Juventud Europea de ECVC se solidariza con el caso de Cristian Ferreyra
Estimados compañeros y compañeras:
Desde este rincón del mundo, la Coordinadora de jóvenes campesinos y campesinas europea en La Vía Campesina siente la obligación de dirigirse a ustedes compañeras, compañeros, a los familiares, al campesinado, a pastores, a pescadores artesanales, a las comunidades indígenas originarias, que conforman el Movimiento Nacional Campesino Indígena de Argentina (MNCI) miembro de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC-VC) sembradores de luchas, de resistencias, sembradores de ideas, sembradores de vida, para brindar nuestra solidaridad para con ustedes de frente a este hecho histórico que fue el juicio por el asesinato del compañero Cristian Ferreyra (presente).
Después de las sentencias, desde esta Coordinadora Europea de jóvenes campesinos y campesinas, no nos queda duda de que a pesar del camino recorrido y de las vidas perdidas en la defensa de la tierra, queda mucho camino por hacer, millones de hombres, mujeres y niños, mueren por defender la tierra, mueren en la tierra, mueren asesinados por un sistema que después de este juicio continua sin condena.
El compañero Cristian defendió la tierra que era atacada por empresarios latifundistas que después de este juicio continúan sin condena, sin condena a sus actos de despojo contra las comunidades campesinas milenarias, son agricultoras y agricultores los que mueren asesinados en manos de sicarios y a sueldo que por pocas monedas son capaces de matar y de ser condenados defendiendo el derecho indigno de empresarios terratenientes.
A pesar de que el autor material sea estado condenado, todavía hoy los autores intelectuales y el sistema agroindustrial capitalista contaminante, generador de millones de muertes continua vivo y libre en su carrera del despojo, del genocidio y de la contaminación.
Donde una compañera o compañero campesino caiga miles levantaran su nombre, millones llevarán su lucha como la lucha de todos, es nuestro derecho y nuestro deber el no bajar los brazos en la búsqueda y la construcción por la soberanía alimentaria, la defensa de la agroecología como única alternativa válida al modelo agroindustrial de desarrollo, desigual, latifundista y contaminante.
Fuerza compañeras y compañeros que desde los puntos más lejanos de este mundo otra joven y otro joven se levantará y sin quebrarse gritará a los cuatro vientos.
NI UN MUERTO MÁS POR EL DERECHO A LA TIERRA!
GLOBALICEMOS LA LUCHA, GLOBALICEMOS LA ESPERANZA!