La agricultura campesina, eje central de la lucha contra la crisis climática
Presentamos un resumen de la intervención de La Vía Campesina y sus aliados durante el 53º periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
(Ginebra, julio de 2023) Es innegable que la actual crisis climática se encaja en la actual crisis multidimensional del sistema neoliberal, un sistema que sacrifica los equilibrios medioambientales y los ecosistemas ante los beneficios a cualquier precio de las minorías dominantes, en particular de la agroindustria transnacional. Frente a ello, se están realizando esfuerzos de incidencia a nivel internacional para contrarrestar los efectos devastadores de esta crisis y exigir que se pongan en marcha alternativas, centradas -entre otras cosas- en la promoción de la agricultura campesina, la soberanía alimentaria y los derechos campesinos. Estos son baluartes contra la crisis climática y soluciones para establecer sistemas alimentarios social y ambientalmente sostenibles.
La movilización de las organizaciones rurales y sus aliados en favor de la elaboración de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos (Declaración más abajo) indica la voluntad de apropiarse de los mecanismos internacionales para ponerlos al servicio de las luchas rurales locales. Tras la victoria histórica que representó la adopción de la Declaración por la Asamblea General de la ONU en 2018, se ha alcanzado una nueva etapa: la Declaración debe ahora promoverse y aplicarse efectivamente como una hoja de ruta común para desarrollar sistemas agrícolas justos y respetuosos con el medio ambiente.
En este sentido, el 27 de junio de 2023, Alberto Silva, secretario de la organización de agricultores suizos Uniterre, miembro de La Vía Campesina y horticultor, intervino en la sesión plenaria del 53º periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos durante el diálogo interactivo con el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. En su intervención, Alberto Silva destacó que, frente a los efectos climáticos nocivos de esta crisis, las y los campesinos representan un escudo y una solución, gracias a sus prácticas agroecológicas, que ya han demostrado ser más resistentes que las de los sistemas industrializados.
El representante de Uniterre subrayó el potencial de la Declaración como vehículo para la “
transición hacia una agricultura sostenible, diversificada, creadora de empleo y resiliente ante los retos que plantea la crisis climática”. El movimiento campesino mundial reclama ahora la creación de un mecanismo internacional de seguimiento de la Declaración (un procedimiento especial sobre los derechos campesinos), que sirva de espacio de diálogo y promoción, y que permita generar un apoyo internacional a las luchas campesinas y climáticas sobre el terreno.
El 29 de junio de 2023, durante el diálogo interactivo con el Relator Especial de la ONU sobre la extrema pobreza, otro representante de La Vía Campesina intervino en la sesión plenaria del Consejo de Derechos Humanos. En su intervención, el campesino argentino Diego Montón, del MNCI Somos Tierra – / Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra, subrayó que la lucha contra la pobreza pasa inexorablemente por la aplicación de las medidas previstas en la Declaración, en particular la reforma agraria como garantía de un acceso justo a la tierra. La creciente concentración de la tierra en manos de grandes terratenientes es una de las principales causas de la pobreza en las zonas rurales, ya que las y los campesinos pierden el acceso a su principal medio de producción y subsistencia.
Para Diego Montón, cualquier plan de empleo destinado a reducir las desigualdades y luchar contra la pobreza “debe estar vinculado a políticas de reforma agraria que garanticen el acceso a la tierra de las y los campesinos, así como a la financiación de cooperativas campesinas para lograr la valorización de los productos agrícolas en las propias comunidades rurales y su acceso al mercado a un precio justo”.
Por último, el 3 de julio de 2023, Murad Akincilar, representante del CETIM, intervino también ante el pleno del Consejo de Derechos Humanos durante el Panel Temático “Impactos negativos del cambio climático sobre los derechos humanos, en particular sobre el derecho a la alimentación”. En su intervención, Murad Akincilar reiteró la importancia del artículo 16 de la Declaración, que establece que toda política pública debe apoyar en mayor medida los mercados locales basados en la producción campesina local. El fortalecimiento de estos mercados, con vistas a la creación de cooperativas campesinas basadas en prácticas agroecológicas, es una solución realista y viable para combatir la injusticia climática.
Los esfuerzos para hacer frente a la crisis climática a través de la tan cacareada “transición ecológica” corren el riesgo de ser en vano si no van acompañados de un apoyo a las prácticas agrícolas campesinas, fruto de miles de años de experiencia y conocimientos tradicionales destinados a lograr un equilibrio entre la producción de alimentos y los ciclos naturales.