) compartió un resumen en 4 etapas, de la historia de CLOC-Vía Campesina, ubicando el auge de la formación campesina agroecológica en la etapa actual. En otra conferencia magistral, Peter Rosset del equipo técnico de la Vía Campesina Internacional y ECOSUR, planteó que hoy día la agroecología se encuentra en una encrucijada, entre una visión campesina de producción agroecológica para la soberanía alimentaria y la Madre Tierra, y una visión institucional, meramente tecnicista, que vea a la agroecología como unas técnicas mas, para volver “tantito mas sustentable” a la agricultura industrial, “sin tocar ni las estructuras de poder ni el monocultivo,” con “falsas agroecologías como la agricultura climáticamente inteligente.”
En un documento que CLOC-Vía Campesina repartió a todos los/as participantes en el congreso, con el apoyo de la Secretaría de Agricultura Familiar de Argentina, se explica que:
Las mujeres, hombres, ancianos y jóvenes campesinos, indígenas, jornaleros, trabajadores rurales sin tierra, y otros pueblos del campo que hacemos La Vía Campesina, estamos comprometidos con la lucha por la defensa y recuperación nuestra tierra y territorios, que nos permiten preservar nuestro modo de vida, nuestras comunidades, y nuestra cultura. La agricultura campesina agroecológica que en ellos practicamos es una pieza clave en la construcción de la soberanía alimentaria y para la defensa de la Madre Tierra, principios éticos de vida basados en la justicia social y en la dignidad de los pueblos. Es decir, nuestra producción de alimentos agroecológicos se enfoca en la vida de las personas— nuestras comunidades, pueblos y naciones—en lugar de producir biomasa para celulosa, agrocombustibles, o productos de exportación para otros países.
El proyecto de La Vía Campesina es un “proyecto de vida,” para un campo con campesinas y campesinos, de comunidades rurales con familias, de territorios con árboles y bosques, montañas, lagos, ríos y costas, y se opone fuertemente al “proyecto de muerte” del agronegocio, de la agricultura sin campesinos ni familias, de monocultivos industriales, de áreas rurales sin árboles, de desiertos verdes y tierras envenenadas con agrotóxicos y transgénicos. Con nuestras acciones y prácticas las campesinas y campesinos de todo el mundo estamos activamente confrontando al capital y al agronegocio, disputando la tierra y el territorio con ellos.
Cuando controlamos nuestro territorio, buscamos practicar una agroecología campesina basada en sistemas locales de semillas campesinas, que es comprobadamente mejor para la Madre Tierra, pues ayuda a Enfriar el Planeta, y ha demostrado ser más productiva por unidad área que el monocultivo industrial, ofreciendo el potencial para alimentar al mundo con alimentos sanos y saludables, producidos de forma local, mientras que a su vez garantiza una vida con dignidad para el campesinado y para las generaciones futuras de los pueblos de campo. Asimismo, la soberanía alimentaria basada en la agricultura campesina agroecológica ofrece soluciones a las crisis alimentarias, climáticas, y otras crisis que está enfrentando la humanidad y que son producidas por el capitalismo.